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El Departamento de Justicia prepara cargos contra el exdirector del FBI James Comey, según medios estadounidenses

La imputación podría llegar esta misma semana, después de que Trump pidiera en redes sociales forzar cargos contra algunos de sus enemigos políticos

Macarena Vidal Liy

Han bastado una orden de Donald Trump en forma de tuit y apenas cinco días. Después de que el presidente estadounidense lanzara en sus redes sociales el fin de semana pasada una extraordinaria regañina a su secretaria de Justicia, Pam Bondi, para que forzara la imputación de sus enemigos políticos, el Departamento de Justicia se dispone a intentar acusar de manera inmediata contra el antiguo director del FBI James Comey, según adelantan medios estadounidenses. La imputación contra Comey llegaría pese a que los fiscales que han investigado el caso recomiendan no seguir adelante por falta de pruebas, según la cadena de televisión ABC.

Comey quedaría acusado de haber cometido perjurio en una declaración ante el Congreso el 30 de septiembre de 2020. Entonces, el antiguo alto cargo, nombrado al frente del FBI por el propio Trump durante su primer mandato, compareció en una audiencia para declarar si había autorizado una filtración de información en torno al presidente estadounidense y la investigación que se le siguió al presidente sobre posibles vínculos con Rusia en la campaña electoral de 2016.

Uno de los grandes motivos de las súbitas prisas en el Departamento de Justicia en este caso es que, si nadie mueve ficha en menos de una semana, el supuesto delito prescribirá el 1 de octubre, al cumplirse cinco años de los hechos.

De optar por lo que el propio Trump ha venido a reconocer que se trata de una vendetta personal, el caso quedaría en manos de Lindsay Halligan, la flamantísima fiscal del distrito judicial Este de Virginia, donde aún sigue abierta la investigación contra Comey. Halligan se encargaría de pedir a un gran jurado que presente los cargos.

Halligan, que carece de experiencia como fiscal y que ha desarrollado la mayor parte de su carrera como abogada especialista en asuntos inmobiliarios en Florida, solo lleva un par de días en su puesto. Hasta la semana pasada era asesora de la Casa Blanca. Es una ardiente partidaria del republicano: antes de ocupar ese cargo había sido una de sus abogadas personales.

Su nombramiento fue decidido personalmente por Trump después de que su predecesor en el distrito Este de Virginia, Eric Siebert, dimitiera la semana pasada por presiones políticas. El jurista había encontrado que no había motivos suficientes para presentar cargos contra Comey, como exigía el presidente.

Precisamente el rechazo de Siebert desencadenó uno de los tuits más extraordinarios que haya escrito el inquilino de la Casa Blanca Extraordinario por el tono, entre paternalista y maestro de escuela, y por el contenido. Sin ningún tipo de tapujos, y en flagrante violación del sistema de separación de poderes que impide al jefe de Estado inmiscuirse en los asuntos de la Justicia -y del Departamento de Justicia- el inquilino de la Casa Blanca demandaba a Bondi que hiciera todo cuanto estuviera en su mano para llevar a juicio a Comey y al senador demócrata Adam Schiff, que encabezó uno de los juicios políticos contra Trump durante el primer mandato del presidente. También exigía cargos contra la fiscal de Nueva York Laetitia James, que llevó a juicio al republicano y a su empresa, la Trump Organization, por fraude. James ganó el caso.

Es “la misma historia de la última vez: pura palabrería y nada de acción. No se está haciendo nada. ¿Y qué hay de Comey, Adam Shifty Schiff y Laetitia? Son todos culpables, pero no pasa nada”, escribía el presidente en ese texto. En otro mensaje previo instaba: “No podemos retrasarlo más, está acabando con nuestra reputación y credibilidad. Me sometieron a un juicio político dos veces y presentaron cargos contra mí (¡cinco veces¡) por NADA. HAY QUE HACER JUSTICIA; YA!!!” Aquel mismo día, declaraba a los periodistas: “Si no son culpables, no pasa nada. Si lo son, o si deberían ser juzgados, tienen que ser juzgados. Y tenemos que hacerlo ya”.

A comienzos de esta semana, los fiscales presentaron a Halligan un memorándum muy detallado en el que recomendaban no acusar a Comey de perjurio y obstrucción a la justicia, según ABC. La investigación abierta contra el antiguo alto cargo no había conseguido encontrar un indicio sólido de que se hubiera cometido un delito; algo que no solo habría hecho imposible lograr una condena, sino que un gran jurado aceptara presentar cargos.

Las supuestas sospechas contra el antiguo director del FBI nacen de una pregunta del senador Ted Cruz en aquella comparecencia de Comey ante un comité de la Cámara Alta, acerca de si había filtrado información sobre las investigaciones de la supuesta conexión rusa. El entonces alto cargo subrayó que “nunca” había sido una fuente anónima sobre informaciones acerca de la pesquisa en torno al presidente.

“Entonces, ¿su testimonio es que no autorizó nunca a nadie a filtrar información?”, preguntó Cruz, que hizo notar que el exdirector adjunto del FBI, Andrew McCabe, había respondido de manera diferente. “No voy a calificar el testimonio de Andy, pero el mío es el mismo ahora (que antes)”, replicó Comey.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
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