Maram Kairé, astrónomo senegalés: “El desarrollo del continente africano pasará por el sector espacial”
El director de la Agencia Senegalesa de Estudios Espaciales acaba de liderar el lanzamiento del primer nanosatélite senegalés al espacio
![Maram Kaire astronomo senegales](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/I4CJ6CFPE5H53DO6JSUHQBO4UE.jpg?auth=74cd20bb7e8d2857896be3505ec57de52c0725f02366da16a50d62dc9ee9df6e&width=414)
Maram Kairé (Dakar, 46 años) es protagonista del documental Star Chasers of Senegal (Cazadores de estrellas de Senegal). Y su vida también podría ser de película. Acaba de lanzar el primer nanosatélite senegalés al espacio, un asteroide lleva su nombre, ha liderado tres misiones para la NASA y promueve un bus espacial que recorre pueblos de Senegal enseñando estrellas. Habla de astronomía con pasión, la misma que sintió cuando con ocho años descubrió que había personas que iban al espacio. Ingeniero de formación, pero astrónomo autodidacta, Kairé es el director de la Agencia Senegalesa de Estudios Espaciales (ASES) desde su fundación en 2023.
Pregunta. ¿Cómo nace su pasión por el espacio?
Respuesta. La primera noticia que tuve del espacio fue con la explosión del transbordador Challenger, en 1986. Vivíamos en un pueblo sin electricidad y mirábamos la televisión enganchada a la batería del coche de mi padre, solamente durante los telediarios. Con 12 años cogí en la biblioteca del colegio el libro Paciencia en el azul del cielo: la evolución cósmica, del astrofísico canadiense Hubert Reeves, y a partir de ese momento no dejé de mirar el cielo.
P. ¿Fue fácil seguir su sueño?
R. Yo tenía claro que quería dedicarme toda la vida a investigar el espacio. Cuando terminé el bachillerato me fui a Francia para estudiar en la universidad, pero mi padre no quería que estudiase astronomía. Su argumento era que con esa carrera no podría ejercer en Senegal y él quería que volviese. Así que opté por la informática de sistemas, con lo que contentaba a mi padre y podía acercarme al sector espacial. Al cabo de unos años volví a Senegal y trabajé de informático porque no había ni formación ni infraestructuras para el desarrollo de la astronomía. Así que me dediqué a educar y a crear esas infraestructuras, para que en el futuro los jóvenes que sueñen con las estrellas puedan quedarse en el país.
P. A su regreso, hizo divulgación científica con la Asociación Senegalesa para la Promoción de la Astronomía (ASPA). ¿Qué estrategias utilizaba con los niños y sus familias?
R. Desarrollamos un programa escolar, dos festivales, en Saint Louis y en Dakar, con varias ediciones, y un spacebus. Este último es un proyecto de caravana, que se retomará en abril de 2025 y que propone instalar unos “pueblos científicos” efímeros en 27 puntos de toda la geografía de Senegal con un equipo de más de 60 animadores. Es una gran campaña de promoción de la astronomía y la ciencia en general, que ha tenido réplica en Marruecos y Francia.
P. En la cultura popular senegalesa hay muchas creencias relacionadas con el cielo, las estrellas o la luna. ¿Cómo concilian ese saber tradicional con la ciencia moderna?
R. No entramos en oposición con los saberes locales. En el festival Saint-Louis bajo las estrellas, en 2009, instalamos telescopios en las playas de Guet Ndar. Allí, los pescadores nos explicaron cómo usan las estrellas para guiarse sin GPS y nosotros les enseñamos cómo leemos el mapa del cielo. Por otra parte, desde hace 15 años trabajamos con la Comisión de la Luna Creciente, un consejo de sabios que determina la aparición de la luna en el mes sagrado del Ramadán. Es algo muy sensible por lo que les trasladamos nuestros cálculos astronómicos, pero también les acompañamos a la costa en sus observaciones, poniendo en valor sus métodos.
P. Pese a que no es astrónomo de formación, ha sido designado por la NASA para colaboraciones de una gran responsabilidad en Senegal.
