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Santamaría acusa a Mas de llevar la “división social” a Cataluña

Margallo ofrece que un director general de Exteriores explique en el Parlament las consecuencias de la independencia. El ministro está dispuesto a debatir pero "en el foro adecuado"

Carlos E. Cué

El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, planteó la posibildad de una "tregua verbal" entre el Gobierno y la Generalitat. Pero de momento, con las elecciones europeas ya a la vista, ese alto el fuego parece lejano. Un día después de que el presidente de la Generalitat asegurara que el 9 de noviembre se celebrará la consulta soberanista y sacará las urnas a la calle, el Gobierno ha replicado a Artur Mas con el aviso habitual: "No vamos a permitir actos de naturaleza ilegal, ese referéndum no es legal, actuaremos en consecuencia". Pero esta vez ha ido más allá al acusarle de llevar el choque social a Cataluña. "Algunos están haciendo vivir a Cataluña una división social y una incertidumbre que ningún Gobierno debería promover", ha lamentado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en su comparecencia posterior al Consejo de Ministros.

Tras una pregunta muy directa - ¿El Gobierno es partidario de que el ministro de Exteriores comparezca en el Parlament para explicar los informes sobre las consecuencias de la independencia catalana como ha pedido CiU?- la número dos del Ejecutivo ha ofrecido una respuesta ambigua que parecía dejar la puerta semiabierta a que el ministro acuda a la Cámara autonómica, lo que sería algo sin precedentes. "El Gobierno no tiene ningún inconveniente en explicar ese informe, al contrario creo que es bueno que se explique, es un informe público" ha señalado Santamaría al destacar que "el Gobierno siempre ha considerado que los ciudadanos tienen derecho de saber las consecuencias de un proceso que, oyendo a la Generalitat, parece que solo es beneficioso". Sin embargo, fuentes de la vicepresidencia y de Exteriores aclaran que la comparecencia del ministro en el Parlamento autonómico no está encima de la mesa y no se refería a ella Sáenz de Santamaría. No porque el ministro no quiera ir sino porque no parece el lugar ni las condiciones adecuadas, ya que los partidos catalanes están planteando esa comparecencia con unas claras limitaciones y en una comisión.

Lo que García Margallo ha ofrecido, y mantiene la oferta, es que el director general de Relaciones Económicas Internacionales, Fernando Eguidazu, responsable de esos informes, comparezca en el Parlament para explicarlos. El propio ministro reiteró por la tarde esta oferta, en declaraciones a la agencia Efe. "Es importante que los ciudadanos conozcan las consecuencias reales de una hipotética Cataluña independiente", explicó el ministro, que serían en su opinión "catastróficas". Preguntado por la posibilidad de que acudiera él mismo al Parlament, como pide CiU, aseguró: "Seamos respetuosos con la distribución de competencias". Santamaría había apuntado que las relaciones del Estado con las comunidades autónomas es una responsabilidad de Hacienda.

García Margallo, el miembro del Gobierno más activo contra la independencia catalana, ya tuvo un sonoro cruce parlamentario en torno a las consecuencias de la independencia con el diputado de ERC, Joan Tardá, pero fue en el Congreso, en la Comisión de Exteriores. El Gobierno no se plantea de momento llevar al ministro de Exteriores, especialmente simbólico, al Parlament, aunque él sí está dispuesto a discutir con CiU o ERC en otros foros.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, volvió ayer  a comprometerse con la consulta soberanista del próximo 9 de noviembre asegurando que “sacará las urnas” a la calle para que los catalanes voten sobre la independencia, aunque no lo permite la legislación vigente y el Congreso negará su autorización para ceder a Cataluña esa competencia.

Mas reiteró que convocará la consulta ciudadana y, en sede parlamentaria, afeó a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ya dé por hecho que la ley catalana de consultas, sobre la que la Generalitat quiere apoyar legalmente la consulta, será tumbada por el Tribunal Constitucional.

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Ante los ataques de Sánchez-Camacho durante la sesión de control al Gobierno celebrada este jueves en el Parlament, Mas fue tajante: “Efectivamente, convocaré la consulta, y si es de acuerdo con la ley catalana y se trata de consultar, ¿cómo quiere usted que no pongamos las urnas? No sé cómo se hace una consulta popular si no se ponen las urnas, pero si tiene una idea más genial seguro que nos convencerá”, espetó a la líder del PP.

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