El primer ministro checo compró en secreto lujosas propiedades en la Riviera francesa a través de empresas en paraísos fiscales
El político ha sido acusado de usar fondos públicos europeos para comprar un complejo turístico de lujo de forma ilegal
Andrej Babis, el primer ministro checo, un político multimillonario, populista y conocido por sus ataques a las élites y la clase dirigente, movió 22 millones de dólares a través de empresas radicadas en paraísos fiscales para adquirir, en 2009, lujosas propiedades inmobiliarias en la Riviera francesa manteniendo su propiedad en secreto.
El Château Bigaud, de unos 38.000 metros cuadrados, cuenta con cinco habitaciones y está enclavado entre ruinas medievales y bosques frondosos. Es una joya oculta de Mougins, el pueblo en lo alto de una colina en el que Picasso pasó los 12 últimos años de su vida. En enero, los registros públicos mostraban que el castillo pertenecía a una filial de una de las empresas de la que Babis era propietario indirecto. En la época en que compró su château en francia la prensa checa informaba de que su conglomerado empresarial era el dueño de un complejo de lujo en el sur de Praga financiado supuestamente gracias a millones de dólares de la UE para pequeñas empresas. Las autoridades europeas descubrirían más tarde “irregularidades” en la manera en la que la empresa de Babis consiguió los fondos.
Los documentos que revelan el uso de paraísos fiscales de Bavis forman parte de los Papeles de Pandora, más de 11,9 millones de archivos secretos conseguidos por el ICIJ procedentes de 14 bufetes de abogados y empresas de servicios profesionales de paraísos fiscales que constituían, vendían y se encargaban de tramitar empresas instrumentales y fondos fiduciarios para clientes adinerados, entre los que se incluían líderes políticos, magnates de la industria y, a veces, delincuentes. Los documentos – que incluyen informes de transacciones sospechosas, auditorías confidenciales, correos electrónicos y contratos de préstamo – ofrecen un amplio análisis de un sector que ayuda a los ultrarricos del mundo, a los cargos del Gobierno poderosos y a otras élites a ocultar billones de dólares a las autoridades fiscales, a los fiscales y a otros.
La propiedad del castillo francés de Babis y las transacciones en paraísos fiscales que ocultaban su participación no se habían hecho públicas antes. No hay pruebas de que la adquisición del castillo esté vinculada con el subsidio. Pero la compra del Château Bigaud contrasta mucho con la cuidadosa imagen cultivada por Babis como el primer ministro que aplicó medidas severas contra la evasión fiscal.
Los expertos entrevistados por el ICIJ afirman que el entramado de empresas en paraísos fiscales que empleó Babis habría servido para reducir su factura fiscal y ocultar a la ciudadanía que era el dueño de la propiedad. Los formularios de declaraciones de bienes obtenidos por Investigace.cz, el colaborador checo del ICIJ, muestran que ni la propiedad del castillo ni las empresas implicadas en su propiedad aparecen en los documentos que Babis ha declarado, como solicita la legislación checa, desde su salto a la política.
El primer ministro checo no ha respondido a las peticiones para que comentar la inforación. La oficina de Babis suspendió la acreditación de prensa de los tres colaboradores del ICIJ, Investigace.cz, Le Monde y la cadena alemana NDR para un acto de campaña.
Petr Jansky, un economista experto en evasión fiscal de la Universidad Carolina de Praga, afirma que, hablando en general del uso de empresas en paraísos fiscales por parte de líderes electos, los cargos públicos deberían “dar ejemplo”.
Casero secreto
Babis, de 67 años, es hijo de un alto cargo de Comercio en la Checoslovaquia de la época comunista, y fue educado en colegios de élite en París y en Ginebra. Después de licenciarse, siguió los pasos de su padre en el comercio internacional, y consiguió un trabajo en los ochenta como vendedor de fertilizantes en Petrimex, que por aquel entonces era una empresa química estatal.