R. Después de no haber podido estudiar lo que quería, fue un sueño que la NASA contase conmigo para la coordinación de sus equipos. La primera misión fue en 2018 para la observación del objeto espacial más alejado del sistema solar, una roca detrás de Plutón, en el Cinturón de Kuiper. Después nos encargaron dos misiones más de observación de ocultaciones de asteroides troyanos del planeta Júpiter en el marco del lanzamiento de la sonda Lucy: Polymeles, en septiembre de 2020, y Orus, en octubre de 2021. Fueron acciones complejas que resolvimos con éxito y eso nos llevó a ganarnos la confianza de la NASA con quien seguimos colaborando. Es un orgullo que Senegal esté asociado a esas prestigiosas tareas que van en beneficio de toda la humanidad.
P. ¿Cómo es el otro Maram Kairé, el asteroide?
R. [Risas] Es muy oscuro y está escondido en algún lugar del cinturón de asteroides, tiene cinco kilómetros de diámetro y tarda cuatro años y medio en dar la vuelta al sol. El reconocimiento lo otorgó la Unión Astronómica Internacional. Es increíble pensar que el nombre de un senegalés va a perdurar grabado alrededor del sol milenios después de su existencia.
P. Desde su fundación en 2023 usted dirige la Agencia Senegalesa de Estudios Espaciales. ¿Cuáles son los desafíos políticos detrás de esta institución?
R. Un país en vías de desarrollo, como Senegal, presenta grandes exigencias como mejorar el acceso al agua, a la electricidad o a la salud para su población. Convencer al presidente de la prioridad de crear una agencia espacial no era fácil, pero nuestro trabajo de divulgación durante 16 años y con la NASA confirmó la importancia de posicionarnos en el sector espacial. La prioridad ahora es la transferencia de competencias y de tecnologías en los acuerdos que estamos firmando con Turquía, China, Estados Unidos o Francia.
P. El pasado agosto, se realizó el lanzamiento del primer nanosatélite senegalés, GaindeSat, concebido y realizado al 100% por ingenieros locales. ¿Cuál es su función?
R. GaindeSat [Gainde es león en wolof y es el símbolo de Senegal] reúne datos sobre los niveles de agua en el país. Esto reduce la dependencia de los grandes dispositivos de recursos humanos que había que desplegar en terreno, reduce fallos y multiplica el número de medidas que puedes tomar en un periodo de tiempo. Los datos son explotados por el Ministerio de Educación Superior.
P. ¿Cuáles son los próximos proyectos de la ASES?
R. Trabajamos en la construcción de nuestra primera constelación de satélites compuesto por tres unidades de dos nanosatélites cada una. Los dos primeros los estamos preparando con la empresa francesa Prométhé Earth Intelligence, cuyo lanzamiento esperamos que se pueda hacer en 2027. Pero para mí, lo verdaderamente importante es la construcción de un centro de ensamblaje de pruebas e integración de satélites para que los otros satélites de la constelación puedan fabricarse en Senegal.
P. El sector espacial es una prioridad para la Unión Africana, que inaugurará en abril la sede de la Agencia Espacial Africana (UA), en El Cairo. ¿Cuáles son las claves de esta carrera espacial?
R. Desde 2018 es una ambición para la UA desarrollar este sector estratégico. Casi la mitad de los países africanos cuentan con una agencia espacial. La de Senegal, creada en 2023, es la número 22, y otras como Costa de Marfil y Burkina Faso están en preparación. Se prevé que de aquí a 2030 haya 100 satélites lanzados desde el continente africano [actualmente hay 59 pertenecientes a 15 países]. Los africanos nos hemos dado cuenta de que todas las problemáticas que nos incumben tienen una posible respuesta espacial: teleeducación, telemedicina, agricultura inteligente y de precisión, seguimiento de ganaderías, seguridad de fronteras, vigilancia marítima, control de recursos naturales… El desarrollo del continente pasará inevitablemente por el dominio de las ciencias y las tecnologías y hoy en día el sector más interdisciplinario es el espacial. África ha entendido que hay que desarrollar una economía alrededor de lo espacial.
P. ¿Qué significa a nivel simbólico?
R. La soberanía tecnológica va de la mano de la soberanía en la toma de decisiones. Cuando los africanos tengamos el dominio tecnológico suficiente para controlar lo que pasa por encima de nuestras cabezas, crearemos relaciones de confianza. El sector espacial es colaborativo, trabajaremos con quienes tienen más avance, pero la relación deberá ser beneficiosa para todos y no crear dependencias.
P. Cuando se ve pasar una estrella fugaz se pide un deseo. ¿Cuál es el suyo cuando ocurre?
R. Hacer de Senegal una nación espacial.
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