Paul Newman contra Vox

Hay una película que nos trae desde el baúl del mejor cine una batalla similar a la que ahora libran los ganaderos jaleados por Vox contra los principios de nuestra civilización. Hud, un filme de 1963 protagonizado por Paul Newman, nos muestra el choque contra el mundo de un granjero que se resiste a reconocer la enfermedad de sus reses. Detrás de ese choque, hay muchos más.

Hay en la película un respeto profundo a la naturaleza, a los animales, especialmente a los sementales con los que el granjero ha trazado una relación casi simbiótica. La sola escena del sacrificio animal es tan monumental que merece por sí misma dedicar un buen rato a esa película, con permiso de Paul Newman. También hay tensión sexual, hay enfermedad, hay rebelión, hay brutalidad, hay desamparo, hay desdicha y, sobre todo, un duelo a vida o muerte entre la trampa y la verdad. Entre la picaresca o la ley. Entre la vista gorda o la salud. Véanla. Y aunque la hayamos visto, volvámosla a ver.

Europa siempre imita las tendencias que llegan de EE UU con algunos años de retraso y hoy es el turno de la ultraderecha que asciende en la estela del trumpismo. En ese contexto hay que entender a Vox. Obviamente no enamora a nadie la moción de Ramón Tamames ni su programa electoral. Pero en la resistencia a las leyes, a los avances y a la pérdida de un modo de vida en que las trampas fluían sin tantas normativas, la ultraderecha encuentra su hábitat natural.

Por ello hoy Vox es un partido en ascenso que ha entrado en todos los parlamentos autonómicos que estaban en liza el 28-M y que aspira a consolidarse como fuerza determinante el 23-J. Sin que nadie lo pare. Y me explico.

¿Dónde estaban los gurús de la campaña del PSOE además de acosados por el debate sobre ETA y la compra de voto por correo? ¿Por qué no señalaron lo que estaba haciendo Vox en donde gobierna, que es en Castilla y León? Allí Vox impulsó en mayo una especie de amnistía a las vacas enfermas y a sus ganaderos al relajar los controles de la tuberculosis bovina, una medida que el Gobierno ha tenido que parar ahora por vía judicial. Y hoy defiende que “estamos llevando al extremo la salud pública”. ¿Y esos son los que nos van a gobernar?

¿Y por qué hablábamos de ETA y no de esto? En Hud, la realidad se impone de la mano de ese puñado de personajes golpeados por una suerte hostil. En nuestra película particular y a falta de Paul Newman: ¿se impondrá Vox?