La calidad de la enseñanza
Los lectores escriben sobre la politización de la educación, el cuidado que debemos tener con las redes sociales, el paro de los camioneros y el uso de la bandera de España
Soy profesional de la enseñanza, reivindico una revolución académica, enseñanza práctica y útil para facilitar el aprendizaje, creo en la importancia de conocer las nuevas tecnologías como recurso y apoyo, pido libros de texto “ordenados”, contenidos objetivos sin politizar, arte y música, un espacio para zurdos, idiomas comunicativos sin tanta lingüística y con más habilidades... Exijo respeto por mis casi cuarenta años de trabajo vocacional. Me indigna que los políticos me utilicen como un títere y quieran manipularme. Mi formación continua recoge más de treinta cursos, entre los que destaco los de adaptación a la reforma educativa de los noventa, las novedades tecnológicas, la selectividad... He impartido clases al alumnado más diverso, desde primaria a profesorado, he asesorado tesis, he dirigido investigaciones... ¿Y siguen sin confiar en mí? Me frustra que conozcan tan poca historia de la pedagogía y piensen que van a inventar la sopa de ajo. Antes de la Guerra Civil, la escuela de Cataluña era pionera y, por supuesto, en català.
Xaro Mariscal. Vilassar de Dalt (Barcelona)
Cuidado con las redes
A priori las redes sociales parecen plataformas muy beneficiosas para el ser humano, pero ¿tenemos un consumo responsable de dichas herramientas? Aquí llega la controversia, claro que tiene muchas ventajas, pero poco se habla de la sobreexposición a estímulos virtuales que consiguen alejarnos de quien tenemos al lado y acercarnos a quien no está presente, a una generación insatisfecha, a relaciones descafeinadas, al cribado de las cookies, que una vez las aceptas te atiborran de consumismo. Nadie debería compararse con lo que ve ni ansiar lo que “nos venden”, porque acabaremos siendo una generación sensorialmente perdida y mentalmente aniquilada.
Marta Vargas Ruiz. Estepona (Málaga)
Parémonos a pensar
Tiene muy mala cara, está muy preocupado. Lleva tres semanas en huelga y no ve el fin. Tres semanas sin ganar un euro y pagando la deuda que adquirió cuando se “lio la manta a la cabeza” para comprarse su propio camión. En la rotonda, cerca de la casa de campo en la que estoy, he visto a sus compañeros impidiendo el tránsito de camiones. Por otro lado, veo pasar las mercancías que las grandes empresas reciben en camiones escoltados por la policía. Estos trabajadores no son asalariados, no tienen derechos laborales, ni paro, ni baja por enfermedad; tampoco son empresarios, pero se pagan su propio vehículo para trabajar. ¿No tendría que gestionarse este problema desde el Ministerio de Trabajo como se hizo con los riders?
Carmen Alonso Núñez. Madrid
¿La bandera es motivo de sanción?
Un alumno de secundaria, tras dibujar una bandera española en un trabajo, fue advertido por su profesora, aludiendo que eso podía ser motivo de “sanción grave” por politizar. La bandera, evidentemente, no venía a cuento, pero ¿que eso sea motivo de sanción? El pueblo de Estados Unidos se siente orgulloso de sus colores, y los franceses tienen su bandera en todas las aulas. Es una pena que la bandera española sea motivo de enfrentamiento o sanción en nuestro país, en lugar de fomentar la unión.
Pablo Trillo Yagüe. Valencia
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