La relatora de la ONU sobre Palestina: “Es muy probable que en Gaza se esté cometiendo genocidio”
Francesca Albanese, la experta de Naciones Unidas sobre los derechos humanos en los territorios ocupados palestinos viaja a España para reclamar a los gobiernos occidentales que pasen a la “acción”
Francesca Albanese (46 años, Ariano Irpino, Campania, Italia) es rotunda cuando describe sin ambages los crímenes que Israel está cometiendo en Gaza. Esta abogada italiana, relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados palestinos desde hace un año y medio, evita ser categórica a la hora de hablar de genocidio, porque el Tribunal Internacional de Justicia debe todavía “analizarlo”, pero todos sus argumentos llevan a una conclusión: la guerra en la Franja “es la monstruosidad de nuestro siglo”, como afirma en una entrevista con este diario, sentada en las escaleras de un hotel para poder responder sin el ruido del ambiente. Recién aterrizada en España, invitada por el eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda (presidente en el Europarlamento de la Delegación para las Relaciones con Palestina), cree que ha llegado la hora de que los gobiernos occidentales pasen de las condenas a la acción.
Pregunta. ¿Cree que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza?
Respuesta. Yo apoyo firmemente la decisión de Sudáfrica de pedir medidas preventivas [ante el Tribunal Internacional de Justicia] porque creo que es muy probable que en Gaza se esté cometiendo genocidio.
P. ¿Por qué?
R. Porque el genocidio es la destrucción de un pueblo total o parcialmente a través de varios actos de matanza, infligiendo daños severos mentales o físicos y creando condiciones que hacen la vida imposible. Mire el resultado de tres meses de bombardeos. Se han usado armas prohibidas, que no deberían ser usadas en zonas altamente pobladas como Gaza, contra una población que vive atrapada en 365 kilómetros cuadrados, donde la población ha recibido órdenes de evacuación masiva y donde hay 1,9 millones de desplazados forzosos hacinados en el sur de la Franja que están siendo bombardeados mientras estamos hablando. Ya se ha confirmado la muerte de 24.000 personas, entre 7.000 y 9.000 desaparecidos y 10.000 niños asesinados. El 70% de las víctimas son mujeres y niños.
P. ¿Es entonces un genocidio?
R. ¿Qué es esto? Estas cifras no tienen un paralelismo con ninguno de los conflictos actuales. Piense en el genocidio de Srebrenica, con 8.000 asesinados. Piense en los dos años de la guerra de Rusia y Ucrania, en la que probablemente la cifra de muertos no llega a 8.000 [en referencia a los civiles, una cifra que las autoridades de Ucrania elevan hasta casi 12.000 casos, sin incluir los registrados en los territorios ocupados]. Es la monstruosidad de nuestro siglo. Y, además, mucha más gente va a morir por la falta de cuidados médicos para los 60.000 heridos. Los palestinos están muriendo de frío y de hambre y no tenemos colectivamente ni idea de cómo reaccionar ante esta monstruosidad.
P. ¿Cree que puede prosperar la demanda de Sudáfrica contra Israel?
R. Hay muchos factores. Técnicamente, diría que sí porque están pidiendo medidas provisionales, incluido el alto el fuego. Parece lo más lógico con este nivel de matanza. Como el equipo sudafricano dijo, es el primer genocidio en la historia que está siendo televisado por las víctimas. Luego, el tribunal tendrá que tomarse su tiempo para analizar la correlación entre la intención genocida que Sudáfrica ya ha documentado plenamente y la matanza, la destrucción y el sufrimiento. Pero también hay factores políticos.
No tenemos colectivamente ni idea de cómo reaccionar a esta monstruosidad”
P. ¿Cree que pueden influir al tribunal?
R. Espero que no influyan en el tribunal, que es independiente. Pero, aun así, somos seres humanos y nos afecta en el entorno en el que vivimos. Los jueces no irán a Gaza y no enviarán investigadores. Y la narrativa que se sigue difundiendo y amplificando en Occidente es que la actuación de Israel es autodefensa.
P. ¿Esta narrativa es falsa?
R. El derecho a defenderse es otra cosa, lo que no significa que Israel no tenga derecho a defenderse. Esta es la parte que a muchas personas les cuesta entender, porque el concepto de autodefensa en el derecho internacional es muy específico, muy limitado y muy técnico. Israel tendría este derecho por los ataques de Hamás del 7 de octubre, para neutralizar y repeler el ataque, restablecer la ley y el orden y tomar medidas para que se cumplan en Gaza. El derecho que Israel ha invocado es el de librar una guerra y usar la fuerza militar, que, según la jurisprudencia del Tribunal Internacional de Justicia, no existe, especialmente porque todavía ocupa el territorio palestino. Pero incluso, aunque existiera el derecho a la legítima defensa, todavía habría reglas. Pero hay tantas violaciones que no se pueden separar unas de otras.
