ChatGPT, la nueva inteligencia artificial
Los lectores escriben sobre el uso de la IA en las escuelas, las noticias banales, la ley de bienestar animal y elogian una columna de Najat El Hachmi
Después del revuelo que ha causado entre la comunidad educativa, parece que el ChatGPT —un sistema generado por un robot capaz de responder preguntas— ha venido para quedarse. Al contrario de las escuelas de Nueva York y Los Ángeles, que han prohibido su uso para proteger la honestidad académica y preservar el desarrollo del pensamiento crítico, veo que en nuestro país algunos expertos son más partidarios de integrar esta herramienta en los contextos que lo permitan. Mi pregunta es si los alumnos no habrían de contar con un bagaje de base para filtrar esa información y calibrar su fiabilidad, aunque se dice de este chat que es capaz de arrojar datos de calidad aceptable sobre cualquier tema que se le pregunta. Es fácil imaginar el uso que los alumnos le puedan dar a la hora de hacer los deberes. Si se los hace la máquina, ¿cómo van a aprender sin un esfuerzo previo? ¿Esa herramienta va a servir para que los estudiantes puedan ahondar en cuestiones como el análisis, la interpretación y la validación?
Gema Abad Ballarín. Reus (Tarragona)
Una sociedad huera y banal
Cuando en una sociedad en la que en los canales de televisión de los programas vespertinos, en todos, la comidilla son las salidas nocturnas de Froilán o las desventuras amorosas de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en un momento en el que continúa el drama de la guerra de Ucrania y los refugiados y desplazados en ese y varios países, así como la hambruna y miseria en el orbe, amén de una inflación galopante que impide que millones de españoles económicamente no tengan para llegar a fin de mes, entonces te das cuenta de la sociedad huera en la que vivimos. Dirijamos las miradas y todos nuestros esfuerzos en la dirección de una sociedad y un mundo más justos, y que la humanidad prevalezca sobre lo prosaico y lo banal.
Francisco José Eguibar. Madrid
Ley de bienestar animal
Asisto estupefacta a la aprobación de la ley de bienestar animal y me pregunto cómo es posible que una ley así excluya de su amparo a los perros de caza, con seguridad los más maltratados. Mi sorpresa y malestar es comparable al que me hubiera producido la aprobación de una ley para defender a las mujeres de la violencia machista y exonerara de su cumplimiento a los proxenetas, dejando fuera de su protección a las prostitutas. No entiendo de caza, pero sé que los perros son seres sensibles, con independencia de si cazan o no.
Catalina Aparicio Villalonga. Palma
Las valientes columnas de Najat
Después de leer la magnífica columna de Najat El Hachmi Lo que me ofende de Marruecos, publicada en el ejemplar de EL PAÍS de este viernes, solo me queda formular un deseo: que nuestro periódico no solo no prescinda de esta colaboradora, sino que le ofrezca más espacios en los que pueda aportar a sus lectores sus siempre atinadas, lúcidas e imprescindibles opiniones sobre los más variados asuntos. Estimo que personas como ella enriquecen de día en día este medio.
Luis Santiago Téllez Pablo. Madrid
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