Montoro dice que el reparto del déficit no perjudicará a las autonomías cumplidoras
Tres barones del PP exigen que si se relaja el déficit “sea para todos” Castilla y León, Madrid y Extremadura encabezan la reclamación
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, trató ayer de tranquilizar a las comunidades del PP —que en algunos casos no han ocultado su malestar por el llamado déficit a la carta pactado en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera— al asegurar, sin aclarar la fórmula, que el reparto no perjudicará a las autonomías que cumplieron con el objetivo fijado. Esas comunidades acudieron ayer a la reunión de los consejeros populares de Hacienda con Montoro y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, con un mensaje claro: si hay relajación, tiene que ser para todos.
La consejera de Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, insistió en que si hay flexibilización, tiene que ser igual para todas las comunidades. Lo mismo han venido reclamando al Gobierno de Mariano Rajoy la Comunidad de Madrid, una de las más beligerantes en ese terreno, y Extremadura, aunque también Castilla-La Mancha, gobernada por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal —que logró cumplir con el objetivo cuando parecía imposible, reduciendo el déficit más de seis puntos— saldría beneficiada si Montoro aparca el llamado déficit a la carta.
La postura oficial de la dirección del PP, en cualquier caso, defiende que “si bien se van a tener en cuenta todas las circunstancias, no va a haber cuestiones a la carta”. Lo aseguró ayer el vicesecretario de Organización y Electoral, Carlos Floriano, señalando que “todos” los actores del proceso (barones y Gobierno) están “comprometidos en el cumplimiento de los objetivos del déficit porque lo mejor para todos los españoles es eso”. Otro dirigente, Esteban González Pons, también quiso dejar claro esta semana que sería inaceptable un reparto que perjudique a las autonomías que hicieron los deberes.
Aun así, el plan acordado por Hacienda con el objetivo de facilitar un acercamiento entre Mariano Rajoy y Artur Mas no agrada a muchos presidentes autonómicos del PP. Y corre el riesgo de convertirse en otro frente abierto, además de la polémica reforma de la Administración local, del departamento que dirige Montoro.
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