P. ¿Como cuáles?
R. Israel sabe que si usa bombas de casi una tonelada en zonas densamente pobladas sin previo aviso va a causar un exterminio. Sabe que con la prohibición y la entrada de agua, alimentos, medicamentos y combustible, la población va a morir de hambre. Mil niños han sido amputados sin anestesia. El principio de la proporcionalidad, de las precauciones, de la protección de los civiles… Israel ha bombardeado hospital tras hospital. Y por ello es esencial examinar todo el contexto, que está apoyado por una furia genocida.
P. ¿A qué se refiere?
R. Todas esas declaraciones genocidas que fueron pronunciadas por líderes militares y políticos, como que los palestinos son animales humanos. O el concepto bíblico de amalek, invocado por el propio [primer ministro israelí, Benjamín] Netanyahu, que alude a la destrucción de todo, incluidos mujeres y niños. Es un infierno y es una locura que no podamos detenerlo.
P. Netanyahu ha afirmado que no parará hasta que sean liberados los rehenes y hasta que Hamás sea aniquilado. ¿Cómo se puede lograr el alto el fuego?
R. Estoy muy preocupada por los rehenes. No pueden estar seguros en un lugar que está siendo bombardeado. Hay rehenes que han sido tiroteados por soldados israelíes, porque pensaban que eran palestinos, pese al hecho de que llevaban una bandera blanca.
El mensaje que el mundo está mandado a los palestinos es que pueden seguir muriendo”
P. ¿Qué puede hacer entonces la comunidad internacional?
R. Los países occidentales están todavía en el estado mental de la condena o llamando a la moderación o al respeto de la ley internacional. Pero la ley internacional no se respetaba ni siquiera antes del 7 de octubre. Este nivel de impunidad sobre la violencia es sistémico y estructural, lo que crea el riesgo de generar más violencia. Son décadas de condena sin acción. Israel no ha pagado por las cinco guerras previas contra Gaza, en las que 5.300 personas fueron asesinadas durante 16 años, incluidos 1.200 niños. Por eso, el secretario general [de la ONU, António Guterres] dijo que el 7 de octubre no empezó el 7 de octubre. Construyes paz con paz y no con guerra. Así que es la hora de la acción para los gobiernos occidentales, incluido el español.
P. ¿Cómo?
R. Esto es lo que, desde mi punto de vista, un líder progresista hace: tener el coraje que ha tenido Sudáfrica. Se necesita valor y una gran brújula moral para estar en el lado correcto de la historia. Y lo que estoy diciendo no debería leerse como en detrimento de Ios israelíes. Creo que necesitamos compasión hacia ambos pueblos porque ambos han sufrido dolor de modo diferente.
P. Hay países que siguen vendiendo armas a Israel.
R. Para mí esto complicidad con un Gobierno que está cometiendo crímenes. No es necesario respaldar la tesis de que Israel comete genocidio en Gaza para dejar de vender armas. Se debe hacer si se cometen crímenes de guerra. E Israel ha destruido de manera desproporcionada las infraestructuras de Gaza, ha hecho que la Franja sea inhabitable, ha borrado a familias enteras, médicos, periodistas… Si esto no es suficiente para tomar medidas diplomáticas, políticas y económicas de alto nivel, ¿qué más se necesita? El mensaje que los países occidentales están mandando a Israel es que puede continuar. Y el mensaje que el mundo está mandado a los palestinos es que pueden seguir muriendo.
P. ¿El sistema jurídico internacional está en peligro?
R. Sí, porque el derecho internacional es tan fuerte como la voluntad de los Estados de hacerlo cumplir.
P. Usted ha sido acusada de antisemitismo por afirmar que el lobby judío controlaba Estados Unidos. ¿Qué consecuencias le ha traído esta acusación?
R. Todo aquel que se atreva a criticar a Israel se enfrenta a acusaciones de antisemitismo. Es una manera de desviar la atención de mi mensaje y del trabajo que he hecho durante 18 meses. No están cuestionando mis investigaciones ni mis interpretaciones legales ni mis afirmaciones sobre la existencia de un régimen de apartheid en el territorio ocupado palestino que funciona como una dictadura militar. Han estado rebuscando en todo lo que he dicho durante décadas en mi cuenta de Facebook. Y es algo que dije tras la guerra de 2008 en Gaza. Hoy en día nunca diría “lobby judío”. Y no porque tema las acusaciones de antisemitismo, sino porque no es correcto. En primer lugar, porque quienes apoyan a Israel no son solo los judíos, también hay cristianos sionistas. Y, por ejemplo, en Estados Unidos, los judíos están protestando y diciendo que Israel no ataque Gaza en su nombre. ¿Pero esta desafortunada frase me convierte en antisemita? Soy alguien que se ha dedicado toda la vida a la defensa de los derechos humanos, incluyendo el reconocimiento del Holocausto.
P. Pero debe hacer su trabajo como relatora sin poder entrar en Palestina, porque Israel no se lo permite. ¿Cree que podrá regresar?
R. Lo estoy intentando y no es fácil porque Israel interpreta el derecho internacional como le place. Pero en 18 meses no me lo han permitido.
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