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El horno que funciona con energía solar y salva árboles en un pueblo de Kenia

En un país que sufre los golpes del cambio climático y donde la mayoría de los habitantes aún dependen de la leña y el carbón para cocinar, el invento contribuye a evitar la deforestación y reducir las emisiones de carbono

La inventora del horno solar Carolyn Olang
La inventora del horno solar, Carolyn Olang, cuece varios huevos, en Rairi (condado de Migori, Kenia).Rodgers Otiso

Carolyn Olang prepara el almuerzo en su casa rural en el pueblo de Rairi, en el condado de Migori, al suroeste de Kenia. Pero de su cocina no sale humo ni fuego. No tiene que quemar leña. Esta mujer de 43 años, comprometida con la conservación del medio ambiente, ha inventado un horno solar como parte de su lucha contra la deforestación en su aldea, y ha conseguido convencer a más de 300 de sus 550 vecinos de usarlo, salvando de la tala, calcula, a unos 2.100 árboles al año.

“Hace unos tres años asistí a un seminario para aprender sobre energías limpias. Me encantó la idea del horno solar, la traje a mi pueblo y uso uno desde entonces”, explica. Para fabricar el horno improvisado, que tiene el tamaño aproximado de una maleta grande, se emplean materiales locales como restos de madera, mantas y ropa vieja, papel de aluminio, pintura negra y vidrio. Olang hierve en él los huevos para el almuerzo.

El 68,5% de los 54 millones de habitantes de Kenia, es decir, 9,1 millones de hogares —1,7 millones en las zonas urbanas y 7,4 millones en las rurales—, dependen de los combustibles tradicionales como fuente principal para cocinar, siendo la leña el predominante, según la Estrategia Nacional de Transición para la Cocina de Kenia 2024-2028, elaborada por el Ministerio de Energía y Petróleo. El porcentaje se eleva en el condado de Migori, situado en los humedales del cinturón azucarero en el oeste de Kenia, en pleno corazón de los trópicos africanos. Con una población de algo más de un millón de habitantes, el 82% de los hogares dependen de la leña para cocinar, y el 10% usan carbón, según un informe del Ministerio de Agricultura.

“Los combustibles tradicionales contribuyen a la deforestación y a las elevadas emisiones de carbono”, afirma el estratega keniano de sostenibilidad y desarrollo Collins Towet, fundador de la organización de conservación medioambiental Ovac International, con sede en Nairobi. Ambas agravan el impacto del cambio climático, que en los últimos años ha golpeado varias regiones de Kenia, entre ellas Migori. “Numerosos fenómenos meteorológicos extremos e impactos del cambio climático han sacudido el condado de Migori, convirtiéndolo en un punto caliente del cambio climático. La mayor frecuencia y gravedad de las perturbaciones climáticas, como sequías, inundaciones, estrés térmico, precipitaciones extremas y estrés hídrico, tienen repercusiones negativas en la agricultura y la seguridad alimentaria”, afirma el documento de Agricultura.

Según el Servicio Forestal de Kenia, la superficie boscosa representa apenas el 0,64% del territorio de este condado. A pesar de la escasa cobertura forestal de esta región, la práctica de talar árboles para conseguir leña consume decenas de miles de ellos al año.

Materiales reflectantes

La cocina sostenible que Olang desarrolló en marzo de 2021 utiliza la luz del sol para cocinar los alimentos, reduciendo la dependencia de la leña en aproximadamente un 60%. Su inventora explica que estos hornos recogen la energía de los rayos solares y la dirigen a un espacio de cocción donde se concentra el calor. El horno requiere principalmente materiales reflectantes, como papel de aluminio o vidrio, para concentrar la luz.

El horno solar inventado por Carolyn Olang.
El horno solar inventado por Carolyn Olang.Rodgers Otiso

El ingeniero eléctrico Elly Otieno señala que estos materiales reflejan los rayos del sol en el recipiente para cocinar, aumentando su temperatura. Los tiempos de cocción varían, pero pueden oscilar entre dos y tres horas en un día soleado, alcanzando temperaturas de 120 a 180 °C.

