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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

RTVE: ni modelo ni consenso socialistas

El discurso del PSOE sobre RTVE es tan monótono como endeble; tan falso como alarmista; tan incoherente como inútil.

El discurso del PSOE sobre RTVE es tan monótono como endeble; tan falso como alarmista; tan incoherente como inútil.

Si modelo es una guía aconsejable, un patrón de referencia para imitar o reproducir, unas coordenadas ejemplares, el que impuso el PSOE en RTVE es cualquier cosa menos un modelo. Si, además, este se considera “uno de los principales aciertos del anterior Gobierno”, como opinan los dirigentes socialistas, tendremos una idea clara del desvarío audiovisual en el que se han movido.

Vivimos una profunda crisis debida en buena medida a otro “modelo”, en este caso económico, que se caracterizó por negar la evidencia, deleitarse en las propiedades curativas del transcurso natural del tiempo y en no hacer nada útil para poner remedio a los males.

La Corporación RTVE no es ajena a la crisis ni a sus consecuencias. Es profundamente irresponsable llamarse a andana sobre los efectos que de aquella se derivan.

El “modelo” del PSOE no es tal y no sirve tampoco para garantizar el futuro y la rentabilidad social de RTVE. El “modelo” socialista se deshizo de miles de trabajadores que constituían un pilar profesional inigualable. Este mismo “modelo” apostó por la producción externa y prodigó los favores entre unas pocas empresas privadas. El “modelo” fue incapaz de traducirse en un contrato-programa que se consideraba a la vez imprescindible y básico. El “modelo” suprimió de un plumazo la publicidad en TVE sin medir la trascendencia de esa decisión. El “modelo” estranguló los centros territoriales y con ellos un instrumento fundamental de vertebración de nuestro país.

Con este “modelo” socialista RTVE nunca fue menos independiente del Gobierno. Con este inexistente “modelo” no se ha logrado una financiación viable y las instancias comunitarias en las que está recurrida pueden asestarle un duro golpe.

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De aquellos polvos vienen estos lodos. El fango en materia de manipulación informativa ha adquirido tintes cenagosos e intolerables. Ni siquiera tenemos que recurrir a ejemplos seleccionados o casos esporádicos. Basta con elegir al azar cualquier programa para comprobar el sesgo y la ausencia de equilibrio, en niveles escandalosos desde el triunfo electoral del PP.

Repiten una y otra vez los socialistas que RTVE finalizó 2011 con excelentes rendimientos de audiencia, pero no recuerdan que entre 2004 y 2011, sin restricciones presupuestarias ni recortes, TVE1 perdió 7 puntos de audiencia y La 2 bajó 4,3 puntos. Parece que el “modelo” del que presumen hizo estragos entre los espectadores durante el gobierno del PSOE. Por cierto, cuando la audiencia era realmente importante en TVE desde las filas de ese mismo partido se repitió una y otra vez que el dato no era garantía de nada.

Coincido con que una televisión pública sin público pierde su razón de ser. Pero una televisión pública sin personal, sin producción propia, sin siquiera un elemental mecanismo de sustitución del Presidente de la Corporación, sin la calidad y la objetividad necesarias pierde igualmente la razón de ser un servicio público como es este.

Si consenso es un ejercicio de aunar voluntades, una puesta en común de iniciativas y propuestas, el que reclama el PSOE respecto a RTVE brilla por su ausencia. Consenso fue el que brindó el PP cuando en dos ocasiones apoyó a sendos candidatos a presidir RTVE que terminaron dimitiendo para celebrar el éxito del “modelo”.

No hay ninguna demostración de consenso en dilatar la renovación en RTVE sino una objetiva y perniciosa resultante de asfixia e inestabilidad institucional. El movimiento se demuestra andando. El Gobierno del PP se ha visto obligado a refrescar la previsión de la Ley de la radio y televisión de titularidad estatal de 2006 en el sentido de recurrir a la mayoría absoluta de la Cámara si los dos tercios inicialmente requeridos no son posibles para evitar una situación de bloqueo y siguiendo únicamente el criterio que habían defendido previamente el propio PSOE y otros grupos como ERC, IU o CiU.

Ramón Moreno Bustos es portavoz del Grupo Popular en la Comisión Mixta de Control Parlamentario sobre RTVE

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