Hamás liberará el sábado a los últimos seis rehenes israelíes con vida de la primera fase de la tregua en Gaza
El Gobierno de Netanyahu comenzará esta semana las negociaciones para pasar en marzo a la siguiente etapa, que debe implicar el fin de la guerra
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Hamás liberará el próximo sábado a otros seis rehenes israelíes retenidos en Gaza (el doble de lo previsto para ese día en el acuerdo de alto el fuego), según han confirmado este martes ambas partes. Dos días antes, el jueves, el grupo islamista entregará cuatro cadáveres, entre ellos tres miembros de la familia argentino-israelí Bibas, y otros cuatro cadáveres la próxima semana. Se completará así la entrega de los 33 rehenes (25 vivos y ocho muertos) que Hamás se comprometió a devolver a Israel en la primera fase de la tregua que concluye el 1 de marzo. Y en ese momento comenzará teóricamente la segunda fase, en la que la milicia deberá entregar otra tanda de rehenes —de los más de 60 que seguirán para entonces en sus manos— e Israel deberá retirarse completamente de la Franja.
A cambio de los seis rehenes vivos que serán liberados el sábado, el Gobierno de Benjamín Netanyahu excarcelará a todos los presos palestinos menores de 19 años y mujeres que fueron detenidos en las oleadas masivas de arrestos durante la invasión de Gaza, y que no han sido hallados culpables de delitos ni participaron en el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. El ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar, ha señalado que esta semana comenzarán las complejas negociaciones para pasar a la segunda etapa de la tregua, que implica supuestamente el fin de la guerra en Gaza.
Salvo casos extraordinarios, los canjes de rehenes por presos vienen siendo semanales, como marca el pacto, pero Israel venía presionando a Hamás —a través de los mediadores (EE UU, Qatar y Egipto)— para que juntase las entregas. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió, de hecho, la semana pasada con que se abrirían ”las puertas del infierno” si la milicia no entregaba “todos” los rehenes a la vez el pasado sábado, lo que no sucedió finalmente.
Los seis rehenes que regresarán a Israel el sábado son Eliya Cohen, Tal Shoham, Omer Shem Tov, Omer Wenkert, Hisham Al-Sayed y Avera Mengistu, según ha informado el foro que agrupa a la mayoría de familias de los cautivos. Cohen, de 27 años; Tov, de 22, y Wenkert, de 23, fueron capturados mientras asistían al festival de música Nova; Shoham, de 40, fue secuestrado en el kibutz Beeri junto a su mujer, dos hijos y su suegra, que quedaron ya en libertad.
Los otros dos, a los que Hamás considera “soldados”, fueron capturados muchos años antes. Al-Sayed, de 36 años, es un beduino israelí con problemas mentales, según el foro de familias, que cruzó a Gaza por su propio pie en 2015. Mengistu, de 39 años y nacido en Etiopía, reside desde los cinco años en Israel y, en 2014, se adentró en la Franja a través de la playa de Zikim. Los dos han permanecido bastante olvidados durante años y su suerte ha acabado ligada a la del resto de rehenes. Cada uno será intercambiado por 77 reclusos palestinos. Más de la mitad de esos presos fueron ya liberados en un canje anterior, a cambio de que Hamás entregara al soldado israelí Guilad Shalit en 2011, pero fueron arrestados de nuevo años más tarde. El precio de aquel intercambio, también con Netanyahu en el poder, fue mucho mayor: más de mil reclusos palestinos por ese militar.
Hamás ha asegurado que, entre los cuatro cadáveres que devolverá el jueves, está la familia Bibas: la mujer y sus dos hijos pequeños, que hoy tendrían cinco y dos años. La muerte de los tres se daba casi por hecha desde hace meses, pero Israel no lo ha confirmado. La familia señala que, aunque sabe que Hamás ha realizado el anuncio, no ha recibido confirmación oficial sobre la entrega el jueves de los tres cuerpos. Las autoridades de Israel remarcan que no transmitirán nada a las familias hasta que no tengan los cadáveres y confirmen su identidad. “Hasta que no recibamos la confirmación definitiva, nuestro viaje no habrá terminado”, ha dicho la familia Bibas a través de un comunicado hecho público por el foro que agrupa a muchas de las familias de los cautivos.
