La misión más exitosa

Desde el pasado 14 de marzo, la fragata Cristóbal Colón (F-105), la más moderna de la Armada española, es el buque insignia de la Operación Ocean Shield (Escudo del Oceano), de lucha contra la piratería en el Índico.

El contraalmirante español Eugenio Díez del Río Jaúdenes es el jefe del Estado Mayor de la flota de la OTAN, embarcado en la F-105, que hasta junio patrullará las aguas del golfo de Adén y tiene su puerto en Yibuti. La tripulación de la F-105, que relevó a la Álvaro de Bazán, está formada por 240 hombres e incluye una fuerza de protección de Infantería de Marina, preparada para lanzar un abordaje sobre un buque secuestrado en caso de necesidad.

La operación de la OTAN es complementaria de la misión Atalanta de la Unión Europea, en la que España participa con el destacamento Orion, con 50 militares y un avión de patrulla marítima CN-235, y el Buque de Acción Marítima (BAM) Relámpago, con 83 marineros. La escolta a los buques del Programa Mundial de Alimentos, que llevan ayuda humanitaria a Somalia, y la protección del llamado Corredor Recomendado de Tráfico Internacional (IRTC) son las principales misiones de las flotas europea y aliada.

La acción conjunta de la OTAN y la UE ha conseguido reducir sensiblemente el número de ataques piratas, hasta el punto de en 2013 no se produjo ningún secuestro. Un elemento no menos decisivo ha sido la presencia de guardias de seguridad privada en los buques mercantes y, también, en los 23 pesqueros españoles que faenan en la zona, desde el Cuerno de África hasta Mozambique.

No obstante, todos los expertos coinciden en el riesgo de que se produzca un resurgir de la piratería en el momento en que las flotas de guerra de los países occidentales rebajen la presión. Por eso, la UE ha puesto en marcha las misiones EUTM-Somalia y EUCAP Nestor, destinadas a formar a las Fuerzas Armadas y la guardia costera de Somalia, a la que la guerra civil ha convertido en un Estado fallido.