Nigeria declara la emergencia por fiebre de Lassa

El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades del Gobierno de Nigeria (NCDC, según sus siglas en inglés) declaró este miércoles el nivel dos de emergencia ante el aumento “sin precedentes” en el país de casos de fiebre de Lassa, de origen vírico que puede llegar a causar derrames pulmonares, hemorragias bucales, nasales, vaginales o gastrointestinales e hipotensión. Solo en las primeras tres semanas de enero se identificaron 244 casos confirmados y 37 muertos, lo que sitúa a Nigeria en un riesgo muy alto de aumento de la transmisión de esta enfermedad, según informó el doctor Ifedayo Adetifa, director general del NCDC, dependiente del Gobierno. La declaración de emergencia supone la activación de un centro nacional de operaciones para coordinar y fortalecer las actividades de respuesta ante el brote.

El último informe del NCDC sobre la fiebre de Lassa, publicado el pasado 22 de enero, ya alertaba del incremento de contagios frente a años anteriores, con una tasa de letalidad del 15,1% y casos en 16 de los 36 estados del país, además de la capital federal, Abuya. En concreto, los territorios más afectados son Ondo y Edo, en el sur, con 90 y 89 contagios en enero, respectivamente. La enfermedad también se extiende por Bauchi, Taraba, Benue, Ebonyi, Nasarawa, Plateau, Kogi, Anambra, Delta, Oyo, Adamawa, Enugu, Imo, Kogi y la citada Abuya.

En todo 2022 se identificaron 1.038 casos confirmados y 183 muertos en un total de 111 municipios pertenecientes a 27 estados del país y de nuevo fueron Ondo, Edo y Bauchi los más afectados, con el 71% de los casos. El grupo de edad con más afectados fue el de las personas entre 21 y 30 años, según el NCDC.

En todo 2022 se identificaron 1.038 casos confirmados y 183 muertos en un total de 111 municipios de Nigeria

La fiebre de Lassa es endémica en Nigeria y en otros países de África occidental, sobre todo Sierra Leona, Liberia, Guinea, Benín, Togo y Ghana. El pico de casos suele producirse en la estación seca, entre los meses de diciembre y abril. Ante la preocupante evolución de la enfermedad el año pasado, el NCDC, dependiente del Gobierno nigeriano, ya adoptó varias medidas en noviembre como la compra de medicamentos adicionales, la preparación de instalaciones adecuadas y el despliegue de equipos de respuesta rápida para hacer un seguimiento de contactos, manejo de casos, sensibilización y trabajo comunitario.

Se trata de una fiebre vírica hemorrágica provocada por el virus de Lassa que se transmite a los humanos a través del contacto con animales o utensilios domésticos contaminados con la orina o las heces de ratas del género Mastomys, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El reservorio natural del virus es la rata africana de pelaje suave, presente en numerosos países del continente, aunque otros roedores también pueden ser vectores de transmisión. El incremento de casos coincide con el periodo posterior al ciclo de reproducción de las ratas, que se da con la estación húmeda entre mayo y noviembre.

Además del contagio por contacto con objetos contaminados, el virus también se transmite entre los seres humanos por contacto con fluidos de personas enfermas. La OMS asegura que el 80% de los casos son asintomáticos, pero que en una de cada cinco personas se manifiesta con fiebre, dolor de cabeza y muscular, vómitos y diarreas y, en los casos más graves, disfunción multiorgánica y hemorragias. El diagnóstico precoz es fundamental a la hora de abordar los brotes y Nigeria había logrado mejorar su capacidad de respuesta en los últimos años. Sin embargo, los esfuerzos realizados en la atención de la covid-19 en detrimento de otras enfermedades, las desigualdades en las posibilidades de atención entre unos estados y otros, y la aplicación insuficiente de medidas de prevención son factores que han contribuido al agravamiento del brote actual, según la OMS.

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