En el horno de Olang se puede cocinar comidas diversas, entre ellas pollo y verduras. “Incluso se puede hornear un pastel con la luz del sol”, afirma. Después de probar su eficacia, esta mujer educó a otros habitantes del pueblo, y más de 300 residentes decidieron adoptar este nuevo horno para reducir significativamente el uso de leña.

La lucha contra la deforestación

La ampliación de iniciativas como los hornos solares a escala nacional podría contribuir significativamente a los objetivos de cocina limpia del país para 2028, y al objetivo más amplio de reducir las emisiones de carbono en un 32% de aquí a 2030. En los últimos 10 años, la proporción de kenianos que usan principalmente soluciones limpias para cocinar (como GLP, es decir, gases licuados del petróleo, o electricidad) ha pasado del 15% al 31%, según la Estrategia Nacional de Transición para la Cocina. “El Gobierno pretende ahora lograr el acceso universal a la cocina limpia para 2028″, afirma el documento. De esta forma, “se evitaría la tala insostenible de madera equivalente a 466.543 hectáreas (aproximadamente el 11% de la cubierta forestal de Kenia, de 4,2 millones de hectáreas) sobre la base de una producción media de madera de 3,2 toneladas por hectárea”.

Los residentes de Rairi afirman que la adopción de estos hornos solares ha mitigado la pérdida de superficie forestal en la aldea. Desde hace dos años, Thomas Oduor utiliza el horno solar, que, según él, cambia las reglas del juego a la hora de reducir la deforestación y promover la conservación del medio ambiente. “Los métodos de cocina tradicionales, a base de leña y carbón, son los mayores enemigos [de la lucha contra] el cambio climático”, afirma Oduor. “La deforestación provoca el aumento de las temperaturas y el cambio de los regímenes de lluvias”.

Alice Atieno, una residente de Rairi de 30 años, también ve el enorme beneficio de una superficie arbórea adecuada. “Nos enfrentábamos a muchos problemas por el cambio climático, así que esta cocina solar nos ayuda mucho”, asegura Atieno. “Desde que empezamos a usar este horno, hemos plantado muchos árboles, y no necesitamos tanto la madera como fuente de energía”. Sophia, una vecina de 53 años, cuenta: “Visité a Carolyn Olang en julio de 2021, y me enseñó el horno solar”. “Cortábamos árboles porque no teníamos otra opción. Soy agricultora y la sequía es nuestro mayor enemigo”, afirma.

Carolyn Olang, en el centro, con varios de sus vecinos. A la izquierda, Alice Atieno y Thomas Oduor.
Carolyn Olang, en el centro, con varios de sus vecinos. A la izquierda, Alice Atieno y Thomas Oduor.Rodgers Otiso

Aunque no es el primer ni el único horno que funciona con energía solar en Kenia, esta sencilla solución destaca por su eficacia y su índice de adopción. Según la Asociación de Energías Renovables de Kenia (KEREA, por sus siglas en inglés), un hogar keniano medio consume entre 5 y 10 kilos de leña al día, lo que supone un consumo medio anual de 3,5 metros cúbicos de leña por hogar. “Teniendo en cuenta que un hogar keniano típico consume 3,5 metros cúbicos de leña al año, esta iniciativa ahorra posiblemente 1.050 metros cúbicos de leña cada año. Esto equivale a salvar unos 2.100 árboles al año, ya que un árbol maduro proporciona 0,5 metros cúbicos de leña”, explica Olang.

Towet, el experto en sostenibilidad, señala: “Sustituir la leña con hornos solares es crucial para la conservación del medio ambiente y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los hornos ahorran dinero y proporcionan seguridad energética y un método de cocción sostenible. Esta transición empodera a las comunidades, fomenta la sostenibilidad y mejora la calidad de vida”. Aunque los hornos solares tienen limitaciones, como la dependencia de la luz solar, sus ventajas superan con creces los inconvenientes, concluye.

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