Es el dueño de Agrofert, un antiguo oligopolio checo, que llegó a tener más de 250 filiales en 18 países
En 1993, después de la caída del comunismo y de que Checoslovaquia se dividiera en la República Checa y Eslovaquia, Babis se hizo cargo de la unidad checa de Petrimex. Cambió el nombre de su empresa y la llamó Agrofert, y la utilizó para comprar docenas de empresas de propiedad estatal a unos precios que el propio Babis reconocería más tarde que eran bajos. Agrofert acabó teniendo más de 250 filiales en 18 países, y llegó a controlar varios sectores de la agricultura checa. La revista Forbes publicó que Babis se convirtió en el segundo hombre más rico del país.
En 2009, cuando continuaba la ola de adquisiciones de Agrofert, el sitio web de noticias checo Tyden reveló que Babis era el propietario secreto de un complejo llamado Capi hnizdo (El nido de la cigüeña) en las afueras de Praga, que había recibido más de dos millones de dólares en fondos de la UE. El semanario checo Ekonom destapó que este complejo era propiedad de una empresa pantalla que a su vez estaba controlada a través de unas acciones al portador, un tipo de títulos en los que los propietarios no aparecen en ningún registro público.
Los medios de comunicación informaron de que el propietario real de las acciones al portador era Agrofert, el conglomerado de Babis, por lo que el El nido de la cigüeña no habría podido recibir fondos de la UE. Babis justificó más tarde que los propietarios de las acciones eran sus hijos y un familiar. Agrofert ha recibido más de 58 millones de dólares en subsidios de la UE para empresas a través de procedimientos convencionales desde 2007, según una auditoría de la Comisión Europea.
Se hizo con un complejo turístico, bautizado como “el nido de la cigueña”, gracias a fondos de la UE para pequeñas empresas
Los documentos filtrados muestran que, cuando empezaron a aparecer en la prensa checa, en 2009, los detalles sobre el papel oculto de Babis en el complejo de lujo, sus asesores comenzaron a elaborar un plan para canalizar su dinero hacia la compra del castillo francés. En julio de 2009, Babis contrató a al bufete panameño Alemán, Cordero, Galindo & Lee, (Alcogal), una firna de abogados que está en el centro de los Papeles de Pandora. Su lista de clientes incluye al grupo Trump, entre otros.
Un mero directivo de empresa
En documentos confidenciales de Alcogal, los empleados de la oficina del bufete de abogados de las Islas Vírgenes Británicas (IVB) indicaron que la profesión de Babis era simplemente “directivo de empresa”, sin nombrar a Agrofert. Procedieron a crear una empresa instrumental en este paraíso fiscal llamado Blakey Finance Ltd., y otra en Washington, D.C. llamada Boyne Holding LLC. Esta última era, a su vez, propietaria de una empresa de gestión inmobiliaria en Mónaco llamada SCP Bigaud.
Los registros del Distrito de Columbia muestran que Boyne Holding identifica a su propietario como Jakub Sip, un abogado checo que trabaja para las empresas controladas por Babis. Los Papeles de Pandora revelan que Babis era el dueño de Boyne Holding cuando se constituyó. En respuesta a las preguntas del ICIJ, señala: “Todas las operaciones empresariales de las respectivas empresas se realizaban totalmente de acuerdo con la interpretación actual de las leyes relevantes como recomiendan sus renombrados asesores fiscales y legales”.
En noviembre de 2009, Babis inyectó 22 millones de dólares en su empresa de las Islas Virgenes, Blakey Finance, según los correos electrónicos entre los abogados panameños y franceses de Babis, que aparecen en la investigación periodística. Los fondos se transfirieron entonces a su empresa en Washington, que los reenvió a su filial de Mónaco, SCP Bigaud.
Utilizaba las empresas situadas en Islas Vírgenes, Washington y Panamá para comprar propiedades mediante préstamos entre ellas lo que dificultaba seguir el rastro del dinero
Los documentos señalan que la transferencia de la empresa de Washington a la de Mónaco es “un préstamo paralelo… directamente con la finalidad de financiar la adquisición del bien inmobiliario”. Según los documentos, esa adquisición incluyó al final 16 propiedades en Mougins, entre ellas el Château Bigaud. El chalé de dos pisos contaba con una sala de billar, un cine, una sala de fitness con una ducha, una sauna y una bodega. La propiedad también tenía un garaje con espacio para tres vehículos, una piscina y una casita para los guardeses, y también una casa adicional con tres habitaciones conocida como Casa Bigaud, con su propia piscina.
