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Los ‘influencers’ condicionan la imagen que tu hijo adolescente tiene de sí mismo más de lo que crees

Los padres debemos enseñarles habilidades para el consumo digital, como saber diferenciar lo real de lo irreal o lo aspiracional

Grupo de amigas con sus teléfonos móviles.
Grupo de amigas con sus teléfonos móviles.Gema García

Los que tenemos adolescentes en casa sabemos que una de sus principales distracciones es mirar internet. En concreto, se pueden pasar horas (literal) viendo reels, stories y vídeos cortos de Instagram y TikTok. Para hacernos una idea, basta con saber que un informe de Datareportal de enero de 2022 cifra en casi dos horas (1:53) el tiempo medio que cada usuario pasa en redes sociales en nuestro país. Si nosotros no llegamos ni de lejos a la mitad de minutos, alguien está subiendo la media. Por ejemplo, los adolescentes.

De entre los mil y un entretenimientos a los que se dedican los chavales frente al móvil es seguir a influencers con vidas aparentemente perfectas, rostros magníficos y cuerpos muy estereotipados. Beatriz Feijoo, investigadora del proyecto DigitalFit: La influencia de las redes en la alimentación y el aspecto físico; profesora del grado de Publicidad y vicedecana de Investigación de la Facultad de Empresa y Comunicación en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) advierte de que la exposición de los menores a esas imágenes idealizadas puede provocar un aumento de su insatisfacción corporal.

Una de las razones es precisamente que nos referimos a este tipo de personajes y no a modelos o actores y actrices. Y es que con los influencers se crea lo que Feijoo denomina una relación parasocial: “Trasladan a los consumidores autenticidad, credibilidad y confianza debido a que sea crea una conexión más cercana y comprometida con ellos a través de las redes sociales. Los influencers son vistos como ‘amigos cercanos, próximos’, lo que refuerza la idea de que cualquiera puede alcanzar su popularidad y éxito, un sentimiento especialmente extendido entre los niños, niñas y adolescentes”.

Periodo de cambios físicos y de identidad

Para Ana Gómez Peña, psicóloga general sanitaria especializada en Trastorno de la Conducta Alimentaria y población infantojuvenil, uno de los puntos clave es que las imágenes que trasladan a través de sus perfiles relacionan la felicidad con esa imagen física idealizada: “Un físico ideal te va a dirigir directamente a tener una vida de éxito y de ensueño. Al no ser capaces de tener estos cuerpos perfectos, los adolescentes asumen que van a ser rechazados, entienden que la sociedad no ve en ellos a alguien valioso, por lo que están destinados a ser parias toda la vida”. Esto resulta aún más peligroso en la adolescencia, un periodo en el que, como afirma Gómez Peña, “los cuerpos aún están en desarrollo y pueden presentar imperfecciones o características físicas no normativas”. Y en el que, además, están descubriéndose a sí mismos y su propia identidad.

Precisamente los cuerpos tienen una importancia extra en esto, como dice Feijoo: “En el contexto del marketing de la alimentación, del fitness o de la apariencia física en general, los cuerpos de los influencers se convierten en valores de marca para comunicar una imagen corporal ideal. El cuerpo preocupa especialmente a las nuevas generaciones, y el marketing lo sabe. Varias investigaciones evidencian el papel del cuerpo como atractivo publicitario en las publicaciones promocionadas de influencers del mundo del fitness. Es más, cuanto más presente está el influencer, más engagement genera el contenido”. Y eso teniendo en cuenta que lo más importante es “lo intangible que se intenta trasladar”. Lo que se llama el contenido aspiracional.

Y aquí hay un dato sorprendente y preocupante que comparte la profesora de UNIR: “La filtración en otoño de 2021 de investigaciones privadas del equipo de Facebook ha puesto de relevancia que el simple hecho de consumir determinado contenido en RRSS influye en el estado anímico de los más jóvenes: más del 40% de los usuarios de Instagram reconoció que el sentimiento de no ser atractivo comenzó mientras usaba la aplicación”.

Y los padres, ¿qué podemos hacer?

Realmente no lo tenemos fácil. Primero, porque son adolescentes y lo que les digamos a menudo se pierde por el camino... Pero además, tal y como ha constatado Beatriz Feijoo en el proyecto de Twitter PENSACRIGITAL (@pensacrigital), “los padres tienen y sienten una fuerte presión sobre cómo mediar en la relación de los menores con las redes sociales y las TIC”. A pesar de ello, es importante que tratemos de enseñarles habilidades para el consumo digital, ya que “los niños y los adolescentes son una audiencia vulnerable y todavía en proceso de formación”.

Entre las habilidades a las que se refiere Feijoo están “diferenciar contenidos, saber identificar y seleccionar las fuentes o limitar el contagio de la desinformación, especialmente sobre temas que afectan directamente en su autoestima y bienestar”. Gómez Peña también recomienda tratar de educar, normalizando los distintos tipos de cuerpos e imágenes y mostrarles cómo todos tenemos imperfecciones. En concreto, la psicóloga sugiere un interesante ejercicio: mostrarles los distintos cánones de belleza que han existido a lo largo de la historia. Es relevante que entiendan que la belleza depende del momento, del lugar y la cultura.

Distintos cánones de belleza

“Es imprescindible hablarles de la subjetividad de la belleza; cómo de una misma cosa o de una misma persona, se pueden tener opiniones distintas. Sobre todo, es fundamental hacerles entender que todos hemos estado en esa posición de sentirnos inseguros respecto a nuestro cuerpo y que hay otros valores que son más importantes para conseguir éxito en la vida o ser querido por la gente que nos rodea”, afirma Gómez Peña.

También es interesante mostrarles imágenes que les demuestre “que con los retoques todos cambiamos, pero que eso no es la realidad. Es imprescindible enseñarles a distinguir entre lo que es real y lo que no”, comenta la psicóloga. Y estar atentos a sus comportamientos frente a la comida: no solo que coman menos, sino que quieran llevar determinados tipos de dieta o ingerir complementos alimenticios. Precisamente, los complementos nutricionales para ganar masa muscular suelen ser un producto ‘estrella’ entre los chicos, ante el incremento de la presión del culto al cuerpo entre los varones adolescentes.

Mayor control en un futuro

Las buenas noticias vienen de la mano de leyes próximas a ser aprobadas. Por un lado, la futura nueva ley Audiovisual, según la cual, los influencers que tengan una actividad profesional van a ser declarados “prestadores de servicio de comunicación audiovisual”, y, por tanto, “tendrán que someterse a las mismas obligaciones y responsabilidades de los medios tradicionales, como las cadenas de televisión. Por eso deberán ser especialmente cuidados y respetuosos con la publicación de sus contenidos, en lo que respecta a su perfil comercial, por la emisión de publicidad encubierta”, afirma Beatriz Feijoo. Por otro lado, el decreto que regulará la publicidad de alimentos y bebidas prohibirá a youtubers, influencers y otras personas “de relevancia o notoriedad pública” aparecer en anuncios de alimentación dirigida a niños y jóvenes.

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