Kagame gana las elecciones en Ruanda con el 99% de los votos

El presidente de Ruanda, Paul Kagame, en el poder desde 1994, ha ganado las elecciones del pasado lunes y será reelegido para un nuevo mandato de cinco años. Con el 80% del voto escrutado, obtiene un 99,15% de las papeletas, según los datos facilitados por la comisión electoral. “Estos resultados son claros”, dijo Kagame el mismo lunes por la noche, “ahora no hay ninguna duda (…) El porcentaje del 99% es muy impresionante. Incluso si hubiera sido elegido al 100%, no es solo una cuestión de cifras, es el reflejo de la confianza que me otorgáis. Eso es lo que cuenta para mí”.

Los otros dos candidatos en estas elecciones, los únicos a los que el régimen ruandés permitió presentarse tras excluir a la verdadera oposición, fueron Frank Habineza, del Partido Verde, que logró un 0,53% de las papeletas, y el independiente Philippe Mpayimana, que alcanzó el 0,32%. En 2017, Kagame ya fue reelegido ante los mismos rivales con un 98,79% de los votos. El escrutinio continúa hasta el 20 de julio, fecha en la que serán proclamados los resultados provisionales tanto de los comicios presidenciales como de los legislativos, en los que 500 candidatos concurren a los 80 escaños del Congreso de los Diputados. Se espera también una amplia victoria del Frente Patriótico Ruandés (FPR), el partido en el poder, liderado por Kagame.

Estas son las cuartas elecciones seguidas que gana el presidente ruandés, tras las de 2003, 2010 y 2017, todas ellas con porcentajes superiores al 90%. Kagame, de 66 años, está a la cabeza del FPR desde 1990, cuando era un grupo armado tutsi que combatía al ejército ruandés. En 1994, tras el genocidio de unos 800.000 tutsis y hutus moderados, se hizo con el poder en Kigali y fue nombrado vicepresidente y ministro de Defensa del nuevo Gobierno de transición, aunque se le consideraba ya entonces el líder de facto y principal arquitecto de la reconstrucción de Ruanda.

En sus primeros años en el poder, Kagame lanzó una ofensiva para perseguir a los responsables del genocidio y grupos armados hutus, muchos de los cuales habían huido a la vecina República Democrática del Congo. Dio así inicio a una violenta guerra que provocó unos seis millones de muertos y la caída del dictador Mobutu Sese Seko. Este conflicto llega hasta la actualidad con el apoyo de las autoridades ruandesas al M23, grupo rebelde que combate en la región congoleña de los Kivus y que está en el origen de las desavenencias entre Kigali y Kinshasa.

En el año 2000, Kagame ascendió a la presidencia y tres años más tarde fue elegido en las urnas en las primeras elecciones tras el genocidio. Desde entonces, ha puesto en marcha un ambicioso programa de reformas económicas, lucha contra la corrupción y protección social que han situado a Ruanda como uno de los países africanos más estables y con mayor desarrollo. Sin embargo, su régimen es también conocido por la falta de libertad, con opositores encarcelados, en el exilio o reprimidos hasta el punto de ver limitados sus derechos políticos.

Una reforma constitucional aprobada en referéndum en 2015 le ha permitido mantenerse en el poder y le habilita a presentarse por última vez a los comicios de dentro de cinco años. En 2018 ocupó el cargo de presidente de la Unión Africana, periodo durante el cual impulsó la creación de la Zona de Libre Comercio Continental.

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