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Más hambre, más pobreza y más calor: el mundo “está muy lejos” de la Agenda 2030

La ONU alerta de que muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible han experimentado un retroceso por la confluencia de crisis, entre ellas la pandemia y la guerra de Ucrania. La situación es “muy preocupante”, advierte

ONU
Un vendedor de pan en Afganistán, donde más de 20 millones de personas pasan hambre.SAMIULLAH POPAL (EFE)
Patricia R. Blanco

Los dirigentes globales se reúnen a partir de hoy en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, para tratar de enderezar el estado maltrecho del planeta. Los datos de partida no son nada alentadores: el mundo “está muy lejos” de ver cumplidos en 2030 los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que los líderes mundiales pactaron en 2015 para erradicar la pobreza y proteger el planeta. El informe que acaba de presentar la ONU elaborado por científicos independientes, Tiempo de crisis, tiempos de cambio. Ciencia para acelerar las transformaciones hacia el desarrollo sostenible, concluye que, en 2023, el año que representa el ecuador para implantar la Agenda 2030, la situación es “muy preocupante”. En comparación con el último informe, de 2019, se ha experimentado un retroceso en algunas áreas, especialmente las relacionadas con la pobreza extrema y el clima, por la confluencia de múltiples crisis como la pandemia de covid-19, la guerra en Ucrania, los desastres naturales y el aumento del precio de los alimentos. “El logro de los ODS está en peligro”, reza la declaración aceptada por consenso por los líderes mundiales antes de la reunión y hecha pública este lunes.

Los gobiernos de todo el mundo deberán tomar, según el panel de expertos que firma el documento, decisiones para revertir un diagnóstico que consideran muy claro: el progreso está siendo demasiado lento en algunos objetivos mientras que en otros, como la seguridad alimentaria, la acción climática y la protección de la biodiversidad, “el mundo todavía avanza en la dirección equivocada”. Según ha señalado el secretario general de la ONU, António Guterres, solo se han alcanzado el 15% de los objetivos. En comparación con los resultados de hace cuatro años, solo ha habido progresos sustanciales en el acceso a redes móviles y en el uso de internet. “Sin una corrección de rumbo urgente, la humanidad enfrentará períodos prolongados de crisis e incertidumbre provocados y reforzados por la pobreza, la desigualdad, el hambre, las enfermedades, los conflictos y los desastres”, alertan los científicos.

El objetivo 1, el fin de la pobreza, está lejos de ser alcanzado. Pese a los progresos constantes —aunque lentos— que se habían ido obteniendo desde 2015, la pandemia de covid-19 trastocó todas las previsiones. El resultado es que las múltiples crisis desatadas desde 2019 han provocado que entre 75 y 90 millones de personas más se encuentren en una situación de extrema pobreza, hasta alcanzar una cifra de 700 millones. Al ritmo actual, en 2030 seguirá habiendo unos 575 millones de personas que sobreviven con menos de 2,15 dólares (unos dos euros) diarios.

Algo similar ocurre con el objetivo 2, de hambre cero. Entre 2019 y 2021, la proporción de población mundial desnutrida aumentó del 8% al 9,8%. El resultado es que hoy en día hay 745 millones de personas más que pasan hambre (de moderada a grave) en el mundo que en 2015. La región más afectada, según los datos que recoge el informe, ha sido África, donde alrededor de un 20% de la población no tiene comida suficiente para alimentarse, un 4,4% más que en 2015.

La salud y el bienestar, la educación y la igualdad de género son otros de los damnificados de la pandemia de coronavirus. Los expertos la sitúan como una de las principales causas del descenso en la esperanza de vida (de 72,8 años a 71 entre 2019 y 2021); de la interrupción de los programas de vacunación infantil (25 millones de menores de un año no recibieron las vacunas básicas en el mismo periodo) o de que unos mil millones de niños estén en riesgo de abandonar sus estudios y de que otros 100 millones no lleguen a aprender a leer tras el impacto que tuvo el cierre de las escuelas. “Cuanto más tiempo los niños pasan fuera de la escuela, más difícil es que regresen”, subraya el panel de expertos.

También la guerra en Ucrania ha tenido graves consecuencias. Además de impedir mejoras en la erradicación del hambre, especialmente por la carestía de los alimentos y de los fertilizantes, ha sacudido al mercado de trabajo. Aunque el objetivo 8, de trabajo decente y crecimiento económico, continúa con una evolución ascendente, la contienda perturbó gravemente la actividad económica y el comercio internacional. Los expertos vaticinan que “el crecimiento mundial se desacelerará” del 5% de 2021 a un 1% cuando termine 2023. Y aunque en cifras globales el desempleo ha decrecido, hay algunas regiones donde el dato es mayor que el de 2015, como en África subsahariana y América Latina y Caribe.

La invasión rusa de Ucrania ha provocado, a su vez, una “crisis energética global”. Según el informe de la ONU, en un campo donde se estaban haciendo progresos, el de la energía asequible y no contaminante, unos 75 millones de personas han perdido la capacidad de costear los servicios eléctricos y 100 millones se han visto obligados a recurrir a combustibles tradicionales —y más contaminantes— como el carbón para cocinar. En términos generales, la población mundial con acceso a la electricidad había aumentado un 91% en 2021, pero el ritmo se ha desacelerado y todavía unos 675 millones de personas, sobre todo de los países menos desarrollados y de África subsahariana, no tienen acceso.

Y esta insuficiente transición hacia energías más limpias es una de las consecuencias del calentamiento global. Según los últimos datos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el mundo ya es 1,1 grados centígrados más cálido que en la época preindustrial y, si los gobiernos no aplican un giro drástico de rumbo, este aumento alcanzará los 1,5 grados a principios de 2030. “Si no se logra el objetivo 13 [Acción por el clima] y no se garantizan reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero, se producirá un cambio climático peligroso para los seres humanos y todos los seres vivos”, inciden los científicos. Según recuerdan, las consecuencias de este aumento de las temperaturas ya son evidentes, con “secuencias sin precedentes de huracanes, incendios forestales, inundaciones y estrés térmico”. El impacto en las poblaciones será devastador: hasta 216 millones de personas se verán obligadas a desplazarse dentro de sus países, según los cálculos del IPCC.

Por eso, insisten los autores del informe, las políticas destinadas a un cambio de rumbo son apremiantes. La lenta implementación de los ODS durante la primera mitad del proceso hacia el cumplimiento de la Agenda 2030 ha sido, precisamente, una de las principales causas que hizo que los países estuvieran menos preparados para este escenario descrito de múltiples crisis, recuerdan los autores del informe. “La elevada desigualdad, la falta de atención sanitaria universal y las redes de seguridad social inadecuadas dejaron a los grupos vulnerables aún más expuestos a los innumerables impactos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia de covid-19, mientras que los roles desiguales de género impusieron una carga enorme a las mujeres”, alertan. Por otro lado, aquellos países que no invirtieron en agricultura o en la diversificación de sus fuentes de energía sufrieron más el aumento del precio de los alimentos y de los combustibles. Es decir, si el avance hacia la Agenda 2030 hubiera sido más rápido, el mundo habría afrontado mejor las crisis de los tres últimos años. Y ahora que faltan solo siete años para que cumpla el plazo de la Agenda 2030, advierte Guterres, es necesario “mucho más esfuerzo, inversión y cambios sistémicos”.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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