Los documentos del Registro de la Propiedad francés conseguidos por Radio France, colaboradora del ICIJ, confirman que la propiedad fue adquirida por la empresa de Mónaco, SCP Bigaud. Babis aparece en un documento hipotecario como “director de la empresa” SCP Bigaud. Unos meses después, en abril de 2010, la empresa monegasca de Babis compró un terreno contiguo con un préstamo de 2,3 millones de su empresa instrumental de las Islas Vírgenes.
Los registros franceses también muestran que Babis, a título individual, y su empresa de Mónaco, SCP Bigaud, poseían acciones en una segunda empresa registrada en Mónaco llamada SCP Porte des Iles. A finales de 2010, SCP Porte des Iles compró siete propiedades por valor de 6,7 millones de dólares a pocos metros del castillo, incluida una villa de dos plantas con piscina y garaje.
La estructura, formada por una serie de empresas ficticias en las Islas Vírgenes Británicas, Washington y Mónaco, reduce la carga fiscal del propietario sobre las ganancias de capital, según los expertos consultados por el ICIJ y sus socios. Esa estructura también serviría para ocultar al verdadero dueño de las propiedades, según Leopoldo Parada, profesor de Derecho fiscal internacional en la Universidad de Leeds, en Inglaterra.
En una comprobación rutinaria, según muestran los Papeles de Pandora, altos cargos de Alcogal afirmaron en un correo electrónico confidencial que Babis “no tiene intención de entrar en política”. Las leyes de las Islas Vírgenes y de otros países exigen que los bancos y las empresas de servicios de gestión presten especial atención a los clientes que son cargos públicos o que tienen conexiones con políticos o cargos del gobierno, porque se considera que corren el peligro de estar involucrados en sobornos u otros delitos.
El Trump checo
Babis también compró uno de los mayores grupos de medios de comunicación de la República Checa, MAFRA, que incluía diarios y emisoras de radio populares y llegaba a más del 15% de la población del país, según un estudio. En octubre de 2013, el partido de Babis, ANO, obtuvo el 18,65% de los votos en las elecciones nacionales, el segundo partido más votado. Al cabo de pocos meses, Babis fue nombrado ministro de Hacienda. Prometió luchar contra la evasión fiscal.
Los documentos confidenciales muestran que, a medida que despegaba la carrera política de Babis, sus asesores legales panameños empezaban a considerarlo una persona expuesta políticamente (PEP). Uno de los principios de PEP impone obligaciones de comprobaciones debidas a los abogados y a los proveedores de servicios en paraísos fiscales por el riesgo de que se abuse de la influencia política del cliente.
Según las leyes de las Islas Vírgenes, la nueva condición de Babis como cargo público exigía que Alcogal revisara la información sobre él y decidieran si mantenían como clientes a Babis y a su empresa en las Islas Vírgenes, Blakey Finance. En un formulario de “evaluación de riesgos” fechado el 1 de octubre de 2014, los responsables de Alcogal respondieron “SÍ” a las preguntas sobre si tenían información negativa sobre Babis o los directivos de su empresa y si alguno de ellos era “conocido o sospechoso de alguna actividad delictiva o sospechosa por parte de alguna autoridad regulada”.
La evaluación ampliaba las conclusiones indicadas por los directivos de Alcogal dos años antes en el sentido de que había un “alto riesgo” de que su empresa estuviera “involucrada en el blanqueo de capitales y/o la financiación del terrorismo”. Pero Alcogal lo mantuvo como cliente. Alcogal señaló que “realiza una diligencia debida reforzada sobre los clientes calificados como clientes de alto riesgo”. “Como norma general”, afirmaba el bufete, “ser clasificado como PEP no descalifica automáticamente a esa persona para ser considerada como cliente de un proveedor de servicios en cualquier sector”.
En calidad de ministro de Hacienda, Babis estaba obligado por la ley checa a revelar su patrimonio. Ese requisito se aplica a las acciones en empresas en paraísos fiscales y a todos los beneficios derivados de las actividades de las empresas, según los expertos consultados por el ICIJ.
