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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Para Rajoy, no hay culpables en Bankia, ¿fue mala suerte?

El presidente esquiva las preguntas sobre los gestores anteriores, todos del PP

Carlos E. Cué

Mariano Rajoy es un maestro del escapismo. Incluso cuando, por primera vez desde que gobierna, decide convocar a la prensa en España él solo, sin estar obligado por una visita internacional. Admitió 20 preguntas. Pero no contestó a casi ninguna de ellas. Muchas las evita -cómo va a meter el dinero en Bankia, qué va a hacer el BCE, cómo hacer para bajar la prima de riesgo- porque no tiene una respuesta clara. Porque todo está en el aire. Y porque muchas de esas cosas no dependen de él.

Rajoy está inmerso en una complejísima negociación europea de resultado incierto. El presidente ya no gobierna, en el sentido clásico del término. Trata de que le dejen gobernar con la ayuda europea. Y mientras no llegue, él no sabe ya qué puede pasar al día siguiente.

Pero hay cosas que sí dependen exclusivamente de él, de su voluntad política. Sobre todo, una que ha generado un intenso debate y no poca indignación: la exigencia de responsabilidades en Bankia. Los tres nombres más relevantes entre los anteriores gestores, Miguel Blesa, José Luis Olivas y Rodrigo Rato, llegaron ahí porque los designó el PP. A Rato directamente lo puso Rajoy.

El presidente tiene presiones de todo tipo, sobre todo de los ciudadanos, también del PSOE pero incluso de sectores del PP, para que haga una investigación a fondo y busque responsabilidades. Pero no tiene ninguna intención de hacerlo. Lo ha dejado claro.

Preguntado en dos ocasiones por las responsabilidades en Bankia, Rajoy no solo ha descartado una comisión de investigación. También ha rechazado abiertamente que comparezcan en el Congreso los gestores de Bankia. Lo único que acepta el presidente es que se convoque una subcomisión a puerta cerrada en la que comparecería el subgobernador del Banco de España. Es lo que hizo el PSOE con CCM, y Rajoy no piensa conceder nada más.

Todo ha cambiado desde 2009, cuando cayó CCM. El dinero público necesarios se multiplica por 10 con Bankia. Y Rajoy prometió en campaña que haría "lo contrario de lo que hizo Zapatero" en casi todo. Pero en esto no. Aquí, en la búsqueda de responsables por el desastre de Bankia, hará exactamente lo mismo que Zapatero y Salgado con CCM: no buscar culpables.

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De hecho, el presidente, según se deduce de su rueda de prensa, no está pensando en esos responsables. No les dedicó ni un segundo. No existen. Rajoy insiste simplemente en que no había otra alternativa que rescatar al banco. Si nadie es culpable de que haya que meter 23.500 millones de euros de dinero público en un banco, ni siquiera sus gestores, ¿qué ha pasado? Solo queda una posibilidad: fue mala suerte, y la mala suerte no tiene que dar explicaciones ni asumir responsabilidades.

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