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La compra de miles de votos empaña la ajustada victoria europeísta en el referéndum de Moldavia

Las autoridades documentan el pago por votar a 150.000 personas, el 10% de la participación. El sí gana con el 50,46% en una campaña en la que la OSCE alerta de la “interferencia masiva de Rusia”

Moldavia
Decenas de ciudadanos Moldavia aguardaban este domingo para votar en el puesto electoral abierto en la embajada del país en Moscú, la capital rusa.Evgenia Novozhenina (REUTERS)
Óscar Gutiérrez Garrido

Con una expresión en su rostro más relajada que durante la noche electoral, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, compareció este lunes ante la prensa para celebrar, sin aspavientos, el ajustado sí obtenido en el referéndum celebrado un día antes, que permitirá anclar en la Constitución el proceso de adhesión a la Unión Europea. Con el 100% del escrutinio completo, la opción europeísta se alzó por algo más de 13.000 papeletas (50,46% frente al 49,54%). “Hayas votado en Soroca, Chisináu [la capital], Stefan Voda, Milán o Dublín, ya sea que hayas emitido tu voto al amanecer o tarde en la noche, has elegido que Moldavia avance hacia la paz y la prosperidad”, manifestó Sandu sobre las dos de la tarde, en un centro de convenciones del noroeste de la capital. Las instituciones europeas han acogido con alegría el resultado del referéndum.

Más allá del exiguo margen de la victoria, en la que el voto de la diáspora fue esencial en la recta final del escrutinio, la jefa de Estado moldava dio algún detalle de lo que ya había adelantado en la madrugada: las autoridades tienen constancia de que 150.000 personas recibieron dinero a cambio de votar por una opción u otra. “Los criminales, que buscan el poder a cualquier precio, intentaron utilizar la democracia como una debilidad. Querían dividirnos y destruirnos”, afirmó Sandu.

Con los datos ofrecidos por la presidenta, que, a preguntas sobre la pista rusa en esta trama fraudulenta, no quiso decantarse, se desconoce si todos aquellos que recibieron el dinero fueron finalmente a votar. La cifra, esos 150.000 ciudadanos, no es baladí. Moldavia es un país pequeño, con alrededor de 2,5 millones de habitantes en el territorio nacional, más 1,2 millones que reside en el exterior. En la cita electoral votaron 1,5 millones de electores, por lo que el soborno masivo alcanzó a un porcentaje de la población equivalente al 10% de la participación electoral de este domingo. “Hagan ustedes los cálculos”, añadió Sandu en referencia a la concurrencia y las papeletas con la casilla del no marcada para rechazar la reforma constitucional. En los dos casos, la diferencia entre el resultado final y lo previsto antes de la jornada ronda los 10 puntos.

Pero hay más. Según Sandu, el objetivo de este “asalto” a la democracia moldava, era la compra de hasta 300.000 votos. “Lamentablemente, el sistema de justicia no hizo lo suficiente para prevenir la manipulación de votos y la corrupción”, admitió. Las autoridades moldavas han abierto una investigación sobre la venta de votos. La reportera de la cadena británica BBC Sarah Rainsford pudo constatar junto a la región separatista prorrusa de Transnistria (el sí en este enclave superó levemente el 37%) cómo un votante recibía la oferta de alrededor de 1.000 rublos (10 euros) por apoyar a un candidato.

La presidenta moldava, Maia Sandu, en rueda de prensa este lunes en Chisináu.
La presidenta moldava, Maia Sandu, en rueda de prensa este lunes en Chisináu.DUMITRU DORU (EFE)

No es la primera vez, sin embargo, que Chisináu denuncia la interferencia en el proceso electoral a través del pago de voluntades. A principios de octubre, la Fiscalía Anticorrupción moldava denunció la existencia de una red de unos 130.000 ciudadanos a sueldo listos para intervenir en los comicios. La trama incluía a dirigentes territoriales, activistas, presidentes sectoriales y simpatizantes, reclutados por el oligarca Ilan Shor, residente en Rusia y condenado en ausencia a 15 años de cárcel por sacar hace una década casi 1.000 millones de euros del sistema bancario del país.

“Siempre que estamos cerca de la UE”, señaló Iulian Grosa, exviceministro de Exteriores moldavo, en un encuentro con prensa en el que ha participado EL PAÍS, invitado por el Centro Nacional de Defensa de la Integración Europea de Moldavia, “estamos cerca también de problemas con Rusia”. Grosa, director del Instituto de Políticas y Reformas Europeas (IPRE), recuerda un dato que refleja cómo se ha desarrollado, en un segundo plano, la campaña del no: “Nueve de los candidatos presidenciales ni siquiera se registraron por el referéndum, ni por el sí ni por el no, solo dos lo hicieron en favor de la consulta”.

Las presidenciales, a segunda vuelta

Pero ni Moldovia ni Sandu tienen tiempo para tapar los enormes agujeros que los grupos criminales vinculados a Moscú están aprovechando para desplegar una ofensiva híbrida contra el proceso de adhesión a la UE, que arrancó con las primeras negociaciones en diciembre de 2023. Este domingo se celebraron también elecciones presidenciales. Ninguno de los candidatos superó el 50% de las papeletas y habrá segunda vuelta en dos semanas, el próximo 3 de noviembre. Sandu, al frente del Partido de Acción y Solidaridad (PAS), con un 42% de apoyos en la primera ronda, se enfrentará en esa cita a Alexander Stoianoglo, líder del Partido de los Socialistas, que obtuvo un 26%.

