_
_
_
_
RED DE REDES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Groenlandia siempre ha sido americana

En redes podemos encontrar argumentos para cualquier ocurrencia, por disparatada que sea. Solo hay que buscar un poco

Greenland
Ilulissat, Groenlandia, en una imagen del pasado julio.Sean Gallup (Getty Images)
Jaime Rubio Hancock

Una de las mejores cosas de internet es que ha hecho mucho más fácil encontrar a gente con intereses compartidos. Da igual si hablamos de relojes de los años setenta, de las novelas de P. G. Wodehouse o de la mejor forma de preparar un café en 57 cómodos pasos… Todo tiene sus foros, sus cuentas de Instagram y sus tutoriales en YouTube.

También es fácil encontrar argumentos para defender cualquier idea, por absurda que parezca. Lo explican muy bien en The Atlantic el periodista Charlie Warzel y el investigador en comunicación Mike Caulfield: más que una lavadora de cerebros, internet es, sobre todo, una máquina expendedora de justificaciones.

Ellos ponen el ejemplo de la insurrección del 6 de enero de 2021: los seguidores de Trump creyeron todas las teorías de la conspiración que surgieron tras el asalto al Capitolio, como que había sido una operación conjunta de los antifa y los demócratas. No es que los propagandistas republicanos fueran tan hábiles como para hacer creer esas mentiras a tanta gente, sino que esa gente buscaba mentiras para seguir creyendo que Trump era el bueno de la película.

Warzel y Caulfield aclaran que la tendencia a buscar justificaciones no es un rasgo exclusivo de los populistas (aunque se les da especialmente bien), sino universal. No somos seres imparciales y racionales, sino que preferimos defender las ideas que ya traíamos de casa. E internet nos lo pone fácil para no tener que cambiar de opinión: es sencillísimo encontrar tuits o titulares que nos aseguran que estamos en lo cierto.

No es un hallazgo nuevo. En su libro No hemos sido engañados, el psicólogo Hugo Mercier explica que las noticias falsas y las teorías de la conspiración no convencen a nadie o a casi nadie. Es al revés. Somos nosotros los que ya creemos en esas ideas, o en algunas parecidas, y solo buscamos algo que nos ayude a seguir por ese camino. Nos creemos lo que encaja con nuestras intuiciones previas y lo que podemos justificar ante los demás. Y ahora podemos justificar casi cualquier cosa.

Pensemos, por ejemplo, en la dana de Valencia. Pudimos encontrar argumentos para todo, desde lo más razonable, estuviéramos o no de acuerdo (Mazón debe dimitir, Sánchez no reaccionó a tiempo) a las hipótesis con menos base, como la de los coches llenos de gente atrapada en el aparcamiento del centro comercial Bonaire.

Más: ¿creemos que Begoña Gómez es culpable (o inocente), pero no tenemos claro por qué? Busquemos el tuit o el titular que nos ayude a seguir creyéndolo. ¿Queremos pensar que el terrorista de Magdeburgo no simpatizaba con la extrema derecha, como dijo? No hay problema, seguro que en X nos dan razones para mantener nuestras creencias. ¿Trump tiene razón cuando dice que puede comprar o invadir Groenlandia, entre otros astutos planes geopolíticos, y no es solo otro disparate para llamar la atención y sembrar el caos? Claro, ¿por qué no? Trump ni siquiera ha sido el primer presidente en proponer la compra de la isla, que ya intentó en 2019. Harry Truman (demócrata) hizo una oferta en 1946: 100 millones en oro, también por seguridad: la ruta polar más corta entre Moscú y Washington pasa por ahí. Y el calentamiento global hace que los trayectos marítimos por el Ártico sean más fáciles y frecuentes (si alguien no cree en la crisis climática, puede ignorar esta razón). Y eso por no hablar de que es una región rica en minerales raros. ¿Por qué no se va a poder comprar? Es como un solar, pero muy grande. Estados Unidos ya compró Luisiana a Francia, Alaska a Rusia y Florida a España. Todo el mundo quiere ser estadounidense (si le preguntas a un estadounidense). Y Groenlandia forma parte del continente americano. No sé, yo vendería.

Por supuesto, la verdad y la razón son importantes. Pero hay verdades y verdades. Yo no me puedo plantar en medio de la autopista y decir que los coches no existen porque en este caso la verdad me alcanzará (en forma de camión). Pero hay otras verdades que puedo ignorar, al menos durante un tiempo. En fin, Trump dice que en Groenlandia son muy fans suyos, ¿y quién no iba a serlo?


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jaime Rubio Hancock
Redactor en Ideas y columnista en Red de redes. Antes fue el editor de boletines, ayudó a lanzar EL PAÍS Exprés y pasó por Verne, donde escribió sobre redes sociales, filosofía y humor. Estudió Periodismo y Humanidades, y es autor de los ensayos '¿Está bien pegar a un nazi?' y 'El gran libro del humor español', y de la novela 'El informe Penkse'.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_