_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Toma, Moreno

El productor de televisión es un compendio entre Monchito, Macario y Rockefeller y un alma atormentada en una España tan feroz con el diferente como dicen que fue él con sus colaboradores

Luz Sánchez-Mellado
Jose Luis Moreno
José Luis Moreno, durante una de sus actuaciones con el cuervo Rockefeller, en el verano de 1988 en A Coruña.EFE
Más información
Detenido José Luis Moreno por un delito de estafa y blanqueo de capitales

De siempre me han dado grima los ventrílocuos. Igual que me acojonan las marionetas, los gigantes y cabezudos y los santos de iglesia, me da un repelús de morirme ver a un señor haciendo como que habla desde las tripas con un muñeco al que tiene agarrado por donde yo te diga. No soy la primera ni la última. Lo mío tiene un nombre. Pupafobia, dice Wikipedia: miedo irracional a los títeres. Vale, seré pupafóbica, pero, de joven, José Luis Moreno me sacaba de quicio por otros motivos. Sus personajes, a los que daba voz y carácter, representaban todo lo que detesto. Macario era un cateto pobretón y salido de cuya ignorancia se mofaba a gusto sin matices. Monchito, un niñato que camuflaba su pluma con una procacidad de putero imberbe. Y el peor, Rockefeller, un cuervo vestido de frac, supuesto ricachón explotador de currantes, que terminaba cada machada que le hacía decir su amo con un “toma, Moreno” acompañado de unas convulsiones como de cópula que me provocaban eccema súbito. Un humor vulgar, soez, profundamente machista, clasista y homófobo muy del gusto de España hace no tanto, tampoco nos flipemos con el Orgullo LGTBI+ de este año. Con el tiempo, Monchito, Macario y Rockefeller perdieron cuota y Moreno fue arrinconándolos, pero nunca abandonó del todo su querencia a exhibir tías buenas, machos ibéricos y mariquitas graciosos, sí, pero siempre que no ofendieran a los biempensantes.

José Luis Moreno, el hombre que susurraba a sus muñecos antes de ser el todopoderoso productor televisivo, ha sido detenido como presunto capo de una banda de estafadores. Interesándome esa trama, me interesa menos que el laberinto de la mente de un hombre capaz de fabularse a sí mismo un pasado de neurocirujano, divo de la ópera y picaflor con varias esposas e hijos repartidos por el globo cuando me da, más bien, que es un compendio entre Monchito, Macario y Rockefeller y un alma atormentada en una España tan feroz con el diferente como dicen que fue él con sus colaboradores. Sí, ya sé que es avaro y riquísimo. Pero hay armarios como mansiones. Y yo ahí, sin ser incompatibles, veo más carne de diván que de presidio. No, no lo disculpo, pero tampoco añadiré más leña a la pira. Torres más altas han caído y habitan jaulas de oro en Abu Dabi.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_