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Israel vuelve a someter la ciudad de Jan Yunis y obliga a huir a 150.000 personas

Las tropas de ocupación israelíes chocan de nuevo con la resistencia armada en la segunda ciudad de Gaza con un alto coste para las vidas de los civiles

Una multitud de palestinos huye de Jan Yunis tras la orden de evacuación del ejército israelí, el 22 de julio de 2024.Foto: HAITHAM IMAD (EFE) | Vídeo: EPV
Luis de Vega

En estos casi diez meses de contienda, Israel apenas ha conseguido cerrar ninguna de las batallas clave que ha abierto a lo largo de Gaza. El proceso suele ser siempre el mismo. El ejército asedia, expulsa a los ciudadanos, golpea, se retira y, semanas o meses después, regresa porque comprueba que su objetivo de desactivar la resistencia armada palestina no ha sido logrado. Una espiral de violencia y muerte, por el momento, sin fin.

Jan Yunis, en el sur del enclave, se ha convertido de nuevo esta semana en el principal escenario de la guerra. Desde el lunes, unas 150.000 personas, según la ONG Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), han sido de nuevo desplazadas desde la zona este, la más próxima a la valla de separación con Israel, hacia la gran acampada humanitaria de Al Mawasi, en la costa mediterránea, y otras áreas de la ciudad. Se trata de movimientos de población llevados a cabo de manera forzosa por los militares israelíes, que han intensificado en Jan Yunis sus ataques contra Hamás, cuyos batallones siguen haciendo frente a esas tropas de ocupación.

Desde el lunes, los muertos en la segunda ciudad de la Franja ascienden a 121, la mayoría mujeres y niños, según han detallado los servicios de emergencia locales en un comunicado. Añaden que hay decenas de cuerpos atrapados en la zona de Beni Suheila, en el este de la ciudad. El total de muertos en Gaza desde el comienzo de la guerra, el 7 de octubre, ascienden a 39.145, según datos de las autoridades sanitarias del gobierno de Hamás hechos públicos este miércoles.

“Está siendo un mes de julio terrible en el sur de Gaza”, advirtió este lunes un comunicado de Médicos sin Fonteras (MSF). “Los incesantes bombardeos y ataques aéreos de las fuerzas israelíes se cobran la vida de cientos de personas en la Franja. Solo en los últimos 10 días, los equipos de MSF han respondido a cuatro incidentes con víctimas masivas”, prosigue el texto.

Un hombre llega al hospital Al Nasser, en Jan Yunis, con una niña herida en un ataque israelí en Gaza, el pasado lunes.
Un hombre llega al hospital Al Nasser, en Jan Yunis, con una niña herida en un ataque israelí en Gaza, el pasado lunes. HAITHAM IMAD (EFE)

El último de esos ataques tuvo lugar el lunes en Jan Yunis, donde solo un hospital sigue funcionando a duras penas: el Al Nasser, adonde ese día llegaron más de un centenar de heridos, según datos del Ministerio de Sanidad de la Franja gobernada por Hamás citados por la organización médica.

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Mientras decenas de muertos, heridos y mutilados llegan a ese hospital, donde los heridos tienen que compartir la cama, según MSF, o ser tratados en el suelo cubierto de sangre, las escenas de miles de personas escapando con lo puesto se suceden mientras, de fondo, se escuchan disparos, según las imágenes captadas por reporteros locales. Algunos lloran desesperados, otros se detienen agotados. Hay niños de ocho o diez años que tiran de sus hermanos pequeños malamente acomodados en carritos. Se ven sillas de ruedas atascadas por la senda de piedras y arena con edificios destruidos en los alrededores. También mujeres mayores sollozando en medio de la polvareda.

La gran mayoría de los 2,3 millones de gazatíes han sido empujados a lo largo de la presente contienda fuera de sus casas. Muchos de ellos, varias veces. Estas escenas han sido frecuentes en Jan Yunis, que llegó a estar hasta cuatro meses seguidos asediada por las tropas de Israel.

