_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La turra de Torra

Carecemos de encuestas fiables que nos digan cuántos catalanes en 1714 querían que ganaran los carlistas, pero sí sabemos que “nada” es muy poco

El president de la Generalitat, Quim Torra, este jueves a su llegada al Tribunal Supremo de Madrid.
El president de la Generalitat, Quim Torra, este jueves a su llegada al Tribunal Supremo de Madrid.VICTOR SAINZ
Jorge M. Reverte

—¿Cuánto me das por mi marido?

—Nada.

—¡Trato hecho!

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Una de las cosas malas que se le pueden achacar a Joaquim Torra es que no ofrece salidas. Por ejemplo, con su última ocurrencia, la renovada exigencia de que Pedro Sánchez y Felipe VI pidan perdón a Cataluña por todo lo sucedido desde 1714.

Torra no deja abierta ninguna posibilidad de negociación tras su descabellada propuesta. Propone el president que el jefe del Gobierno español y el titular de la Corona se humillen ante todo el público, nacionalista o no, sin ofrecer nada a cambio en el improbable caso de que su exigencia fuera aceptada. Los canallas que intentaban negociar en nombre de ETA, lo sabían: si se acepta tal cosa, les damos esta otra… Y así. Torra no ofrece nada a cambio: ustedes piden perdón, y nosotros seguimos a lo nuestro.

¡Hombre, Quim, estírate algo!

Pero no hay manera. En realidad, ni la mujer obviamente descontenta del comienzo ni Quim Torra quieren nada a cambio. Ambos desean lo mismo, que es deshacerse de su pareja a cambio de nada. El intento tiene su miga, porque hace años que los independentistas catalanes quieren que su sueño se realice frente a los deseos del poder central y, sobre todo, frente a los deseos de los que vencieron en 1714, los catalanes que querían seguir unidos a los murcianos. En realidad, es a esos catalanes a quienes se debería dirigir Torra en sus discursos exigentes. No estaría mal que tuviera un arranque de valor el presidente de los catalanes y les dijera abiertamente:

—Vosotros, que no pintaréis nada en una Cataluña independiente, arrepentíos de haber ganado las batallas del pasado.

Hay un problema muy importante en el discurso de Torra, y es que los catalanes no independentistas no eran franquistas en su mayoría, a diferencia de los padres de una parte sustancial de la actual nomenklatura indepe. Y el argumento más importante de Torra y quienes quieren liquidar el régimen constitucional consiste en decir que lo del 78, como la Corona, es una herencia del franquismo. ¡Qué turra!

Carecemos de encuestas fiables que nos digan cuántos catalanes en 1714 querían que ganaran los carlistas, pero sí sabemos que “nada” es muy poco.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_