Ir al contenido
_
_
_
_
Cartas al Director
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El día que cerró el quiosco de mi calle

Los lectores y las lectoras escriben sobre la lenta desaparición de los vendedores de prensa, el juicio al fiscal general del Estado y la adquisición del Atlético de Madrid por un fondo de inversión estadounidense

Este domingo cerró el quiosco de mi calle. Su propietario, Jorge, llevaba meses diciendo que la cosa iba mal. Hace poco me comentó que en un año cerraba seguro. No le salían las cuentas. En su quiosco, al lado del Parque de Berlín, en Madrid, se podían encontrar libros, CDs, vídeos, bolsos, mecheros, camisetas... “Un día”, le dije, “compraremos aquí el pan y la leche”. Sus clientes somos (éramos) personas mayores. Y compraban sobre todo La Razón y Abc, porque en este barrio se vota a la derecha. Al lado del quiosco hay un café muy trendy. Nunca vi a ningún joven adquirir allí un periódico y disfrutarlo con su café. El domingo Jorge se me echó a llorar cuando le pregunté si podía darle un beso de despedida. Llevaba, me dijo, 32 años vendiendo periódicos. Ahora vuelve a su primer empleo, carnicero. Ha tenido suerte de encontrar otro trabajo. Y, mientras, me sorprendo cada vez que veo alguien con un periódico por la calle. Es ya una rareza y, a la vez, una señal de identidad. Somos los restos de la era Gutenberg. Somos digitales, sí, no todos, pero el papel nos recuerda que hubo un tiempo en que tu periódico de papel te definía y te hacía formar parte de una comunidad.

Aurora Mínguez Santos. Madrid

Respetar la presunción de inocencia

Algunos fiscales parecen coincidir con la acusación particular del Partido Popular y se han rasgado las vestiduras, muy ofendidos, porque creen que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha interferido en la justicia al declarar, antes de que se dicte sentencia, que está convencido de que Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, es inocente. Y lo proclaman sin sonrojo y sin percatarse (y esto sí que es un olvido imperdonable) de que, mientras no se dicte una sentencia condenatoria, el fiscal general del Estado es inocente. En esto consiste el derecho a la presunción de inocencia que para quienes lo acusan y para quienes les gustaría su condena, no parece existir. ¿Creerán también ellos que proclamar antes de la sentencia su inocencia es una amenaza? ¿No será al contrario?

María Teresa Caravaca de Juan. Sevilla

¿Dónde ha quedado el romanticismo en el fútbol?

Hace mucho tiempo que el futbol profesional masculino perdió, en mi opinión, todo su sentido de la ética. Tan solo —y por aquello de una cierta justicia— había dos deudas que el fútbol debía saldar, aunque uno no fuera seguidor de estos equipos: un mundial para Holanda y una Copa de Europa para el Atleti. Hoy, ante la noticia de los miles de millones de euros que invertirá un fondo en ese club, una de las dos se aleja emocionalmente de mí. De hecho, el único torneo a mi juicio que tiene fútbol en su definición más honesta es la Copa del Rey. Un torneo donde cualquiera puede eliminar a cualquiera. Un aljibe de emoción al margen de la sobreexplotación del balón. Antes había dinero y negocio por supuesto pero, siendo desmedido, no era ni de lejos este nivel de absurdo económico que impera en la actualidad. Algunos decimos basta y esperamos, dentro del futbol masculino, una Copa del Rey que nos remita a otros tiempos en los que ciertas cosas merecían la pena.

Juan Luis López Pérez. Totana (Murcia)

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_