China confirma el cese del ministro de Defensa tras casi dos meses desaparecido
La destitución sigue un guion similar a la del exministro de Exteriores Qin Gang, al que Pekín ha retirado además el cargo como miembro del Consejo de Estado
El presidente chino, Xi Jinping, ha firmado este martes la orden presidencial número 14 mediante la cual ha decretado el cese del ministro de Defensa, Li Shangfu, desaparecido desde hace casi dos meses sin que Pekín haya dado explicación alguna sobre su situación legal o su paradero hasta la fecha. Tampoco ha expuesto motivos ni detalles en esta ocasión. La orden es escueta. El presidente, siguiendo la decisión tomada por el Comité Permanente de Asamblea Popular (el legislativo chino), ordena “destituir a Li Shangfu de sus cargos de consejero de Estado y ministro de Defensa”, dice el texto recogido por la agencia oficial Xinhua.
Li Shangfu, general de 65 años, fue ascendido a ministro en la última remodelación del Ejecutivo chino llevada a cabo en marzo, cuando Xi Jinping fue nombrado presidente para un tercer mandato. Los medios de comunicación occidentales aseguraron en septiembre, cuando llevaba unas semanas sin ser visto en acto público, que podría estar bajo investigación por corrupción. Pekín no ha nombrado un sustituto por el momento.
Su caída ha seguido un guion casi idéntico al del exministro de Exteriores Qin Gang, también nombrado en marzo y reemplazado de forma abrupta en julio después de un mes de ausencia. Aún hoy, Qin sigue sin aparecer, situación que ha alimentado una catarata de especulaciones. The Wall Street Journal aseguró en septiembre —citando fuentes anónimas— que el exministro de Exteriores se encuentra también bajo investigación debido a una relación extramatrimonial mantenida mientras era embajador en Estados Unidos, situación que podría haber comprometido la seguridad nacional de China. La orden número 14, la misma que reemplaza a Li, también destituye a Qin del cargo que conservaba como miembro del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino), el único hilo al que algunos analistas se acogían para argumentar que quizá podría ser restituido en su puesto en un futuro.
La destitución de Li llega a punto de que desembarque la próxima semana en China una delegación militar estadounidense para participar en un foro internacional sobre seguridad en Pekín, en lo que se interpreta como un posible deshielo en el diálogo en materia de Defensa con Washington. Las comunicaciones militares entre ambas potencias llevan rotas desde la crisis de Taiwán del verano de 2022. El ya exministro de Defensa había sido en los últimos meses uno de los escollos en el intento de distensión. Li, con una larga trayectoria castrense vinculada al programa aeroespacial del gigante asiático, había sido sancionado por Washington en 2018, cuando se encontraba al frente del departamento de armamento, por su responsabilidad en la compra de cazas y sistemas de proyectiles antiaéreos fabricados por Rusia. China reclamaba que la Casa Blanca lo sacara de la lista negra como condición para retomar el diálogo.
La destitución de Li se suma a la de los dos principales mandos de la fuerza de misiles del Ejército Popular de Liberación (EPL, las Fuerzas Armadas chinas), encargada del arsenal nuclear y de misiles convencionales. Medios como el hongkonés South China Morning Post han asegurado que ambos están siendo investigados por el organismo anticorrupción de la Comisión Militar Central.
La orden firmada este martes también oficializa el traspaso de carteras de ministros de Finanzas (de Liu Kun a Lan Fo’an) y de Ciencia y Tecnología (de Wang Zhigang a Yin Hejun) en una transición esperada y sin sobresaltos.
La última aparición pública de Li Shangfu fue el 29 de agosto, en un foro de seguridad sobre África y China celebrado en Pekín. “El mundo ha entrado en un nuevo periodo de turbulencias y cambios, y la sociedad humana se enfrenta a retos sin precedentes”, dijo en el acto. Poco antes, a mediados del mismo mes, había visitado Bielorrusia y Rusia. Durante un discurso pronunciado en una conferencia de seguridad en Moscú, aseguró que la República Popular estaba dispuesta a reforzar la cooperación con las fuerzas militares de otros países “para seguir salvaguardando la seguridad mundial”, recogió la agencia china Xinhua. Sobre la relación con Rusia, añadió que los intercambios entre las fuerzas armadas de ambos países eran “intensos”, según la rusa TASS.
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