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Estados Unidos advierte contra los vuelos sobre Venezuela por “una actividad militar en aumento”

La Autoridad Federal de Aviación justifica su directriz por una “posible situación de riesgo”

El portaaviones estadounidense Gerald Ford
Macarena Vidal Liy

La Autoridad Federal de Aviación estadounidense (FAA, por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia contra vuelos sobre Venezuela debido a una “posible situación de riesgo”. Mientras tanto, continúa la incertidumbre sobre cuáles vayan a ser los próximos pasos hacia ese país de la Administración de Donald Trump, tras la incorporación del portaaviones Gerald Ford al gran despliegue naval de Washington en las cercanías de las aguas territoriales venezolanas para participar en lo que Estados Unidos denomina Operación Lanza del Sur contra el narcotráfico.

La FAA no llega al extremo de prohibir los vuelos, pero recomienda a las líneas aéreas “extremar la precaución” debido a una “situación de seguridad que se deteriora y una actividad militar en aumento dentro o en torno a Venezuela”. “Las amenazas podrían representar un riesgo potencial para las aeronaves a todas las altitudes, incluidas las fases de despegue y aterrizaje”, así como para los propios aeropuertos y los aviones en tierra.

El aviso, que permanecerá en vigor hasta el 19 de febrero, sí obliga a las compañías aéreas a avisar con 72 horas de antelación al organismo regulador si alguno de sus aviones planea entrar en el espacio aéreo venezolano, y en ese caso proporcionar los detalles específicos.

Las compañías aéreas estadounidenses no mantienen vuelos directos a Venezuela desde 2019, pero algunas de ellas sí seguían sobrevolando el espacio aéreo del país caribeño en ruta a otros países del continente. American Airlines ha indicado que dejó de cruzar territorio venezolano el mes pasado. Otra de las grandes líneas aéreas de Estados Unidos, Delta Airlines, declaró que evita esos sobrevuelas “desde hace tiempo”. La tercera, United Airlines, no ha hecho comentarios por el momento.

La autoridad aérea estadounidense explica que desde septiembre se ha detectado un aumento de las interferencias en Venezuela en el sistema satelital de navegación global (GNSS, por sus siglas en inglés), utilizado por las aeronaves para guiarse en sus rutas. Esas interferencias, apunta la FAA, pueden tener efectos duraderos en un vuelo. El organismo regulador también cita como motivo de riesgo la “actividad asociada con unos preparativos militares crecientes en Venezuela”, que ha completado “múltiples maniobras militares y ha ordenado la movilización masiva de miles de soldados y fuerzas de la reserva”.

La declaración de la FAA da pábulo al nerviosismo en la región, donde las fuerzas estadounidenses llevan a cabo una campaña que Estados Unidos describe como de lucha contra el narcotráfico y que ha hundido al menos una veintena de supuestas narcolanchas en aguas internacionales del Caribe y en el Pacífico oriental. Esos ataques militares extrajudiciales, que muchos expertos, legisladores y defensores de los derechos humanos denuncian que son ilegales, han matado a más de ochenta personas.

En Colombia, la autoridad nacional de aviación civil ha asegurado que tanto el organismo como las líneas aéreas ajustan rutas y procedimientos “para que todos los vuelos sigan siendo seguros”. Entre otras medidas, se instruye a las líneas comerciales a avisar “cuando lo consideren pertinente, con un mínimo de 72 horas de antelación, los detalles específicos sobre información que pueda afectar al desarrollo de los vuelos planificados” y reportar de inmediato cualquier incidente o riesgo experimentado en la zona incluida en el aviso de la FAA.

Aunque Washington sostiene que el objetivo de su operación Lanza del Sur es la lucha contra el narcotráfico, otros sospechan, incluido el propio presidente de Venezuela Nicolás Maduro, que se trata de una iniciativa para forzar la salida del líder chavista, bien mediante presión psicológica o bien mediante acciones directas. En particular, la llegada la semana pasada del Ford, el mayor y más moderno portaaviones del mundo, ha desencadenado las conjeturas de que Trump, que ya autorizó a la CIA desarrollar misiones encubiertas en suelo venezolano podría ordenar algún tipo de acción en territorio del país caribeño.

El Departamento de Estado incluyó en febrero a varios carteles de la droga —incluida la banda venezolana Tren de Aragua— en su lista de organizaciones terroristas internacionales. Washington alega para justificar su campaña contra las supuestas narcolanchas que se encuentra en una guerra con esos grupos y que sus miembros son combatientes enemigos. La semana pasada también incluyó en la lista al cartel de los Soles, una entidad de la que acusa a Maduro de estar al frente como líder del narcotráfico en Venezuela. La inclusión se hará efectiva a partir de este lunes.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
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