La campaña de Kamala Harris ha recaudado más de 200 millones de dólares desde la renuncia de Biden
El 66% de las donaciones proceden de personas que contribuyen por primera vez en este ciclo electoral
A 100 días de las elecciones del 5 de noviembre, la campaña de Kamala Harris ha recaudado 200 millones de dólares [unos 184 millones de euros] en una semana, la transcurrida desde que el presidente Joe Biden anunció su retirada de la carrera a la Casa Blanca y propuso a la actual vicepresidenta de Estados Unidos como candidata. En las primeras 24 horas desde la renuncia del presidente, hace exactamente siete días, la campaña de Harris cosechó 81 millones, la cantidad más alta recaudada por cualquiera de los partidos en un solo día. El éxito financiero de la aspirante a la nominación demócrata corre parejo con su remontada en las encuestas, estrechando la ventaja que el candidato republicano a la reelección, Donald Trump, sacaba a Biden, aunque la propia Harris advirtiera este sábado en un mitin que los sondeos la dan aún por “perdedora”.
La campaña demócrata, que ha anunciado su último total de recaudación de fondos este domingo, ha informado de que la mayor parte de las donaciones, el 66%, viene de contribuyentes que se estrenan en este ciclo electoral. A la maquinaria electoral de Harris se han incorporado más de 170.000 voluntarios para ayudar a la campaña con llamadas telefónicas, sondeos y otras actividades de captación del voto.
“El impulso y la energía a favor de la vicepresidenta Harris son reales, al igual que lo son los fundamentos de esta carrera: estas elecciones serán muy reñidas y se decidirán por un pequeño número de votantes en unos pocos Estados”, ha escrito Michael Tyler, director de comunicaciones de la campaña, en un comunicado. Future Forward, el mayor super PAC (siglas en inglés de Comité de Acción Política) de la demócrata, anunció la semana pasada que había conseguido 150 millones de dólares en compromisos de donantes en las primeras 24 horas después de que Biden se retirara y apoyara a Harris.
El entusiasmo desatado por el salto a la arena de Harris explica, por ejemplo, que en el acto de recaudación de fondos de este sábado en Pittsfield (Massachusetts), programado cuando Biden aún encabezaba la candidatura demócrata, la estimación inicial de alcanzar 400.000 dólares fuera ampliamente rebasada en la práctica, al registrarse 1,4 millones de dólares.
En el considerable apoyo financiero a la campaña, Harris se ha visto beneficiada por miles de mujeres donantes del área de San Francisco, que la han acompañado y promovido a lo largo de su carrera, pero también por el respaldo de grandes nombres del Partido Demócrata, como Nancy Pelosi, presidenta emérita de la Cámara de Representantes; el líder de la mayoría en el Senado, el también influyente Chuck Schumer, el líder de la minoría demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, el expresidente Bill Clinton y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton. Pero la puntilla ha sido el apoyo del expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle, este viernes.
Los candidatos demócratas a la Cámara de Representantes y el Senado dicen que han visto también cómo aumentaba el apoyo a sus campañas desde que Harris surgió como la probable aspirante del partido.
“Activista procriminal”
Mientras tanto, y a la vista del espectacular arranque de la campaña de la demócrata, Trump y su equipo han intensificado sus esfuerzos para desacreditar a Harris presentándola como una política “de la izquierda radical”. En un mitin en St. Cloud (Minnesota), el republicano calificó este sábado a Harris de “loca liberal”, la acusó de querer “desfinanciar a la policía” —el movimiento defund the police surgió a raíz de la muerte a manos de la policía de George Floyd en 2020— y dijo que era una “radical absoluta” en materia del derecho al aborto, un punto clave del programa electoral de la vicepresidenta. En el mitin se mostró un vídeo en el que se la describe como “la Activista Pro Criminal Kamala por Apoyar a Delincuentes Respaldados por el Fondo de Libertad de Minnesota”, que según la campaña republicana, “sacó de la cárcel a violadores, agresores y asesinos, ahora condenados, y los devolvió de nuevo a las calles”. La supuesta laxitud de Harris ante la delincuencia es un argumento clave de los republicanos.
El senador Tom Cotton, muy próximo a Trump, achacó incluso a Harris su connivencia con Irán tras el ataque contra una localidad drusa de los Altos del Golán, que se cobró la vida de 11 menores y que Israel atribuye a Hezbolá, el partido-milicia chií de Líbano obediente a Irán. “Francamente, [el ataque] envalentona a Irán y a grupos terroristas como Hezbolá porque creen que Joe Biden y Kamala Harris seguirán ejerciendo más presión sobre Israel de la que ejercen sobre Irán y sus terroristas, que hostigan a Israel con el objetivo declarado de destruirlo”, dijo Cotton. En declaraciones a la CNN, el senador también corresponsabilizó a Harris de “muchas de las peores decisiones de la Administración de Biden”, incluida la caótica retirada de Afganistán de las tropas estadounidenses en agosto de 2021, un tema recurrente en los discursos de la convención nacional republicana en Milwaukee hace dos semanas.
No obstante, algunos republicanos advierten del riesgo de que los ataques personales contra Harris se les vuelvan en contra (de hecho, la campaña ha recomendado moderación en los comentarios misóginos y racistas). El gobernador Chris Sununu, de New Hampshire, dijo el sábado que Harris está en un periodo de “luna de miel” que probablemente durará un mes, pero también reconoció que tanto Trump como su compañero de fórmula, el senador por Ohio J. D. Vance, deberían dejar los ataques personales porque no llevarán a la gente a votar por ellos, lamentando que el líder republicano haya perdido la oportunidad de hacerlo en los últimos actos de campaña.
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