Poner a punto el coche para un viaje empieza por el parabrisas
Entre julio y agosto habrá 94 millones de desplazamientos por carretera. Supervisar y examinar el vehículo antes de emprender un viaje es algo más que un ritual. Además de los neumáticos, el motor o la batería, los expertos de Carglass® recomiendan supervisar el estado de los parabrisas, para evitar posibles percances que empañen (nunca mejor dicho) las vacaciones
La temporada de verano significa para la mayoría de los españoles ese período en el que, al fin, tomarse unos días de descanso y desconexión. Pasan las generaciones, pero los viajes por carretera volverán a ser un año más la forma más habitual de desplazarse. El mayor número de traslados se producen entre julio y agosto. Según la Dirección General de Tráfico (DGT) en estos dos meses habrá 94 millones de movimientos de largo recorrido por las autopistas y autovías españolas, lo que supone un ligero incremento del 0,4% respecto a las cifras del mismo periodo del año pasado.
Muchos ciudadanos aprovechan para poner a punto sus vehículos antes de un viaje por carretera. Se trata de una forma de evitar posibles percances que puedan interrumpir, retrasar (y arruinar) las vacaciones. Lo más habitual es examinar los neumáticos, causantes del 60% de los accidentes que se producen por un fallo mecánico, según datos de la DGT. Una vez comprobado que el dibujo está en buen estado para circular con seguridad, la comprobación de la presión es sencilla: cualquier persona puede verificarla en una gasolinera y confirmar que los niveles son los adecuados. La batería, los sistemas de iluminación y climatización, los dispositivos tecnológicos y todos los niveles de líquidos del motor son los otros elementos a los que más atención prestan los conductores.
Pero hay algo que puede pasar desapercibido en la lista de comprobaciones. Los parabrisas son uno de los elementos más olvidados, pese a ser uno de los más expuestos a complicaciones. Solo el impacto de una pequeña piedra (el temido chinazo) puede provocar una rotura que poco a poco puede ir creciendo, lo que es posible que termine ocasionando un contratiempo inesperado que ponga en riesgo la tranquilidad que se busca durante las vacaciones. En este caso, la ayuda profesional siempre es lo más recomendable.
Reparar, mejor que sustituir
Es importante tener claro que no siempre un chinazo obligue a sustituir el parabrisas. Cuando se dan las condiciones necesarias para ello, siempre es mejor repararlo que sustituirlo, según Carglass®. Los expertos de la empresa, que llevan 25 años operando en España, recomiendan evaluar tres aspectos para determinar si es posible la reparación.
• El tamaño del impacto. Su gravedad se puede examinar con un sencillo truco: si no se puede cubrir el impacto con una moneda de dos euros, no se podrá reparar y habrá que optar por la sustitución de la luna.
• La ubicación del impacto. Si se encuentra a 2,5 centímetros del borde, no es posible reparar por la localización del mismo ya que la campana de reparación no puede colocarse correctamente, por lo que será necesario optar por un nuevo parabrisas.
• Por último, Carglass® aconseja comprobar que la rotura no influya en el campo de visión. Es decir, si se encuentra en línea con la vista del conductor. En ese caso, la solución también debe ser la sustitución.
Si finalmente el parabrisas no es reparable, hay que tener en cuenta que será necesaria la recalibración de los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS), un conjunto de soluciones tecnológicas diseñadas para mejorar la seguridad del conductor y los pasajeros situadas en el parabrisas. Cuando se sustituye un parabrisas, hay que desmontar las cámaras del cristal roto y montarlas de nuevo. Una vez instaladas, estos sistemas han de ser recalibrados para asegurar su buen funcionamiento y que cumplan su función de enviar la información correcta a los sistemas de seguridad.
Si el parabrisas no es reparable, será necesaria la recalibración de los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS), un conjunto de soluciones tecnológicas diseñadas para mejorar la seguridad del conductor y los pasajeros situadas en el parabrisas
Pero esta operación necesita ser realizada por profesionales, al tratarse de elementos de altas precisión. Requiere de instalaciones adecuadas y técnicos especializados en la materia. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) elevó al Parlamento Europeo una propuesta en la que pedía que los procesos de calibración fueran “transparentes” para que los sistemas ADAS “mantengan su eficacia con el paso del tiempo”. En este sentido, Carglass®, única empresa especialista en España capaz de recalibrar hasta el 99% de los vehículos del parque automovilístico nacional, sigue el protocolo diseñado por el Departamento de I&D de su matriz Belron®, que tiene en cuenta desde la iluminación y nivelación de las instalaciones hasta la formación de los técnicos y el uso de los instrumentos y herramientas más avanzados del mercado.
Qué sucede si hay fallos en la recalibración
Si en el proceso de sustitución del parabrisas no se recalibran las cámaras y sensores de los sistemas ADAS, o si se hace de forma defectuosa, representa un riesgo para la seguridad de los ocupantes del vehículo y de otros usuarios de la carretera. Una investigación conjunta entre el grupo Belron® y el Instituto de Investigación TRL concluyó que los coches con sistemas ADAS mal recalibrados provocan colisiones, atropellos y otros accidentes, ya que no pueden calcular bien aspectos como la distancia, el tiempo o la potencia de frenado.
Por ello, los expertos recomiendan utilizar lunas y parabrisas de la mejor calidad. Por ejemplo, Carglass® utiliza los OEE (equivalente al equipo original, por su acrónimo en inglés). Son las mismas que manufacturan los fabricantes del vehículo. Su calidad se certifica en el centro de excelencia del grupo en Bilzen (Bélgica), donde se realizan rigurosas pruebas de control. Sus parabrisas cuentan con el respaldo del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Trento (Italia), que los define como “sustancialmente idénticos a los originales”. Sus resultados han sido también testados en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, concluyendo que “la funcionalidad y el rendimiento de los sistemas ADAS fueron similares para los parabrisas OEM y los originales OEE”.