Maniobras en Andalucía
La expectativa de un adelanto electoral se abre tras la ruptura de negociaciones sobre los últimos presupuestos de la legislatura
Desde el momento en que aprobó los presupuestos para 2021, el Gobierno de Moreno Bonilla barajaba la idea de una prórroga para el último año de legislatura, dado que el clima preelectoral haría muy difícil la negociación con su socio de gobierno, Ciudadanos, y con Vox, que había apoyado las tres anteriores cuentas públicas. El mapa pareció moverse en septiembre, cuando el nuevo líder del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, rompió los esquemas al ofrecer a Moreno Bonilla una negociación para aprobar sus últimas cuentas de la legislatura. Afirmaba así su liderazgo en el PSOE andaluz, cobraba un protagonismo que necesitaba de forma urgente y rompía el dualismo frentista que domina la política nacional y que el mismo Juan Manuel Moreno había cuestionado en sus encuentros con el presidente valenciano, Ximo Puig. Las palabras alentadoras sobre ese “posible” acuerdo que siguieron al encuentro se vieron muy pronto descargadas de calado político, aunque ninguno de los dos partidos quiso aparecer como responsable de la ruptura de las negociaciones.
A dos días de que se cerrase el plazo de presentación de enmiendas a la totalidad, y a tres de que el PP celebre su congreso regional sin el menor contratiempo previsible para Moreno Bonilla, la divulgación en la Cadena SER de un audio de Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía, desató una tormenta de mucho aparato eléctrico y discutible calidad ética. En una reunión con su grupo político, celebrada en junio, Juan Marín expresaba de forma cruda lo que ya estaba asumido por el mismo presidente andaluz: no habría cuartos presupuestos en año electoral porque sería una “estupidez”, según Marín. Tampoco Vox iba a estar dispuesto a apoyarlos, por las mismas razones, y menos todavía tras el éxito de Ayuso en las elecciones de mayo a la Comunidad de Madrid.
Aunque después matizó sus palabras, el propio Juan Marín atribuyó el miércoles la filtración a un exmiembro relevante de su partido, Fran Hervías, que lo ha desmentido a su vez. El actual asesor del PP abandonó Ciudadanos hace tiempo, dejó también su escaño, y se sumó con armas y bagajes a los equipos de confianza de Pablo Casado. Aunque Moreno Bonilla ha expresado la voluntad de agotar la legislatura, un adelanto electoral favorece la estrategia del PP nacional de sumar victorias parciales en su carrera a La Moncloa. En Génova saben que su mejor gasolina mediática en los últimos tiempos estuvo en la rotunda victoria de Ayuso en mayo. Las encuestas en Andalucía favorecen en la actualidad tanto al PP como a Vox, pero no hay unanimidad en el PP sobre la idoneidad de ese adelanto. En todo caso, repetir la operación en Andalucía con el viento de las encuestas a favor, como está ahora, permitiría al PP asentar a escala nacional la expectativa de una alternativa al actual Gobierno de coalición en España, pero con otra coalición, la de PP y Vox. La calidad de la munición en la batalla del PP contra Ciudadanos es lo de menos.
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