Así está la batalla en los territorios clave
Trump gana en Florida, Ohio y Texas, mientras que Biden se perfila como vencedor en Arizona. La batalla final se dirime en Pensilvania
Todas las miradas de la noche electoral estadounidense estaban puestas en un puñado de Estados que Joe Biden y Donald Trump se disputan prácticamente voto a voto. En varios de ellos, como Florida, Ohio y Texas, el republicano se ha llevado la victoria, con el recuento prácticamente finalizado. En otros, como en Georgia y Carolina del Norte, el actual presidente mantiene ventaja. Los resultados preliminares dan Arizona a Biden. Se prevé que la batalla final se dirima en el Estado de Pensilvania, en el que se disputan 20 votos electorales y donde aún, pese a la ventaja preliminar de Trump, queda mucho recuento de papeletas.
A falta de los resultados definitivos y con una emisión sin precedentes de votos por correo, todos los ojos están puestos en estos territorios con pronóstico reservado y predomina la cautela. Son críticos porque tienen muchos votos, están más polarizados que el resto, no están completamente atados a una tradición partidaria y pueden proporcionar la llave del éxito para alcanzar los 270 votos necesarios en el Colegio Electoral que necesita un candidato para convertirse en presidente de Estados Unidos. El presidente se ha hecho fuerte en los Estados dudosos, pero Biden mantiene una ventaja que buscará extender con otras regiones en disputa y se ha mostrado optimista en un mensaje en el cierre de la jornada. “Nos sentimos bien en donde estamos”, ha dicho el demócrata. “Nos están intentando robar la elección”, ha replicado Trump en Twitter.
Florida, una victoria apretada para Trump
Trump se ha impuesto en Florida, una de las contiendas más reñidas de la noche, de acuerdo con la mayoría de los medios estadounidenses. El arranque del recuento ha empezado con Joe Biden a la cabeza, pero el presidente ha repuntado en la recta final y ha mantenido una ventaja de casi 400.000 votos, con el 96% escrutado. Se trata del tercer Estado con la mayor cantidad de electores en el país, tras California y Nueva York —tiene 29—, y el primero entre los considerados Estados pendulares, aquellos que son susceptibles de cambiar de color de una elección a otra.
En las últimas cuatro elecciones presidenciales, el candidato que obtuvo más votos en Florida resultó ser también presidente de Estados Unidos, y por eso ambos candidatos han vuelto una y otra vez a este territorio durante la campaña. Las comunidades latinas, cuyos votos son decisivos, han estado sometidas a intensas campañas de desinformación. Los sondeos a pie de urna apuntan que Biden se ha impuesto entre los hispanos. Hubo una participación de casi 11 millones de personas, mucho mayor a los nueve millones que votaron en 2016. La noche previa a las elecciones, el promedio de las encuestas daba una ligera ventaja al candidato demócrata: 48% a 46% (esta diferencia apenas osciló entre 1 y 3 puntos porcentuales durante las últimas semanas). Los ánimos han cambiado con el cierre de los colegios y en las calles de Miami, los seguidores de Trump han celebrado el triunfo.
Pensilvania, el foco de las preocupaciones
El presidente también se ha hecho fuerte en Pensilvania, con una ventaja de alrededor de 11 puntos porcentuales con el 75% de los votos escrutados. El Estado natal de Biden sigue a Florida en importancia como campo de batalla. Históricamente, conseguir sus 20 votos del Colegio Electoral era una tarea relativamente sencilla para un candidato demócrata. En las últimas siete elecciones, desde 1992, había sido un Estado azul. Pero en 2016, Trump consiguió allí una de sus más sonadas victorias de la noche electoral frente a Hillary Clinton, aunque lo ganó por menos de un punto de diferencia. Hoy las cosas están apretadas entre los candidatos. Los sondeos ponían a Biden ligeramente en cabeza con una diferencia de 2,5% (49,3% frente a 46,8%), pero Trump enfocó gran parte de su esfuerzo final allí para lograr la que puede ser una de las sorpresas.
Además de la batalla electoral, Pensilvania ha sido también foco de una batalla judicial por el conteo de las papeletas. Al retraso natural que supone contabilizar una cantidad inédita de millones de votos por correo este año —y aquí las leyes establecen que no pueden empezar a procesarlos hasta que cierren las urnas—, el Estado contempla un plazo de hasta tres días para recibir votos demorados vía postal, siempre y cuando el matasellos no sea posterior al día de las elecciones. Eso supone que se abrirá un plazo de incertidumbre —que podría extenderse hasta el viernes— en el que todas las expectativas estarán puestas en el recuento final de Pensilvania.
