Hollywood recibe con cautela a la nueva Administración Trump
El presidente designa a los actores Mel Gibson, Jon Voight y Sylvester Stallone como sus emisarios para relacionarse con una industria que le fue muy hostil durante su primer mandato
A diferencia de Silicon Valley —la otra gran industria de California, que se ha plegado de lleno a Donald Trump—, Hollywood y su poder suave se mantienen a la expectativa del arranque del nuevo Gobierno. El establishment del cine estadounidense ha guardado un perfil bajo desde la derrota de Kamala Harris, a quien apoyó con donativos millonarios e incluso con exigencias para que Joe Biden abandonara la carrera presidencial. Actores, cineastas y celebridades, que elevaron abiertamente la voz contra el presidente republicano en su primer mandato, han optado por ahora por el silencio, y Trump ha respondido nombrando a tres embajadores en Hollywood, como si se tratase de una nación extranjera, para que le asesoren.
Según el diagnóstico de Trump y su ideario proteccionista, la industria del cine “ha perdido parte de su negocio en los últimos cuatro años a manos de países extranjeros”. Por ello, el presidente ha nombrado, en un cargo altamente simbólico, a tres veteranos actores —Mel Gibson (69 años), Jon Voight (86) y Sylvester Stallone (78)— para que sean sus “ojos y oídos” en el corazón de la industria. “Yo haré lo que ellos me sugieran (...) Y, como en Estados Unidos, ¡será nuevamente la era dorada en Hollywood!”, aseguró Trump el jueves en su red social, Truth Social.
El nombramiento de sus emisarios ha pasado bastante inadvertido en Los Ángeles, una ciudad que todavía se encuentra volcada en la respuesta a los letales incendios registrados desde principios de enero y que se han cobrado al menos 25 vidas. “¿Qué ha hecho Jon Voight recientemente en Hollywood? Me he perdido”, decía con sarcasmo el viernes en su podcast el periodista Richard Rushfield, autor del influyente boletín The Ankler. Voight, el padre de Angelina Jolie, participó en 2024 en Megalópolis, la delirante cinta de Francis Ford Coppola, aunque ha producido más titulares alabando a Donald Trump.
Mel Gibson, otro de los emisarios de Trump, ha sido uno de los damnificados por los incendios en Los Ángeles. Uno de los cerca de 10.000 inmuebles destruidos es la mansión de 14,5 millones de dólares del director de La pasión de Cristo. La lujosa residencia, en Malibú, fue reducida a cenizas mientras Gibson se encontraba en Texas grabando el podcast de Joe Rogan, el famoso conductor de un medio que ha servido de trampolín a la derecha.
El actor ha sido calificado de antisemita desde que en 2006 lanzara una invectiva contra los judíos después de ser detenido por la policía. En más de dos horas de conversación, Gibson, también acusado de violencia machista, habló con Rogan de varios temas, pero en especial de Jesucristo, las sagradas escrituras y los hallazgos arqueológicos que prueban, según él, la existencia de Adán, el primer hombre.
El encargo de Trump también ha puesto a Sylvester Stallone bajo los focos. La estrella de Rambo, quien divide su tiempo entre Los Ángeles y Palm Beach, en Florida, es un abierto admirador del nuevo presidente, a quien llamó “un segundo George Washington” en una aparición en Mar-a-Lago en noviembre pasado. Aquella noche, Stallone comparó al mandatario republicano con Cristo y con su personaje, Rocky Balboa. “Estamos ante la presencia de un personaje mitológico”, dijo entonces Stallone, protagonista de la reciente serie Tulsa King. En el evento se reveló que el gobernador de Dakota del norte, Doug Burgum, sería nombrado encargado de Interior.
Mutis en la meca del cine
La temporada de premios está en pleno apogeo y registrará el viernes una de sus fechas más importantes con la revelación de los nominados a los Oscar, que serán entregados el 2 de marzo. Esta ha sido una campaña especialmente apolítica entre los actores, quienes suelen aprovechar los focos de las galas para lanzar mensajes políticos, como hizo Robert de Niro en los Tony de 2018, cuando gritó al micrófono: “¡Que se joda Donald Trump!”. En la última gala de los Globos de Oro apenas hubo comentarios en este sentido, a pesar de que Sebastian Stan, quien interpreta a Trump en El aprendiz, un papel por el que fue nominado, subió al escenario al ganar por su interpretación en otra cinta: A Different Man.
Trump asegura que Hollywood es un “gran lugar con muchos problemas”. El ritmo de sus producciones ha caído un 27% en los últimos cinco años. La industria no ha logrado salir de la crisis en la que cayó durante la pandemia, y que fue seguida por la huelga de actores, que duró 118 días. A esto se suma ahora la emergencia por los incendios, un desastre que todavía no se ha cuantificado, pero que sin duda tendrá impacto en el sector. El sindicato de técnicos de los estudios, IATSE, calculó la semana pasada que al menos 8.000 de sus miembros fueron evacuados por los fuegos.
La suma de estas coyunturas ha pasado factura. Los estudios registraron en 2024 unos 23.000 rodajes en ubicaciones de Los Ángeles. Cinco años antes esa cifra era de 36.000 filmaciones, según el último informe de FilmLA.
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