Las prioridades de Ana Mato: sanidad universal e igualdad de oportunidades
La nueva titular de Sanidad evita pronunciar la palabra gratuita en plena polémica por el copago
Ana Mato ha tomado posesión como ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad con sus prioridades puestas en garantizar la sanidad universal y la igualdad de oportunidades –resuelta, dice, en la Constitución pero no en la vida real-, combatir la violencia contra la mujer –“la lacra del siglo XXI”- y apoyar a la familia.
Así lo ha declarado en un acto en el que la han acompañado Luisa Fernanda Rudí, presidenta de Aragón, los exministros José Manuel Romay Becaría e Isabel Tocino y el portavoz del PP, Esteban González Pons, entre otros dirigentes populares. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, la ha saludado antes de comenzar un ceremonia llena de cordialidad en la que Leire Pajín, la ministra saliente, le ha entregado la cartera del “ministerio del Estado de Bienestar”, dejando claro que Mato la tendrá “como cómplice y como amiga” si la necesita.
La alusión de la nueva ministra a la garantía de la sanidad universal -"Para los ciudadanos la salud es lo primero; para el Gobierno también", dijo- se produce en un momento en que varias comunidades han negado la atención a personas desplazadas, vecinos de comunidades limítrofes o parados de larga duración. No ha pronunciado, sin embargo, la palabra "gratuita" en un momento en el que arrecia la polémica por el copago después de que Cataluña haya introducido una tasa de un euro por fármaco en las recetas.
El Ministerio mantiene la estructura del Gobierno anterior con otro nombre, al reunir las competencias de Sanidad, Servicios Sociales (antes llamada Política Social) e Igualdad, área que ya fue degradada de ministerio a secretaría de Estado en la última remodelación de Zapatero. Ana Mato subrayó en su discurso su compromiso con la igualdad de oportunidades. En contraste con el discurso del Gobierno anterior, evitó la expresión "género" tanto al referirse a los objetivos de igualdad como a la violencia contra las mujeres. Que Igualdad se mantenga en el nombre del ministerio no implica que mantenga su rango: habrá una sola secretaría de Estado para Servicios Sociales e Igualdad.
El departamento de Mato se responsabilizará también de la aplicación, aún incompleta, de la Ley de Dependencia, de la mano de las autonomías. No la citó por su nombre, pero expresó su interés por el bienestar los mayores y los discapacitados. En campaña, Mariano Rajoy había señalado que la Ley de Dependencia "no es viable".
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