_
_
_
_
Anatomía de Twitter
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Lo de Carla Simón es ‘molt fort’

Es como si hubiera una España politizada, omnipresente y casposa que monopoliza la conversación y otra invisible, casi inaudible, pero capaz de construir relatos nuevos con voluntad firme

La directora de cine Carla Simón posa con el Oso de Oro de la Berlinale, el miércoles.
La directora de cine Carla Simón posa con el Oso de Oro de la Berlinale, el miércoles.Vianney Le Caer (AP)
Nuria Labari

Y además es hermoso y es histórico y es alegre y es bueno. Carla Simón ha puesto contento a todo el mundo y no podía ser de otra manera. “Hace casi 40 años que una película española no ganaba el Oso de Oro en la Berlinale”, tuiteaba orgulloso Pedro Sánchez. Y va ella y lo consigue con 35 añitos, primera directora española en lograrlo además. Todo es nuevo, todo es fresco y todo es limpio en su cine. Hasta el catalán, lo cual aún resulta una sorpresa en algunos hilos de Twitter.

“Que raros son los alemanes… premiar una película en catalán sin respetar lo del 25%”, bromeaba Gonzalo Boye en un tuit con 6.000 likes. Aunque ya no es tan raro. Desde luego lo es menos que cuando Simón estrenó su primer largo, Estiu 1993, en 2017. “Es como si, de alguna manera, en mitad del conflicto pasara un chorro de aire fresco”, comentó entonces Andreu Buenafuente en una entrevista que recupera @mockudrames. Hablaba del primer largo de Simón —mejor opera prima en la Berlinale y Goya a la mejor dirección novel—. “Es que debería ser normal —grabar en tu lengua materna—”, respondía ella. “Es mi infancia, la viví en catalán ¿por qué buscar otro idioma?” Cinco años después estamos de enhorabuena por su premio, pero también porque la riqueza de las lenguas del Estado están más presentes que nunca. Y cada vez somos más los españoles que nos sentimos más cerca de los relatos que se construyen con las distintas lenguas del Estado que de las peleas políticas por poseer dichos relatos. Lo dice una que acaba de beberse el thriller gallego O sabor das margaridas y quiere seguir escuchando la ternura de esa lengua, por placer y por derecho.

Lo raro ya no es el idioma —menos mal— pero aún sorprende la temática elegida, la vida de Alcarràs en este caso, un pueblo por el que todo el mundo pasaba de largo. Pero también la mirada a los orígenes como forma de entender nuestro presente y la atención a las historias de aquellos a quienes la luz de la actualidad no alumbra. Simón vuelve a su pueblo con su obra y lo hace sin actores profesionales, recuperando las voces y las vivencias de un territorio. “26 kilómetros, 26 minutos en coche que separan el Alcarràs de Carla Simón del Zaidín de Mercè Ibarz de La tierra retirada”, tuiteaba la escritora María Sánchez recordando un libro publicado en 1994. “Aún no he visto la peli, pero no puedo evitar pensar en un diálogo con el territorio que seguro que tiene muchas cosas en común de las dos autoras”, aseguraba.

Es como si hubiera una España politizada, omnipresente y casposa que monopoliza la conversación y otra invisible, casi inaudible, pero capaz de construir relatos nuevos con voluntad firme. Nada más conocerse el premio, Francesca Sucreblai lamentaba la escasa atención que el galardón despertó. “El trending topic en estos momentos no es Alcarràs… no!!! Los TT son: Ayuso, Losantos, Cayetana, Margarita Robles, Federico, Cifuentes, Abascal…”. Y tenía razón. Aunque su tuit nos recuerda que España es más que el reflejo de lo que leemos en redes. Así, mientras la última crisis política monopoliza la conversación, millones de españoles siguen trenzando historias silenciosas, las de personas que pasan desapercibidas y buscan antes reconocerse a sí mismas que el reconocimiento ajeno. Personas como los agricultores de los que habla Carla Simón, que dialogarán pronto con todos nosotros. Enhorabuena, Carla, tu arte es molt fort.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Nuria Labari
Es periodista y escritora. Ha trabajado en 'El Mundo', 'Marie Clarie' y el grupo Mediaset. Ha publicado 'Cosas que brillan cuando están rotas' (Círculo de Tiza), 'La mejor madre del mundo' y 'El último hombre blanco' (Literatura Random House). Con 'Los borrachos de mi vida' ganó el Premio de Narrativa de Caja Madrid en 2007.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_