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Los peligros de un orden mundial roto agitan el Foro de Davos

Guterres alerta de la creciente impunidad, y el jefe de la Agencia de la Energía Atómica denuncia la expansión de los arsenales nucleares

António Guterres
El secretario general de la ONU, António Guterres, durante su discurso en el Foro de Davos, este miércoles.Laurent Gillieron (AP)
Andrea Rizzi (enviado especial)

Las convulsiones del orden mundial provocadas por los pulsos entre potencias y una gobernanza global ineficaz han sido protagonistas este miércoles en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). Una tormenta perfecta hecha de violaciones del principio de integridad territorial, de los derechos humanos y de un abrupto debilitamiento de las instituciones internacionales se abate sobre la comunidad internacional. El secretario general de la ONU, António Guterres, describió de la siguiente manera uno de los peligros clave: “Las divisiones geopolíticas son profundas y esto deriva en una situación de impunidad. La verdad es que en todas partes todo el mundo piensa que puede hacer lo que quiera y no le pasará nada”.

La retirada de EE UU de organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o mecanismos como el Acuerdo de París infligen un nuevo golpe a un marco internacional turbulento, cuyas consecuencias provocan inquietud. En su discurso, Guterres señaló que no solo el conflicto nuclear es una amenaza existencial: también lo son el cambio climático y el devenir descontrolado de la inteligencia artificial. En ambos casos no se detectan señales prometedoras de gobernanza. En el terreno nuclear, tampoco.

El director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Rafael Mariano Grossi, señaló su preocupación por la carrera de ampliación de los arsenales nucleares en un encuentro con un grupo de periodistas internacionales. “Veo el potencial de una muy seria erosión del régimen de no proliferación. Todos parecen incrementar sus arsenales nucleares, olvidando que hay un compromiso de reducirlos [según el Tratado de No Proliferación Nuclear]. Y cuando digo todos, es todos, incluido China, que siempre fue un campeón del desarme nuclear”.

Grossi también alertó de que Irán “está pisando el acelerador” en el desarrollo de su programa nuclear. En su discurso, Guterres exhortó a las autoridades iraníes a dejar claro que no quieren la bomba nuclear, en una situación de capacidad de vigilancia limitada después de que Donald Trump rompiera el acuerdo que ofrecía mejores instrumentos de control en su primer mandato presidencial. El vicepresidente de asuntos estratégicos de Irán, Mohamed Javad Zarif, volvió a asegurar en Davos que Teherán no busca la bomba. Pero en el foro era clara la preocupación entre los expertos por el pulso que se libra entre distintas facciones en Irán, entre quienes abogan por la capacidad nuclear como garantía en la actual situación de extrema debilidad y quienes ―como Zarif― son más partidarios de negociar con Occidente.

Otro elemento central de los debates y conversaciones informales en Davos es la perspectiva de una negociación para parar las hostilidades en Ucrania. La promesa de Trump de acabar el conflicto en 24 horas ha demostrado su nulo fundamento. El interés del Foro se centraba en el discernimiento de múltiples voluntades: la de Vladímir Putin de conformarse con un resultado inferior a la total subyugación de Ucrania, la de Trump de elevar realmente la presión para que el líder ruso llegue a esa conclusión y la de los europeos de hacerse cargo de una parte relevante de las garantías necesarias para sostener un eventual alto el fuego disuadiendo nuevos ataques futuros. Trump amenazó este miércoles a Putin con endurecer las sanciones si no acaba su ofensiva, pero entre palabras y realidades efectivas hay un trecho. En todo ello, la ONU se halla completamente fuera de juego, en un ejercicio que es un puro juego de potencia.

Asimismo, la OMC (Organización Mundial del Comercio) se halla completamente desdentada en vísperas de lo que se perfila como una escalada de conflictos comerciales. Los expertos consideran improbable que Trump rehúya implementar una promesa de campaña que ha sido central en su camino de regreso a la Casa Blanca. Acción y reacciones se desenvolverán en un terreno sin árbitro, ya que el panel de arbitraje de la OMC se halla desactivado por la negativa de EE UU a renovar a los integrantes con el mandato ya caducado.

A su vez, la justicia internacional sufre graves problemas de eficacia, con países que se niegan a cumplir con la obligatoriedad de las órdenes de detención (como Mongolia con Putin) o con sentencias (como China en el caso de la disputa marítima con Filipinas, o Israel en los requerimientos cautelares en su ofensiva en Gaza).

El cuadro se ve complicado aún más por el papel de las plataformas sociales en las democracias, con la acción manipuladora sin tapujos de Elon Musk y los movimientos de Mark Zuckerberg. En este cuestión, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, abogó por que los dueños de las redes sean responsables penalmente de los contenidos que a través de ellas se difunden. Un intento de limitar el espacio de la impunidad que avanza a la cual hizo referencia Guterres en su intervención.

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Sobre la firma

Andrea Rizzi (enviado especial)
Corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas que se publica los sábados. Anteriormente fue redactor jefe de Internacional y subdirector de Opinión del diario. Es licenciado en Derecho (La Sapienza, Roma) máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid) y en Derecho de la UE (IEE/ULB, Bruselas).
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