Con nueve meses, Kfir, el menor de los niños, era el rehén más joven secuestrado en el ataque del 7 de octubre de 2023 y estaba en manos de otro grupo, no de Hamás. El padre de la familia, Yardén Bibas, fue liberado el pasado 1 de febrero. Los islamistas, que anunciaron las tres muertes, emitieron un vídeo que grabaron a Yarden el que el hombre culpa a Netanyahu de matarles durante uno de los ataques de sus tropas sobre Gaza.
El pacto ha desbloqueado una parte del acuerdo que Israel incumplía como herramienta negociadora de presión. Esta mañana han entrado a Gaza las primeras excavadoras para desescombrar y se prevé que lo hagan más tarde viviendas prefabricadas para alojar a parte de las numerosas familias que han perdido sus hogares, según un responsable del paso de Rafah, frontera terrestre con Egipto, citado por la agencia oficial de noticias del país MENA. Israel debía permitir solo en la primera fase la entrada de 60.000 de esas casas provisionales. Hamás aseguró que recibió garantías al respecto a cambio de dar marcha atrás en su amenaza de no entregar los rehenes del canje que finalmente se llevó a cabo el pasado fin de semana.
Conversaciones
El acuerdo de alto el fuego en Gaza tiene tres fases, pero solo esboza los objetivos de las dos últimas, sin entrar en los detalles, que justo ahora deben acordar las partes entre Doha y El Cairo, donde están los equipos negociadores de Israel y Hamás. El diálogo de transición a la segunda fase debería haber comenzado hace más de dos semanas, pero Netanyahu lo ha venido posponiendo —en vulneración del pacto— hasta que Steve Witkoff (el enviado especial de Trump para Oriente Medio que participaba este martes en la negociación de alto nivel con Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania) se reunió con él el domingo y aseguró que el alto el fuego llegará “indudablemente” a la segunda fase.
La primera fase entró en vigor el 19 de enero y abarca en teoría 42 días. Lo mismo debe durar la segunda, cuyo inicio no ha dejado de estar en peligro por las diferencias entre las partes y las declaraciones del presidente de EE UU, que anunció un plan para “limpiar” Gaza de sus 2,3 millones de habitantes. Este martes, el ministro israelí de Exteriores ha señalado que el diálogo sobre la segunda fase comenzará esta semana y que ellos irán de la mano de sus “amigos estadounidenses”, en referencia a la aún más reforzada alianza con el Gobierno de Trump. El Ministerio de Exteriores de Qatar (uno de los países mediadores) ha asegurado que las conversaciones aún no han comenzado.
Es la primera vez que un dirigente israelí señala con claridad el inicio de las negociaciones para pasar a la segunda fase del alto el fuego en Gaza, que prevé el cese definitivo de las hostilidades, la retirada de las tropas de ocupación del enclave y la entrega por parte de Hamás de todos los rehenes a cambio de prisioneros palestinos. “Comenzaremos las negociaciones sobre la segunda fase” para “garantizar la liberación de todos” los rehenes, ha dicho Saar durante una rueda de prensa en Jerusalén, en la que, como suelen hacer todos los integrantes del Ejecutivo, ha dejado la puerta abierta a retomar la guerra.
Preguntado por los posibles escenarios que se abren en medio de la incertidumbre, Saar ha presentado tres. Por un lado, (“aunque no quiero ser profeta”, ha dicho), que se llegue a tiempo a un acuerdo para pasar a la segunda etapa; por otro, que Israel retome los ataques si las negociaciones no avanzan; por último, seguir negociando bajo un “diálogo constructivo”, lo que supone extender la primera fase. El mes pasado, al aprobar el acuerdo de tregua, Netanyahu aseguró que tanto el presidente de EE UU que negoció el texto, Joe Biden, como Trump le dieron “pleno apoyo” para “reanudar los combates si Israel concluye que las negociaciones de la segunda fase no van a ningún lado”, y prometió hacerlo “de formas nuevas y con mucha fuerza”.
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