China acusa de corrupción a sus dos últimos ministros de Defensa
Li Shangfu, desaparecido desde agosto, cuando aún era titular de la cartera, y su predecesor, Wei Fenghe, son además expulsados del Partido Comunista
China ha anunciado este jueves una investigación por corrupción contra los últimos dos ministros de Defensa: Li Shangfu, desaparecido desde finales de agosto —cuando aún era titular de la cartera, y cesado dos meses después por orden del presidente, Xi Jinping—, y Wei Fenghe, su predecesor inmediato, que ejerció como titular de Defensa entre 2018 y 2023.
Li Shangfu, de 66 años, ha sido acusado de una larga ristra de graves incumplimientos disciplinarios y de corrupción en distintos grados, según un informe del organismo de inspección y supervisión disciplinaria de la Comisión Militar Central aprobado este jueves por el Politburó del Partido Comunista, uno de los máximos órganos de poder chino. El Politburó ha decidido también expulsarlo del Partido y transferir sus “presuntos asuntos penales” a la Fiscalía militar.
“La naturaleza de su comportamiento es extremadamente grave, el impacto es extremadamente malo, y el daño es particularmente grande”, señala la noticia recogida por la agencia oficial Xinhua. Wei Fenghe, que también ejerció como comandante de la fuerza de misiles del Ejército Popular de Liberación (EPL, las Fuerzas Armadas chinas), encargada del arsenal nuclear y de misiles convencionales, se enfrenta a acusaciones similares. El anuncio simultáneo se puede interpretar como un posible indicativo de la conexión entre ambos casos.
“Gran daño a la causa del Partido”
La noticia, tal y como ha sido recogida en medios estatales, aporta poca luz sobre un episodio bastante oscuro. Al exministro Li se le acusa de incumplir “con su responsabilidad política de gobernar de forma exhaustiva y estricta”, de resistirse “a la revisión organizativa”; de violar “gravemente la disciplina organizativa”, de buscar “ilegalmente beneficios personales para sí mismo y para otros”; de utilizar su posición “para buscar beneficios para otros” y haber “aceptado enormes sumas de dinero”, y de haber entregado dinero a otros para “buscar beneficios indebidos”, sospechosas de constituir soborno. “Como alto dirigente del Partido y del ejército, Li Shangfu abandonó su misión original y perdió el espíritu y los principios del Partido”, señala la nota de Xinhua. Se le acusa de haber “contaminado” el campo del equipamiento militar y la atmósfera de la industria de Defensa, un eufemismo para referirse a las malas prácticas. “Ha provocado un gran daño a la causa del Partido, a la defensa nacional y a la construcción militar, así como a la imagen de los altos dirigentes”.
No se pone fecha al inicio de las sospechas de su presunta mala praxis, pero sí se indica que el expediente contra él se abrió el 31 de agosto de 2023, dos días después de su última aparición en público, cuando llevaba algo más de cinco meses al frente de la cartera: fue ascendido a ministro en la remodelación del Ejecutivo chino llevada a cabo en marzo de 2023, cuando Xi Jinping fue nombrado presidente para un tercer mandato.
Casos similares, como los de los políticos Bo Xilai o Zhou Yongkang, acabaron con una condena a cadena perpetua que cumplen en la prisión de Qincheng. China nombró en diciembre como nuevo ministro de Defensa a Dong Jun, hasta entonces máximo comandante de la Marina.
Las acusaciones contra el exministro y exresponsable de la fuerza de misiles, Wei Fenghe, son bastante similares. Se le acusa de haber aceptado ilegalmente regalos y dinero en efectivo, de utilizar su posición para buscar beneficios para otros, de aceptar regalos y efectivo, y de haber aceptado enormes sumas de dinero sospechosas de soborno. “Como alto dirigente del Partido y del ejército, Wei Fenghe perdió la fe y la lealtad”, y, en su caso, tuvo una mala influencia sobre las tropas. Su caso también es “extremadamente grave”, señala el Politburó, que también ha decidido poner el asunto en manos de la fiscalía militar.
La caída del exministro Li Shangfu había seguido, hasta la fecha, un guion casi idéntico al del exministro de Exteriores Qin Gang, nombrado en diciembre de 2022 y reemplazado de forma abrupta en julio de 2023 después de un mes de ausencia. De Qin, sin embargo, sigue sin haber noticias.
Las autoridades disciplinarias y de supervisión de China han impuesto algún tipo de castigo disciplinario o administrativo del Partido Comunista a 610.000 personas en 2023, según cifras oficiales recogidas por el diario oficialista Global Times; las investigaciones contra altos mandos del Partido batieron registros el año pasado: se abrieron casos contra 45 altos funcionarios, según un recuento del rotativo hongkonés South China Morning Post.
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