“Estoy agradecida a todos los que ayer [por este domingo] hicieron oír su voz y nos mostraron el camino que quieren para Moldavia”, señaló Sandu en rueda de prensa. “Para garantizar que estos esfuerzos no sean en vano y para proteger lo que tenemos, debemos garantizar una movilización total para las próximas elecciones”. La reválida de las presidenciales, no obstante, pondrán a prueba dos cosas: si Chisináu es capaz de evitar la injerencia externa y si el ajustado resultado de la consulta sobre la adhesión a la UE, por debajo de las expectativas del PAS, con mayoría también en el Parlamento, no pasa factura.

Poco después de la comparecencia de Sandu, la misión de observadores internacionales (representantes de la OSCE, Consejo de Europa y Parlamento Europeo), reunidos en Chisináu, elogiaron la buena gestión de la doble cita electoral en Moldavia pese a la campaña rusa para minar su integridad. “Damos la bienvenida a los resultados”, manifestó Michael Gahler, al frente de la delegación de la Eurocámara. “A pesar de la interferencia masiva, maligna e ilícita sin precedentes de Rusia”, continúo el eurodiputado, “especialmente a través de la compra de votos, ataques híbridos y desinformación, el pueblo de la República de Moldavia eligió un futuro en la UE”. Gahler, diplomático alemán, hizo un llamamiento a la resistencia de los actores implicados de cara a la segunda vuelta de las presidenciales y los comicios legislativos de junio de 2025.

El candidato a las elecciones presidenciales de Moldavia Alexandr Stoianoglo, en comparecencia este lunes en Chisináu.
El candidato a las elecciones presidenciales de Moldavia Alexandr Stoianoglo, en comparecencia este lunes en Chisináu.Vladislav Culiomza (REUTERS)

La rebeldía ante la propaganda, no obstante, se antoja difícil. La población más vulnerable, la de más edad, o la que se ha situado más afín al Kremlin ha escuchado y leído durante los últimos meses mensajes sobre el fin de los valores tradicionales, el cierre de iglesias, de negocios, la entrada en guerra en favor de Ucrania o el aperturismo hacia el colectivo LGTBI. Todo esto ocurriría, alertaban estos sectores, si Moldavia entraba finalmente en el club de los Veintisiete. Con el referéndum validado, será el Tribunal Constitucional el que ratifique los resultados en 10 días. Si así lo hace, el texto sobre el proceso de adhesión a la UE será publicado en el boletín oficial moldavo para incorporarse automáticamente a la ley fundamental del país.

Al tiempo que la misión de observación ofrecía sus primeras conclusiones, Stoianoglo, aspirante a la jefatura de Estado, señalado por sus lazos con Moscú, compareció en la capital. El ex fiscal general moldavo, en una declaración en rumano, lengua oficial del país, y, posteriormente, en ruso, ofreció un mensaje de unidad hacia su adversaria política ante la injerencia externa, que en su caso viene de Bruselas. “No debemos olvidar nuestra herencia rusa”, manifestó, “Europa no puede venir a decirnos cómo queremos ser”.

Alegría en Bruselas

Nada más conocer la validación de resultados por parte de los observadores internacionales, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha celebrado la victoria del sí en las redes sociales, informa Silvia Ayuso.

“Felicidades al pueblo moldavo y a la presidenta Maia Sandu, ¡lo habéis vuelto a conseguir!”, ha festejado la alemana. La jefa del Ejecutivo europeo ha evitado comentar lo ajustado de la victoria, pero sí ha condenado los intentos de injerencia rusa denunciados desde Chisináu y corroborados por Bruselas. “Ante las tácticas híbridas de Rusia, Moldavia demuestra que es independiente, fuerte y que quiere un futuro europeo”, ha subrayado Von der Leyen, que visitó el país candidato a la UE a comienzos de mes para manifestar su apoyo a Sandu y a los esfuerzos de adhesión al bloque europeo. El sí moldavo “pese a la evidente interferencia externa” constituye “una señal que reafirma vuestro compromiso con un camino europeo y para continuar las reformas necesarias que transformarán vuestro país”, ha acotado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Desde Estrasburgo, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también ha reivindicado unos resultados que, coincide, acercan a Moldavia más a Europa. “El pueblo moldavo ha elegido su futuro. Ha elegido esperanza, estabilidad, oportunidad. Ha elegido Europa”, ha proclamado la maltesa, que también ha condenado, en nombre del hemiciclo, “cualquier interferencia en el referéndum y las elecciones presidenciales” moldavas. “Nos enorgullece ser uno de los principales aliados de Moldavia y comprendemos que su futuro está en la UE. Apoyamos completamente su camino de adhesión a la UE”, ha agregado.

Ya en la noche electoral, el domingo, Sandu había denunciado un ataque “sin precedentes” de “fuerzas extranjeras” en la consulta para reformar la Constitución y blindar el ingreso a la UE, extremo corroborado por Bruselas. “Hemos visto que las votaciones —la consulta y las presidenciales— han tenido lugar bajo una interferencia e intimidación sin precedentes por parte de Rusia y sus allegados, con la intención de desestabilizar el proceso democrático en Moldavia”, ha indicado el portavoz de Exteriores de la UE. Estos esfuerzos por influir en las elecciones no se remiten a la jornada electoral o ni siquiera los días previos, sino que es un esfuerzo “de larga data” y que “tiene muchas caras”, ha subrayado. De ahí además lo difícil de combatirlo, en vista de que ni Rusia ni sus aliados “respetan límites”, ha explicado el portavoz.


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Sobre la firma

Óscar Gutiérrez Garrido
Periodista de la sección Internacional desde 2011. Está especializado en temas relacionados con terrorismo yihadista y conflicto. Coordina la información sobre el continente africano y tiene siempre un ojo en Oriente Próximo. Es licenciado en Periodismo y máster en Relaciones Internacionales
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