Trump se queda con Ohio, la codiciada brújula del ganador
Con el 90% de los votos escrutados, Ohio se ha pintado de rojo. Trump tiene una ventaja de poco más de ocho puntos sobre Biden, aparentemente irreversible. El demócrata ha arrancado con ventaja por los votos emitidos por correo, pero no ha logrado mantener su ventaja. Con 18 votos electorales, es el tercer Estado pendular con mayor cantidad de electores. En 2016, el voto republicano de condados semirrurales en Estados como Ohio e Iowa —sumado al de zonas con pasado industrial y hoy en decadencia como Pensilvania y Wisconsin— le dio al Partido Republicano las mayores ganancias con respecto a 2012. En estas elecciones, Joe Biden era favorito allí hasta septiembre, pero todo indica que el presidente ha repetido el logro de 2016. La mística de Ohio es que siempre logra predecir al ganador, una coincidencia que puede romperse en una de las elecciones más atípicas e inciertas de la historia.
Georgia, oxígeno para Trump
Los resultados preliminares en Georgia, con más del 90% escrutado, dan una ventaja para Trump de algo más de dos puntos (más de 100.000 votos). El Estado, uno de los más diversos demográficamente, tiene 16 votos electorales y se considera, junto con Ohio, uno de los que puede dar un balón de oxígeno al actual mandatario. Una victoria de Biden ha sido descrita como una posibilidad remota, pero los votos que ha logrado arrancar han provocado un efecto de arrastre para candidatos demócratas al Legislativo. La balanza se inclina en favor del republicano, ya que Georgia no ha votado por un presidente demócrata desde 1992.
Carolina del Norte: decenas de miles de votos separan a ambos candidatos
En Carolina del Norte, que representa 15 votos del Colegio Electoral y donde ya se ha escrutado el 95% de los sufragios, Trump supera a Biden por poco más de 75.000 votos. Ambos están casi en un empate técnico, aunque los sondeos anticipaban una victoria demócrata: 49% para Biden y 47% para Trump, de acuerdo con las encuestas de la CNN. El Estado, tradicionalmente republicano, lo ganó Trump en 2016. Pero una victoria de Biden allí no es improbable. En 2008, como candidato a vicepresidente, ayudó a Barack Obama a apuntarse el tanto, cuando el demócrata se impuso a John McCain por un 0,3% de los votos totales. Volver al azul sería un golpe que dejaría a Trump casi fuera de combate la noche electoral.
Ajustados en Wisconsin
El conteo en Wisconsin ha sido de vértigo. Con el 97% escrutado, Biden tiene una ventaja de siete décimas sobre Trump, equivalentes a menos de 20.000 votos. Wisconsin tiene 10 compromisarios y Trump se quedó con ellos en 2016 por menos de 30.000 votos de diferencia. Su electorado había vivido en el bolsillo demócrata hasta que las clases trabajadoras de esta región del Medio Oeste encontraron en Trump una figura para volcar su desencanto. Antes del triunfo del expresentador del programa El aprendiz había que remontarse hasta Ronald Reagan para hallar otro republicano ganador en el Estado. Biden está a un paso de recuperar un viejo bastión demócrata.
Arizona, un Estado rojo que se pinta de azul
Biden ha avanzado poco a poco y ha obtenido una ventaja de 3,4 puntos sobre Trump en Arizona, con el 98% de los votos escrutados. La batalla por la frontera ha sido álgida. Arizona, que tiene 11 votos electorales, era una victoria segura para Biden a mediados de septiembre, pero la brecha se cerró hasta que los sondeos apuntaban a un empate. Hace cuatro años allí ganó Trump.
Biden no da la sorpresa en Texas
Biden logró por algunas horas entrar en la batalla para ganar Texas y sus 38 votos electorales. Con más del 96% de los votos escrutados, Trump se ha hecho con este Estado sureño con más de seis puntos de ventaja frente al aspirante demócrata. Hace algunas semanas nadie miraba al segundo Estado más poblado del país porque se daba por descontado que votaría republicano, como hace desde 1980. Algo ha cambiado, sobre todo en las zonas urbanas y fronterizas del amplio territorio, pero parece que el dominio de los republicanos se ha mantenido. La última palabra la tuvo la comunidad latina, que ha salió a votar en cifras récord.
Voto por correo
Casi la mitad de los Estados ha dicho que serán válidos los votos por correo que lleguen después del día de los comicios siempre y cuando el sello indique que se enviaron antes del 3 de noviembre. Esto puede retrasar aún más los resultados. Hace cuatro años, Clinton reconoció su derrota sobre las 02.30 de la madrugada de Washington. Una hora antes se le consideraba ya perdedora con claridad. No ha sido el caso este año, cuando falta definir aún varios Estados clave.
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