Cascos tensa la relación con Hacienda al llevar sus cuentas ante la UE

Las cuentas de Principado de Asturias han adquirido, en vísperas del Consejo de Política Fiscal y Financiera del jueves, una dimensión política muy superior al alcance económico de sus Presupuestos, que representan el 2,2% del PIB estatal. La eventual intervención de la comunidad que el sábado planteó el Ministerio de Hacienda desencadenó este lunes un cruce de acusaciones entre el presidente regional en funciones, Francisco Álvarez-Cascos, líder de Foro Asturias, y el departamento que dirige Cristóbal Montoro.

Cascos, pendiente de pacto con el PP ante el debate de investidura de la semana que viene en el que será elegido el presidente de la comunidad, puenteó al Estado y se dirigió a la UE. Remitió al vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, su plan financiero, “para desmentir la falsa noticia difundida” por Hacienda porque, en su opinión, “perjudica gravemente al Principado de Asturias y a los asturianos”. Para el líder de Foro, el comunicado del ministerio “está falto de rigor y seriedad” y “generará un importante descrédito, caída inmediata del rating y encarecimiento de la financiación a corto y largo plazo”.

En la misma línea, el consejero de Hacienda y Sector Público de Asturias, Ramón del Riego, llamó a Hacienda para pedir explicaciones. El ministro le contestó públicamente desde Barcelona, donde participaba en un acto con empresarios y académicos. Justificó la posible intervención del Principado por “la cuita política” y la inestabilidad que impide formar Gobierno en esa comunidad, cuyo último capítulo es el rechazo del único diputado de UPyD, Ignacio Prendes, a entrar en un Gobierno de Foro y PP.

El posible pacto entre estas formaciones parecía anoche cada vez más improbable, sobre todo después de unas declaraciones de Cascos que emplazaban a Mariano Rajoy a formular “excusas públicas por escrito” a Asturias por la acción “discriminatoria e injustificada” que, en su opinión, supone el comunicado de Hacienda. Ese departamento asegura, en cambio, que la nota de prensa se refería a la inestabilidad política de la región y teme que no se cumplan los compromisos para ajustar el déficit.

Asturias, según explicó el presidente en funciones en su carta a Olli Rehn, fijó el objetivo de déficit para 2012 en el 0,99%, cuando el límite máximo es del 1,5%. La deuda del Principado, que asciende a 2.155 millones de euros, representa el 9,1% del PIB, muy por debajo de la media autonómica, que se sitúa en el 13,1%. Su plan de reequilibrio no prevé reducción del gasto en sanidad y educación y contempla subidas de impuestos. Aun así, el déficit del año pasado excedió en más de dos puntos el objetivo previsto y fue superior a la desviación media, lo que, como en todas las comunidades, ha generado un problema de liquidez. El Gobierno regional, en definitiva, tiene dificultades para afrontar pagos corrientes por tener limitada su capacidad de endeudamiento. Pero a priori sus cuentas no son peores que las de otras comunidades. Un reciente informe de Fedea, una de las principales fundaciones de estudios económicos, señala a siete comunidades en peor estado que Asturias.

La tensión entre Hacienda y Cascos a cuenta de una posible intervención también motivó la reacción de la dirección nacional del PP, que negó “un doble juego” del Ejecutivo y los populares en el tablero asturiano. Así lo aseguró Carlos Floriano, vicesecretario de Organización y Electoral, haciendo referencia a la posibilidad de que la líder regional del partido, Mercedes Fernández, llegue a un acuerdo de gobierno con Foro.

Pese a auspiciar un “Gobierno de centro-derecha” en la comunidad, Floriano recurrió al ya habitual argumento de Mariano Rajoy al recordar que “el compromiso con el déficit es de todos, ya que todas las Administraciones deben estar implicadas”. Y ese compromiso, admitió, ha de cumplirse “con o sin apoyo del PP”, antes de subrayar que el respaldo de Mercedes Fernández a la formación de Álvarez-Cascos “sin UPyD”, sería “irrelevante”.