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La ONU denuncia posibles crímenes de lesa humanidad de Israel por el uso de bombas pesadas en zonas pobladas de Gaza

El ejército israelí utilizó proyectiles guiados de gran tamaño contra barrios residenciales, escuelas y campos de refugiados, según un nuevo informe

Guerra Israel- Hamás
Ataque israelí sobre el campo de refugiados de Jabalia, en el norte de la franja de Gaza, el 31 de octubre de 2023, estudiado por la ONU.Anas al-Shareef (STRINGER/REUTERS)
Alejandra Agudo

La ONU ha documentado seis ataques israelíes en la franja de Gaza el año pasado que produjeron, al menos, 218 víctimas mortales y causaron una gran destrucción de objetivos civiles. La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU (OHCHR, en sus siglas en inglés), dirigida por el diplomático austriaco Volker Türk, ha publicado este miércoles un nuevo informe en el que acredita “el uso por parte de Israel de armas explosivas en zonas densamente pobladas”. Los autores denuncian un “patrón de ataques sistemáticos contra la población civil” que “puede” indicar que Israel ha cometido “crímenes de lesa humanidad” y que sus fuerzas de defensa habrían violado el derecho internacional humanitario al no respetar los principios de distinción, proporcionalidad y precaución en los bombardeos.

“Desde el 9 de octubre al 2 de diciembre se bombardearon edificios residenciales, escuelas, campos de refugiados y un mercado”, ha detallado Jeremy Laurence, portavoz de la oficina, en una conferencia de prensa en Ginebra. Mediante la verificación de “información de múltiples fuentes independientes, testimonios de testigos, entrevistas con expertos militares y en armamento, organizaciones y personas creíbles”, así como el análisis de imágenes por satélite, vídeos y fotografías, han concluido que en estos ataques se emplearon bombas guiadas GBU-31, GBU-32 y GBU-39, usadas “para penetrar varias capas de hormigón” y destruir estructuras, ha detallado Laurence.

El uso de tales armas “impide distinguir objetivos militares de civiles”, ha aclarado el portavoz. Además, en ninguno de los seis bombardeos analizados se realizó un aviso previó a la población para minimizar el daño. “Los ataques indiscriminados de Fuerzas de Defensa de Israel [FDI] han violado repetidamente los principios fundamentales de las leyes de la guerra”, ha afirmado.

El último choque entre Israel y EE UU ha tenido lugar este mismo martes después de que el primer ministro Benjamín Netanyahu reclamara a su aliado las bombas de casi una tonelada que Washington bloquea desde mayo para que no sean usadas en zonas densamente pobladas de Gaza.

Además, el informe destaca que la oficina ha comprobado que el 87% de las víctimas mortales verificadas se produjeron en incidentes en los que murieron cinco o más personas, y más del 60% fallecieron en ataques que causaron más de 10. “Estas estadísticas sugieren que los métodos y medios elegidos por Israel en Gaza desde el 7 de octubre, incluido el uso de armas explosivas de amplio alcance en zonas densamente pobladas, no han garantizado la distinción efectiva entre combatientes y civiles”, escriben los autores.

Ajith Sunghay, director de la OHCHR en el Territorio Palestino Ocupado, que ha regresado este martes de Gaza, ha descrito en rueda de prensa la situación actual: “El sonido de bombas, armas de fuego y drones son constantes. El sonido de la guerra no para ni por el día ni por la noche. En 22 años de carrera, nunca he visto tantos desafíos para la ONU en términos de respuesta humanitaria y violaciones de derechos. La destrucción es inimaginable”, ha dicho. “Hay personas que se han tenido que desplazar 10 veces, están exhaustos. Solo sobreviven. No es que no tengan un plan B, es que no tienen un plan A. Solo viven al día y se preguntan cuándo va a terminar esto. Tienen la sensación de que nadie les ayuda”.

Tampoco se ha podido desprender Sunghay del olor “indescriptible” en los hospitales. Y en las calles, donde “hay metros y metros de basura, pero no hay agua limpia”. “Si no les matan las bombas, las enfermedades lo harán”. En su opinión, “este informe muestra un patrón de ataques a civiles, y el derecho internacional es muy claro en que protegerlos debe ser una prioridad”.

En el ataque sobre el barrio residencial de Ash Shujaiyeh, en Ciudad de Gaza, a las 13.12 del 2 de diciembre de 2023, las explosiones causaron destrozos en una área de 130 metros, se destruyeron 15 edificios y otros 14 quedaron seriamente dañados. Según las imágenes satelitales verificadas por la ONU, la dimensión de los cráteres y la destrucción prueban que fueron empleadas bombas GB-31. “Al menos, 60 personas murieron”, ha agregado Laurence. “Varias horas después del incidente, hacia las 21.30, las fuerzas israelíes anunciaron que habían matado a Wissam Farhat, comandante del grupo armado Al Qassam [brazo armado de Hamás], sin mencionar ningún otro objetivo o palestino armado”, relatan los autores del estudio. “La presencia de un miembro de la milicia de Hamás o de un objetivo militar no justifica que se ataque un barrio entero. Eso viola la proporcionalidad”, ha advertido Laurence.

Como en el caso de este ataque, el informe recoge detalles de bombardeos en otros cinco puntos de la Franja, como la hora, número de víctimas, dimensión de los daños materiales y los explosivos empleados. Con tales pruebas, la ONU pide a Israel que “garantice investigaciones independientes sobre estos incidentes y haga públicas sus conclusiones”. Israel, que tiene una copia del informe desde el 31 de mayo de 2024, respondió que, a excepción del ataque del 9 de octubre en el mercado de Yabalia, todos los demás estaban siendo examinados antes de ser remitidos al Cuerpo de Abogados Militares Generales para que decida si procede abrir una investigación penal. Que sea este organismo, que normalmente presta asesoramiento jurídico para las operaciones, el que tiene que dirimir “compromete la imparcialidad del sistema de investigación”, en opinión de la ONU.

Tras la publicación del informe, la misión de Israel ante la ONU en Ginebra ha manifestado en un comunicado que el estudio tiene “sesgos metodológicos”. “Su único objetivo es arremeter contra Israel, protegiendo aún más a los terroristas de Hamás en Gaza”, ha criticado. La representación israelí ha alegado en su escrito que “Hamás integra de forma sistemática e ilegal sus activos militares en zonas pobladas, y lleva a cabo actividades militares en ellas, entre sus civiles, con intención deliberada de que haya el mayor daño posible a la población, manipulando además las estadísticas de víctimas”. Y ha asegurado que “Israel respeta los principios de distinción, proporcionalidad y precaución” en sus operaciones.

Sobre las operaciones de Hamás, la OHCHR concluye que el lanzamiento indiscriminado de cohetes por parte de las brigadas Al Qassam, el brazo armado de Hamás, y otras milicias palestinas “también suscita preocupación” en tanto que no tienen “en cuenta las víctimas civiles que podía causar”.

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Sobre la firma

Alejandra Agudo
Reportera de EL PAÍS especializada en desarrollo sostenible (derechos de las mujeres y pobreza extrema), ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Miembro de la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras. Antes trabajó en la radio, revistas de información local, económica y el Tercer Sector. Licenciada en periodismo por la UCM
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