Militares de la División 98 del ejército de Israel aseguran haber localizado un túnel en esa ciudad y eliminado a varios “terroristas” mientras en la zona de Beni Suheila interceptaron un vehículo con miembros de la resistencia armada, según han señalado este miércoles portavoces militares en la red social X (antes Twitter). “En una operación combinada aérea y terrestre, un avión y un tanque atacaron el vehículo y eliminaron a los terroristas que se encontraban en su interior”, han añadido. Las operaciones también se han desarrollado en las últimas horas en la meridional Rafah y en otros puntos de Gaza.

Una multitud de palestinos huye de Jan Yunis tras la orden de evacuación del ejército israelí, el 22 de julio de 2024.
Una multitud de palestinos huye de Jan Yunis tras la orden de evacuación del ejército israelí, el 22 de julio de 2024.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)

A comienzos de semana, el ejército había anunciado un nuevo desplazamiento masivo de vecinos, algo que el derecho internacional humanitario considera ilegal. Lanzaron, como en anteriores ocasiones, octavillas desde el cielo y replicaron el mensaje en sus redes sociales. Dos días después, hay “personas que están atrapadas sin comida ni agua en Jan Yunis a los que nadie puede llegar y a los que nadie puede evacuar”, señala Hind Khoudari, reportera de la cadena catarí Al Jazeera, “se trata de personas que no tuvieron tiempo de irse”. El único hospital que se mantiene en funcionamiento es el Al Nasser, confirma, y “los bombardeos y los ataques aéreos continúan” mientras los ciudadanos “intentan trasladarse a una zona más segura”.

Las organizaciones humanitarias “han denunciado la obstrucción sistemática de la ayuda por parte de Israel y sus continuos ataques contra las operaciones de ayuda, incluidas las instalaciones, el personal y los puntos de distribución, lo que ha impedido la entrega efectiva a las personas necesitadas”, afirma el Consejo Noruego de Refugiados en un comunicado, que lamenta no haber recibido “ninguna ayuda” en su almacén desde el 3 de mayo.

En un bombardeo llevado a cabo el 13 de julio, Israel mató al menos a 90 personas en la zona humanitaria de Al Mawasi, en Jan Yunis. El objetivo, según las autoridades del Estado judío, era Mohamed Deif, de 58 años, jefe militar de Hamás en Gaza, cuya muerte no ha sido confirmada por ninguno de los dos lados. La semana pasada, el ejército afirmó haber destruido la mitad de la cúpula del principal grupo palestino armado.

“Ira” de Netanayahu

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se encuentra desde el lunes de viaje oficial en Estados Unidos. “Le estamos dando todas las herramientas para lograr un acuerdo que permita la liberación de decenas de rehenes. Después de eso, sabremos cómo volver a la guerra”, ha señalado el ministro de Defensa, Yoav Gallant, durante una visita a Rafah, extremo meridional de Gaza, el martes.

En Estados Unidos se encuentra también Ronen Neutra, padre del soldado Omer Neutra, cautivo en Gaza, que ha criticado cómo Netanyahu ha abordado los secuestros. “Hemos visto a estadounidenses que nos escuchan. Esa no es la misma sensación que hemos tenido del primer ministro”, ha dicho Neutra este miércoles a la radio pública Kan. También ha criticado que Netanyahu haya mostrado “un poco de ira por algunas de las cosas que habíamos dicho”. “Estamos en un momento en el que los estadounidenses dicen que Hamás está listo y que es cuestión de días en los que se pueda llegar a un acuerdo, si hay un liderazgo dispuesto a ello por parte de Israel”, ha remarcado.

El movimiento fundamentalista lanzó un ataque inédito, el peor de este tipo recibido por Israel en toda su historia, que causó unas 1.200 muertes en territorio israelí el 7 de octubre. Ese fue el detonante de la contienda, que mantiene a las partes negociando un posible alto el fuego en el que se liberarían también los, en torno, a 120 rehenes, decenas de ellos confirmados ya muertos, de los 250 que los islamistas palestinos capturaron. Estos días, los encuentros se mantienen en Egipto y en Qatar para conseguir esa tregua, que también sobrevuela las reuniones de Netanyahu en Estados Unidos.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear año y medio por Madrid y sus alrededores. Antes trabajó durante 22 años en el diario Abc, de los que ocho fue corresponsal en el norte de África. Ha sido dos veces finalista del Premio Cirilo Rodríguez.
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