Las garras de la pobreza
A pesar de los agoreros, la vacuna más eficaz contra la pobreza sigue siendo poseer un título universitario. Eso sí, el periplo que deben superar los alumnos de una familia pobre y sin formación nada tiene que ver con el de los hijos de las familias de clase media y acomodada. Además de enfrentarse a unos ínfimos medios técnicos en su vivienda; dígase: un ordenador unipersonal, una habitación libre de ruidos para estudiar, aire acondicionado…, imagino que echan en falta la guía de unos padres que les puedan orientar en cada momento los pasos a seguir para alcanzar su meta. La relación de los padres con los profesores de bachillerato de sus hijos, la preparación de la EvAU, las ulteriores reclamaciones en el caso de ser necesario y una buena elección de carrera suelen ser las ventajas con las que cuentan aquellos que ya tienen su destino predeterminado para no caer en las garras de la pobreza.
José Solano Martínez. Cartagena (Murcia)
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