En enero de 2015, meses después de la última evaluación de riesgos de Alcogal, Blakey Finance, la empresa de Babis en las Islas Vírgenes, se disolvió, según los documentos filtrados. En dichos documentos no hay ninguna explicación para la desaparición de la empresa. Ese mismo año, se informó de que la policía checa había abierto una investigación sobre lo que la prensa llegó a llamar el “asunto del Nido de la Cigüeña”. Los investigadores querían saber cómo el complejo turístico de Babis en las afueras de Praga había obtenido más de dos millones de dólares en subvenciones de la UE. Hacia finales de 2015, la oficina antifraude de la Comisión Europea también había iniciado una investigación.
Actividad sospechosa
Lo mismo había hecho Alcogal, según los documentos. En julio de 2016, el bufete panameño presentó un “informe de actividad sospechosa” ante la Agencia de Investigación Financiera de las Islas Vírgenes, en el que se indicaba que Babis estaba siendo investigado en Europa. “Presunta actividad delictiva: fraude”, se señala en el informe confidencial. Alcogal renunció a tener a Babis como cliente el mismo día que presentó el informe.
El organismo de las Islas Vírgenes no respondió a las preguntas del ICIJ sobre si transmitió esa información a las autoridades europeas. Ese mismo mes, mientras sus empresas en paraísos fiscales estaban siendo examinadas, Babis asistió a reuniones con otros ministros de Hacienda de la UE. Los puntos del orden del día incluían la lucha contra el fraude y la evasión fiscal, así como el establecimiento de acuerdos de transparencia con países como Mónaco.
En mayo de 2017, el presidente checo, Milos Zeman, sustituyó a Babis como ministro de Hacienda en medio de acusaciones de que Babis había eludido impuestos. Babis negó cualquier infracción y dijo que las acusaciones habían sido lanzadas por sus adversarios políticos. En octubre de ese mismo año, el partido ANO ganó las elecciones nacionales. Babis se convirtió en primer ministro. Poco después de jurar su cargo, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude hizo públicas las conclusiones de su investigación sobre el Nido de la cigüeña, alegando que una de las empresas de Babis había incurrido en declaraciones falsas en una solicitud para una subvención, con lo que obtuvo fondos públicos para el complejo turístico de lujo de forma ilegal. “La investigación reveló que los representantes del beneficiario [...] habían proporcionado información falsa y ocultado datos importantes a la autoridad de gestión del programa operativo”, según el informe del organismo.
A finales de 2019, una auditoría independiente de la Comisión Europea descubrió que el primer ministro tenía un importante conflicto de intereses. Pese a haber transferido sus participaciones a dos fondos fiduciarios, había seguido controlando su conglomerado y Agrofert seguía recibiendo fondos de la UE, según Bruselas.
Por otro lado, las empresas de gestión inmobiliaria de Babis en Mónaco, titulares del Chateau Bigaud y de la villa de dos pisos, habían cambiado de propietarios. En las cuentas anuales de 2018, SynBiol, la empresa de Babis propietaria del Nido de la cigüeña, anunció la adquisición de SCP Bigaud y SCP Porte des Iles, incluyéndolas entre sus filiales. El restaurante Paloma cerró tras declarar pérdidas millonarias.
En agosto, a raíz de una nueva auditoría en la que estaba implicado el primer ministro, la Unión Europea amenazó con detener algunos desembolsos de subvenciones a la República Checa hasta que el país realizara cambios sistémicos en la legislación sobre conflictos de intereses.
Al mes siguiente, Babis presentó oficialmente su nuevo programa político en un discurso en una ciudad industrial situada al norte de Praga. Empleando una retórica nacionalista y antieuropea, prometió a los votantes que, de ser reelegido, subiría las pensiones, no los impuestos. “Esta es la última oportunidad de votar a Babis”, afirmaba, “la última oportunidad de proteger los intereses nacionales, nuestro nivel de vida, nuestra cultura y singularidad”.
Está previsto que las elecciones nacionales checas, en las que está en juego el cargo de primer ministro de Babis, se celebren los días 8 y 9 de octubre.
Con información de: Pavla Holcova, Hana Čápová y Zuzana Sotova (Investigace.cz), Petra Blum (Westdeutscher Rundfunk), Abdelhak El Idrissi (Radio France), Lisa Hagen y Kira Gantner (Norddeutscher Rundfunk), Rory Tinman y James Oliver (BBC)
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