Contar parados
Algunos medios insisten en buscar desempleados “ocultos” en las cifras oficiales de empleo y afiliación
Los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social muestran que en España, al cierre de febrero, había 20,71 millones de trabajadores después de crearse ese mes 103.621 empleos, que permitieron reducir el paro en 7.452 personas para dejarlo en 2,76 millones, según datos de los ministerios de Seguridad Social y de Trabajo. Es la menor cifra en un mes de febrero desde 2008. Otras mediciones, la EPA del INE y las de organismos internacionales como la Comisión Europea o el FMI, muestran ligerísimas diferencias de pocos miles de parados. Esos son los datos limpitos de polvo y paja, pero en algunos medios la información económica es materia prima de la desinformación.
Abc publicó el sábado en portada: ″700.000 parados más de los que reconoce Yolanda Díaz”. La pieza, que firmaba Gonzalo D. Velarde, aseguraba que “el paro real llega a 3,5 millones de personas, un 27% más que el registro oficial del Gobierno”. Es falso. La EPA, que es la estadística reconocida a nivel internacional, que elabora el INE (no el Gobierno) y que sigue las indicaciones metodológicas de la Oficina de Estadísticas de la Comisión Europea (Eurostat), está fuera del control de la ministra de Trabajo, al contrario de lo que asegura Abc.
El diario que dirige Julián Quirós, a quien Godofredo Achenwall, padre de la estadística moderna, guarde muchos años, usa “parados registrados”, un registro que se hace para calcular prestaciones sociales y que sumaba al final del último trimestre del año pasado (último dato disponible) 2,734 millones de parados frente a los 2,831 que calculaba la EPA en ese momento. A esos “parados registrados”, usando una fórmula y unos criterios propios que podríamos llamar “metodología antes muerta que sencilla”, Abc suma más de 700.000 parados adicionales para llevar la cifra total por encima de los 3,5 millones de parados.
¿De dónde saca Abc esos 700.000 parados que supuestamente el Gobierno oculta? De los ahora famosos “fijos discontinuos”. Ninguna metodología internacional ni nacional los cuenta como parados y no fueron creados por la última reforma laboral. Tampoco Abc los contaba como parados durante los gobiernos de Mariano Rajoy, cuando ya rondaban los 300.000. Entonces le valía la EPA. Ya no. Cuando gobierne de nuevo el PP, ¡alehop!, le valdrá otra vez.
Abc no está solo. Vozpópuli sigue la cifra de los 700.000 que da el diario de Quirós en un titular de Beatriz Triguero que acusa al Gobierno de “ocultar a uno de cada cinco parados”, aunque no sea el Gobierno quien elabora la EPA, que es lo supuestamente manipulado. Pero la palma se la lleva Enrique Morales en The Objective. A la hora de inventar, este digital es como los filetes baratos de la cantina universitaria de mis tiempos: frío, duro y con nervios de acero. Como 700.000 debió de parecerle un número feo, le añadió 300.000 para poder titular “un millón”, que es una cifra más llamativa, mucho más que los 985.000 que, según Javier Esteban contaba el año pasado en El Economista, había detectado “Bruselas”.
El octavo mandamiento dice “no mentirás”, pero puestos a inventar, al menos que quede bonito, así que mejor un millón. Morales dice que hay dos tasas de desempleo: la oficial y “la oculta” (la que da Iker Jiménez). También dice que los fijos discontinuos (que existen desde hace décadas) son “una nueva modalidad” de contratos y llega a inventarse, como Esteban, que Eurostat considera parados lo que llama “holgura laboral”.
Eurostat no cuenta “parados ocultos” y solo divide a las personas en empleadas (trabajan), desempleadas (buscan trabajo) e inactivas (ni trabajan ni buscan trabajo, porque estudian, porque están enfermas o porque prefieren recorrerse en bicicleta las Ardenas belgas, que es lo que haría yo si no tuviera que estar leyendo porquería para que no lo hagan ustedes). Lo que Eurostat llama “holgura laboral” suma a los desempleados quienes podrían trabajar, pero no quieren; quienes trabajan, pero menos de lo que quisieran, y quienes buscan trabajo, pero no pueden trabajar de inmediato. Eurostat no mide “parados ocultos”.
El diario que dirige Quirós debe de pensar que los bulos son como el cerdo y que debe aprovechar todo. Así que la información falsa de Velarde le sirvió para publicar un editorial titulado Trampas al solitario con las cifras de empleo. Si el paro sube, mal. Si el paro baja, contamos que sube.
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