Una ola de frío polar obliga a trasladar la investidura de Trump al interior del Capitolio
Solo los invitados más selectos asistirán a su toma de posesión, pero el presidente se dará luego un pequeño baño de masas en un pabellón cubierto de Washington
Washington espera temperaturas de seis grados bajo cero el próximo lunes a mediodía. La ola de frío polar que congelará la capital de Estados Unidos a partir de este domingo ha llevado al presidente electo, Donald Trump, a decidir celebrar su investidura en el interior del Capitolio, en la Rotonda, la sala que se encuentra bajo la cúpula del edificio.
Allí pronunciará su discurso, en un espacio al que solo tendrán acceso los invitados más selectos, incluido el presidente saliente, Joe Biden, mandatarios extranjeros, aliados de Trump y grandes donantes, entre ellos previsiblemente los magnates tecnológicos y otros multimillonarios a los que precisamente Biden ha calificado como nueva “oligarquía”. Una vez asumido el cargo, Trump se dará un pequeño baño de masas en el Capital One Arena, el pabellón cubierto de la capital, con capacidad para cerca de 20.000 asistentes.
La última vez que se trasladó la toma de posesión a un lugar cerrado fue en 1985, cuando Ronald Reagan inició su segundo mandato, un día en que el termómetro señalaba 14 grados bajo cero a mediodía. Las previsiones para el lunes apuntan a las temperaturas más bajas de un día de investidura desde entonces, por debajo de los dos grados bajo cero con que juró el cargo Barack Obama en 2009, cuando una multitud desafió el frío. El lunes se prevé que habrá mínimas de 12 grados bajo cero y máximas de 5 grados bajo cero, con una sensación térmica aún más fría a causa del viento. Para el domingo hay probabilidades de nevada.
“El pronóstico del tiempo para Washington, D.C., con el factor de sensación térmica, podría llevar las temperaturas a severos mínimos históricos. Hay una ola ártica barriendo el país. No quiero ver gente herida, o lastimada, de ninguna manera”, ha escrito Trump en su red, Truth Social. “Las condiciones son peligrosas para las decenas de miles de fuerzas del orden, los servicios de emergencia, la policía e incluso los caballos, y los cientos de miles de simpatizantes que estarán fuera durante muchas horas el día 20 (en cualquier caso, si decides venir, ¡vístete bien abrigado!)”, ha añadido.
La campaña de Trump ha alquilado el Capital One Arena para que se pueda seguir a través de pantallas de televisión el acto. El domingo Trump tiene programado un mitin en ese mismo escenario. Tras su juramento y su discurso, ya como presidente, volverá allí el lunes para unirse a sus seguidores. Allí se celebrará también el desfile presidencial, antes de que Trump continúe camino de la Casa Blanca. Los bailes y otros festejos a puerta cerrada convocados con motivo de la investidura se mantienen.
La campaña de Trump ha distribuido más de 200.000 entradas para presenciar la toma de posesión desde la explanada que se encuentra delante del Capitolio. A eso se suman las áreas de admisión libre, más alejadas del edificio, donde se esperaba a decenas o cientos de miles de personas más.
El frío previsto desincentivaba la asistencia al acto. En 2017, Trump montó en cólera ante las noticias de que a su toma de posesión había asistido menos gente que a la de Obama. Aquella disputa fue el origen de los llamados “hechos alternativos”, la frase con la Casa Blanca se resistía a rendirse a la evidencia y negaba que las falsedades sobre una supuesta asistencia récord al acto fuesen una mentira.
William Henry Harrison, que entonces tenía 68 años, desafió el viento helado sin abrigo ni sombrero en su toma de posesión en 1841. Un mes después murió víctima de una neumonía. William Howard Taft, en 1909, juró su cargo en el interior del Capitolio por una fuerte nevada.
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