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La Casa Blanca empieza a despedir a funcionarios federales en medio del cierre del Gobierno

La Administración estadounidense comienza a enviar cartas con la reducción de personal para empezar a cumplir con las amenazas de Trump

Jesús Sérvulo González

“Los ERE han empezado”. Así con un escueto mensaje publicado en la red social X, el jefe de presupuesto de la Casa Blanca, Russell T. Vought, ha anunciado este viernes que han empezado los despidos de trabajadores federales en varias agencias gubernamentales, justo cuando se cumplen nueve días del cierre presupuestario del Gobierno estadounidense.

Vought es uno de los autores del Proyecto 2025, el plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para emprender una drástica reducción de la burocracia federal durante su segundo mandato. La iniciativa incluye despidos masivos de funcionarios.

Se desconoce el número de trabajadores federales que se verán afectados, pero fuentes de la Casa Blanca aseguran que “será sustancial”, según recogen medios estadounidenses, que calculan que varios miles de trabajadores públicos perderán sus puestos de trabajo.

El recorte de empleos federales se conoce este viernes, cuando se cumplen nueve días de cierre gubernamental, una situación que se produce porque republicanos y demócratas no logran ponerse de acuerdo para extender el Presupuesto. La consecuencia es que la Administración estadounidense está prácticamente parada.

El cierre no impide, sin embargo, a la Casa Blanca mantener a los trabajadores federales. Algunos empleados federales dejan de cobrar los salarios durante los días del cierre del Gobierno, pero conservan sus puestos de trabajo.

La Casa Blanca ya está enviando las cartas de despido a las principales agencias gubernamentales. Los departamentos de Comercio, Tesoro, Salud y Servicios Humanos, Educación y Seguridad Nacional, ya han empezado a recibir las notificaciones, según reconocen varios altos funcionarios de la administración al Washington Post.

Los sindicatos de trabajadores públicos han expresado su descontento. La federación estadounidense de empleados gubernamentales (AFGE), el sindicato más grande que representa a más de 800.000 empleados del gobierno federal, condenó la decisión. El líder del sindicato, Everett Kelley, señaló a través de un comunicado: “Es vergonzoso que la administración Trump haya utilizado el cierre del gobierno como excusa para despedir ilegalmente a miles de trabajadores que brindan servicios críticos a comunidades de todo el país”.

Los demócratas han reaccionado inmediatamente. La vicepresidenta del comité de asignaciones del Senado, Patty Murray, ha acusado a Trump de “inflingir más dolor al pueblo estadounidense”. La senadora demócrata ha emitido un comunicado en el que explica: “Nadie está obligando a Trump y Vought a perjudicar a los trabajadores estadounidenses; simplemente quieren hacerlo”.

El presidente Trump ya había amenazado previamente a los demócratas con despidos masivos si continuaba el cierre gubernamental. De hecho, la oficina de Administración y Presupuestos del Gobierno de Estados Unidos advirtió que podrían darse despidos durante el cierre, aunque reconoció que quizá debería validarlos una vez que reabriera el Gobierno.

Los sindicatos federales ya han interpuesto una demanda para tratar de impedir los despidos. Este viernes han presentado un escrito ante un juez federal para que actúe de urgencia. Los sindicatos explican que la demanda alega que el plan de la administración de despedir a empleados federales durante el cierre constituye un abuso de poder ilegal diseñado para castigar a los trabajadores y presionar al Congreso.

Lo cierto es que existen varias dudas jurídicas sobre el proceso de despido de los trabajadores federales. La Administración tiene que avisar con 60 días de adelanto, aunque la legislación permite reducir el preaviso a 30 días en algunos casos. Los trabajadores afectados podrán cobrar una indemnización, que tendrían que devolver en caso de que la justicia anule los despidos.

En cualquier caso, el inicio de los despidos amenaza con complicar aún más las negociaciones entre republicanos y demócratas para poner fin al cierre gubernamental. Trump está aprovechando el cierre para amenazar a sus rivales políticos y acelerar su agenda de recortes presupuestarios. “Recortaremos algunos programas demócratas muy populares que, francamente, no son populares entre los republicanos”, advirtió el millonario neoyorquino el pasado martes en la Casa Blanca. De hecho, Trump ya ha congelado o recortado miles de millones de programas federales que beneficiaban sobre todo a Estados y ciudades demócratas.

Max Stier, el líder de la Alianza para los Servicios Públicos, una organización sin fines de lucro, también se ha pronunciado sobre los recortes de personal. “Estas reducciones innecesarias y erróneas de personal debilitarán aún más a nuestro gobierno federal, lo privarán de experiencia crucial y limitarán su capacidad para servir eficazmente al público”.

Esta organización calcula que desde que Trump ocupa el Despacho Oval un total de 201,000 funcionarios públicos ya han abandonado la administración federal debido a reducciones de personal, jubilaciones y renuncias.

Los problemas se han extendido hasta las torres de control del tráfico aéreo de los aeropuertos estadounidenses. El cierre está provocando que algunos controladores, que no cobrarán su salario y no pueden permitirse gastos adicionales, se están ausentando de sus puestos de trabajo. La Agencia federal de Administración Federal de Aviación informó sobre la escasez de persona en 11 infraestructuras durante la noche del jueves, lo que está causando retrasos y otros perjuicios a los viajeros.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, dijo el pasado jueves que el problema se debe a una “pequeña fracción” de controladores están “desafiando” debido al cierre del gobierno. Y agregó: “Es una pequeña fracción de personas que no vienen a trabajar las que pueden crear esta perturbación masiva, y eso es lo que estamos viendo hoy en nuestros cielos”, agregó Duffy, que amenazó con despedir a los controladores que falten a su trabajo, a pesar de tener las nóminas congeladas.

“Si tenemos un pequeño subgrupo continuo de controladores que no se presentan a trabajar… son los niños problemáticos”, les acusó. “Necesitamos más controladores, pero necesitamos a los mejores y más brillantes, controladores dedicados, y si tenemos algunos en nuestro personal que no tienen la dedicación necesaria, los despediremos”.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Corresponsal en Washington. Ha sido redactor jefe de Economía y Negocios. Antes, contó las consecuencias de la crisis financiera y de los años de los ajustes presupuestarios. Aprendió el oficio durante su paso por la información local de Madrid.
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