Todo sigue igual
Los lectores escriben de la presión social que sufren las mujeres, de quienes se aprovechan de la vulnerabilidad de los mayores, los cambios en la automoción y despiden a la escritora Almudena Grandes, fallecida este sábado
Dicen que todo ha cambiado, pero todo sigue igual. Las mujeres nos encontramos sometidas a un nivel de presión social que nos obliga a ser buenas en todo para tener una posibilidad ínfima de destacar en algo. Además, en muchas ocasiones, nos vemos eclipsadas por aquellos que no ponen tanto empeño en una tarea similar a la nuestra. Podemos distinguirlo en muchos de los sectores que se encuentran presentes en nuestra vida cotidiana. Algunos de ellos son casos lejanos, pero muchos otros los conocemos bien de cerca. Pasa en ámbitos artísticos y audiovisuales; nadie se salva de vivirlo en sus propias carnes o en aquellas próximas. Las mujeres queremos tener el derecho a equivocarnos, a realizar tareas mediocres que lleguen (o no) a un destino mayor; a poder dirigir y crear proyectos que obtengan un mayor número de oportunidades que, en la actualidad, todavía no están a nuestro alcance. No pararemos hasta conseguirlo.
Marta Estévez. El Prat de Llobregat (Barcelona)
Insistían, insistían y acabó cediendo...
Deja entrar a dos hombres a casa. Están entrenados. Ella está desconcertada. Dice no, no. Ellos insisten. No recuerda cuántas veces dice no. Se siente pequeña. Hablan, insisten. No. No. Y al final cede. Quiere que se vayan, que acabe, que la dejen. Y cede. Y firma un contrato de compra de un robot de cocina y otro de limpieza, junto con dos fantásticas almohadas de regalo. Todo por 40 euros en 60 cómodas cuotas con (¡qué comodidad!) los intereses incluidos. Ella es mi madre. Tiene 80 años. Cuando empiezo a articular el discurso “¿Cómo se te ocurre abrir la puerta?”, me paro. Ella es la víctima. Ella dijo que no, que no le interesaba nada de lo que le ofrecían. Y pienso la culpa no es de atender el teléfono, abrir la puerta, pasear a solas... El culpable es siempre quien se aprovecha de la vulnerabilidad.
Loreto Herrero Imbert. Palma de Mallorca
¿Cambios a mejor?
Los automóviles han cambiado mucho desde hace 20 años. Ahora puedes conducir uno en el que no necesites cambiar marchas. Incluso se han creado algunos coches que no necesitan conductor, lo que hará las carreteras mucho más seguras. Sin embargo, ese cambio me desagrada, ya no podrás ni siquiera sentir el tener el control de tu coche. Deberíamos dejar a las tecnologías que nos ayuden, no que nos sustituyan.
Eduardo Diosdado. Madrid
Descanse en paz, Almudena Grandes
Nos ha dejado una gran escritora y gran persona. Es difícil encontrar a alguien que escriba con tanta claridad, valentía y lucidez y que plasmase en su escritura el pensamiento de muchos con las palabras adecuadas. Echaremos de menos sus columnas de opinión en EL PAÍS y también su pasión por el Atleti, con la que yo me identifico. Siempre nos quedará su obra. Ánimo a la familia. Descanse en paz, Almudena Grandes
Vicente Fuentes Paraíso. Madrid
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