Pedro Morenés: “La estabilidad de África es muy importante para España”
El ministro de Defensa visita los cuatro países subsaharianos donde hay tropas españolas
En el aeropuerto de Bangui, al que el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha llegado hoy bajo un calor sofocante y pegajoso, viven más de 40.000 personas. Son desplazados de la ciudad vecina, que prefieren dormir en tiendas de campaña a pie de pista que arriesgarse a caer en uno de los frecuentes tiroteos entre bandas armadas. “Hasta ahora no hemos abierto fuego, pero las balas han pasado cerca”, reconoce un comandante español que lleva dos semanas en la República Centroafricana (RCA).
Aquí ha comenzado Morenés una gira por África subsahariana que le llevará hasta el martes a cinco países: Gabón, Mali, Senegal y Cabo Verde, además de la propia RCA. En todos ellos, salvo en Cabo Verde, cuenta el Ejército español con un contingente: en total, suman algo más de 300 militares. “La estabilidad de África es absolutamente relevante para España, desde el punto de vista económico, estratégico y de seguridad. Y tenemos la obligación de contribuir a que esa inestabilidad no se dé”, ha alegado el ministro. Morenés ha trasladado a las tropas en el exterior "un fuerte abrazo", del Rey don Juan Carlos, que este jueves firmará su abdicación.
Las dos misiones principales de España en esta región (Mali y RCA) se iniciaron de idéntica forma: Francia lanzó una operación militar unilateral (Serval en Mali y Sangaris en RCA), España envió primero un destacamento aéreo para darle apoyo (Marfil en Senegal y Mamba en Gabón) y luego se sumó a la misión de la UE ya sobre el terreno (EUTM-Mali y Eufor RCA). Esta última es la más reciente y también la más peligrosa.
Desde el pasado 29 de mayo, España tiene 88 militares en Bangui, de los que 50 forman una unidad de operaciones especiales y otros 25 son guardias civiles integrados en la Fuerza de Gendarmería europea. El jefe del Estado Mayor de Eufor RCA es un coronel español, Juan José Martín.
Nunca hasta ahora había aportado España una unidad completa de operaciones especiales a una misión internacional. Sus miembros están preparados para intervenir si hay problemas, aunque habitualmente se dedican a hacer patrullas de reconocimiento (tanto nocturnas como diurnas) y escoltas. Defensa se reserva la última palabra si se les ordenara una acción directa, como el rescate de rehenes.
La misión de la fuerza europea es garantizar el orden en el aeropuerto de Bangui y en dos distritos contiguos de la capital, el 3 y el 5, precisamente los más conflictivos. En el primero se produjo a finales de mayo, coincidiendo con la llegada del contingente español, una matanza de musulmanes refugiados en una iglesia católica.
El golpe de Estado protagonizado en 2013 por la milicia Séléka (musulmanes) y las posteriores venganzas de los anti-balaka (cristianos) han desatado una espiral de violencia sectaria con asesinatos indiscriminados y desplazamientos masivos de población. En Bangui se estima que solo quedan unos 2.000 de los 60.000 musulmanes que había hace seis meses. “Tenemos una misión que cumplir y unos compromisos con nuestros aliados, pero también una responsabilidad enorme con la seguridad de cada uno de ustedes y de sus compañeros. Cuídense mucho y vuelvan todos sanos y salvos”, les ha aleccionado el ministro.
La misión debe prolongarse seis meses, hasta que tomen el relevo las tropas de la ONU, pero la burocracia de la UE no es el menor de los problemas a los que se enfrentan y los españoles han tenido que buscar alojamiento provisional en una antigua academia de policía, a tres kilómetros del aeropuerto, porque aún no han concluido las obras de la base europea.
Eufor RCA, mandado por el general francés Philippe Pontiès, ha declarado su capacidad operativa plena hoy mismo, pero está lejos de alcanzar los efectivos previstos (900) a pesar de haber echado mano de países tan alejados geográfica y climatológicamente como Finlandia y Estonia o que ni siquiera pertenecen a la UE, como Geogia, cuyo contingente (150) es el segundo mayor.
Tras apenas dos horas en Bangui, el ministro ha volado a Libreville (Gabón), donde el Ejército del Aire tiene desde el 23 de marzo un destacamento con 50 militares y un avión C-130 Hércules, que ha realizado ya más de 100 salidas y 250 horas de vuelo transportando pasajeros (900) y carga (325 toneladas) en un área de operaciones que va de la Francia continental hasta el corazón de África.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.