Contenidos
Quemar por quemar es como un gatillazo


La primera manifestación de tu vida es como el primer beso: recuerdas el dónde y el a quién, pero no a qué supo. El futuro es un sabor incierto. Después de una larga vida de manifestante resoluto aunque pacífico contemplo con curiosidad el mapa de las actuales protestas callejeras, prestando especial atención a las de Barcelona, no tanto por su inusitada violencia como por sentimentalismo; fue la ciudad donde, sin vivir en ella, me manifesté el 11 de septiembre de 1977 en la Diada de Tarradellas. Besos, aquel día gozoso, di muchos a quien me llevó del brazo.
Como vengo de un tiempo antiguo y muy largo, las causas por las que me movilicé antes en el Madrid antifranquista de mi juventud, siendo ineludibles tenían la adrenalina de la peligrosidad: todas estaban prohibidas. Mi primera manifestación permitida y multitudinaria hube de hacerla fuera de mi país, protestando en otoño de 1973 y en Londres, donde vivía entonces, por el derrocamiento de Salvador Allende. Pocos años después ya se pudo ocupar la calle en España, y supimos de otras injusticias, de otros crímenes, de otros derechos todavía por conseguir. Se hacía conciencia al andar.
Guardo en la memoria con especial viveza la de febrero del 2003 por la Guerra de Irak, casi tres millones en toda España unidos por el “no a la guerra”. Hubo más de una anécdota, pero yo la recuerdo porque se hizo eterna en el lento trayecto de Cibeles a Sol; siempre he sido andarín, pero mis huesos ya se me quejaron, y aún no quiero llevar, por presumido, un sillín desplegable.
En la televisión destaca mucho el fuego barcelonés. Ya no hay manifestación que se precie sin contenedor en llamas, aunque es verdad que contra el franquismo la basura se lanzaba peor: había demasiada. Aquellos primeros besos robados a la concupiscencia de la libertad los veo llenos de contenido, ardientes con razón. Quemar por quemar es como un gatillazo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
Últimas noticias
Andreu Buenafuente y Silvia Abril no presentarán las campanadas en TVE por la baja médica del cómico
El INE confirma la primera caída de la inflación en seis meses por el abaratamiento de la electricidad
El dato definitivo de la inflación en noviembre confirma que las pensiones subirán al menos un 2,7% en 2026
Una avería en la catenaria interrumpe la circulación R2, la R2 Nord, la R8 y la R11 de Rodalies
Lo más visto
- Lituania declara el estado de emergencia para hacer frente a la oleada de globos procedentes de Bielorrusia
- Nemo devuelve el trofeo que ganó en Eurovisión por el apoyo de la UER a Israel: “No creo que deba estar en mi estantería”
- El Congreso estudia una proposición de ley para unificar a todos los funcionarios de categoría A en un único grupo
- La asociación de fiscales progresistas ve en la sentencia del Supremo “un giro constitucionalmente letal”
- Jornada política del 11 de diciembre de 2025 | El PSOE convoca este viernes a las responsables de Igualdad de sus federaciones por el ‘caso Salazar’





























































