Carta de la relatora de la ONU sobre Palestina al Gobierno español: “Es el momento de pasar de valientes declaraciones a medidas concretas”

Estimado Gobierno español, sociedad civil y ciudadanía,

En primer lugar, permítanme expresar mi profundo agradecimiento por la cálida acogida y el apoyo brindado durante mi visita por parte de todas y cada una de las personas (representantes de partidos de todo el espectro político, autoridades públicas, asociaciones, ONG, sindicatos, miembros de las universidades, del mundo de la cultura, periodistas...) con las que he tenido el honor de poder reunirme.

En todas las reuniones que he mantenido, he sido testigo de un compromiso excepcional por parte de la sociedad española —incluida las autoridades y representantes públicos— con la promoción de los derechos humanos y la justicia.

La calurosa bienvenida que he recibido y el interés mediático que ha suscitado mi visita reflejan por sí mismos la importancia que España concede a los derechos humanos como principios fundamentales que constituyen la base de la coexistencia pacífica y el respeto mutuo entre las naciones. Es imprescindible destacar la relevancia de la participación activa de la sociedad civil española en la defensa de causas justas, del derecho internacional y de la promoción de los valores que fundamentan mi labor como relatora especial. La vibrante participación de la sociedad civil en asuntos de justicia refleja un compromiso particular de España con la construcción de un mundo más equitativo y humano.

Valoro particularmente la valentía que el Gobierno español ha mostrado, también en el seno de la Unión Europea, en defensa del derecho internacional y de la necesidad de que el conflicto no se lleve por delante —como está dramáticamente sucediendo— la vida de decenas de miles de palestinos y palestinas. Son muy valiosas las declaraciones y las buenas intenciones mostradas por el Gobierno de España en estos últimos meses de guerra en Gaza.

He constatado con mucha satisfacción que se han venido dando las condiciones para que España sea un actor clave en el seno de la comunidad internacional. El Gobierno de España y la sociedad española en su conjunto tienen la oportunidad de hacer aún mucho más para conseguir lo que —tras haber considerado verosímil que Israel pueda estar cometiendo un genocidio en Gaza— ha dictaminado la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU: evitar inmediatamente más muertes en Gaza y garantizar el acceso de la población de la Franja a la ayuda humanitaria. Por ello, aplaudo la valiente decisión del Gobierno de no suspender la financiación a la UNRWA (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos), ya que esa suspensión iría en contra de la orden de la CIJ de permitir una ayuda humanitaria efectiva. Esta decisión demuestra sensatez y refleja el posicionamiento de esta nación.

Para ello, considero que es el momento de pasar de valientes declaraciones positivas a hechos y medidas concretas. Creo no equivocarme al pensar que el Gobierno de España tiene el respaldo de una mayoría de la sociedad española —y me atrevería a decir de la población europea— para implementar una serie de medidas que son imprescindibles para ayudar a que se cumplan las órdenes jurídicamente vinculantes dictaminadas por la CIJ.

Entre ellas, está la suspensión urgente de la compra y venta de armas a Israel o la necesidad de elevar la presión para que Israel cumpla con las obligaciones que le marca el derecho internacional a través de cambios en las actuales condiciones que marcan las relaciones comerciales, políticas y diplomáticas.

Si el Gobierno de España pasa de las palabras a los hechos, de las declaraciones a la adopción de medidas decididas, estaría desempeñando un papel transcendental para liderar en la UE los esfuerzos globales que abogan por la justicia y la paz, avanzando hacia un mundo más inclusivo y respetuoso de los derechos humanos.

Adelante.

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