La UE propone una misión especial para patrullar el mar Rojo ante los ataques de los hutíes de Yemen
El Servicio de Acción Exterior envió la propuesta a los Estados miembros el jueves por la mañana, antes de la operación militar lanzada de madrugada por EE UU y el Reino Unido
La UE propone crear una nueva misión naval especial de seguridad para patrullar el mar Rojo ante los ataques de los hutíes de Yemen, aliados de Irán, que han asegurado que continuarán con su campaña en una de las vías marítimas cruciales del mundo hasta que Israel ponga fin a la ofensiva contra Hamás en la franja de Gaza. La nueva misión para proteger a los buques de los golpes de misiles y drones, ante la cada vez más grave escalada en la zona, colaboraría con la operación Guardián de la Prosperidad, creada por Estados Unidos —con la que compartiría información secreta—, y con otros aliados. Pero sería independiente, según la propuesta confidencial enviada por el Servicio de Acción Exterior de la UE (SEAE) a los Estados miembros, y a la que ha tenido acceso EL PAÍS. El documento, que tiene fecha del miércoles 10 de enero, se envió a las capitales el jueves por la mañana, antes de la operación militar contra objetivos hutíes lanzada por EE UU y el Reino Unido de madrugada. La nueva misión debería incluir al menos tres destructores antiaéreos o fragatas con capacidades multimisión y podría costar unos 5,1 millones de euros al año.
A finales de diciembre, España rechazó que se encomendase a la misión Atalanta —creada en 2008 para luchar contra la piratería en las costas de Somalia y que tiene solo un buque, la fragata española Victoria— la tarea de patrullar la zona para apoyar a la misión estadounidense, lo que desató algunas tensiones con Washington. La nueva iniciativa de la UE va en línea con la propuesta del Gobierno español, que a finales de año reclamó una misión europea de nueva creación, aunque en su momento dijo que no participaría en ella porque tiene todos los recursos comprometidos.
Madrid —como también harán el resto de capitales— analizará ahora la propuesta y determinará si se une a ella, explican fuentes comunitarias. El SEAE espera aprobar la nueva misión en el Consejo de Ministros de Exteriores del 22 de enero en Bruselas, según el documento enviado a los Estados miembros, que determina que, si se le da luz verde, podría comenzar a operar en febrero.
La seguridad marítima en el mar Rojo ha disminuido “significativamente” en las últimas semanas, advierte, el SEAE, debido a los ataques de los rebeldes yemeníes al transporte marítimo. El Servicio de Acción Exterior de la UE explica que el grupo rebelde aliado de Irán ataca barcos que considera que tienen vínculos con Israel (aunque sean tenues), pero también lleva a cabo ataques indiscriminados. En las últimas semanas de 2023, lanzó más de 24 ataques, según el servicio europeo. El aumento de los castigos contra buques comerciales “no tiene precedentes” dice Bruselas. La situación, además, ha escalado. El 31 de diciembre, estalló el primer enfrentamiento militar directo y mortal (con 10 hutíes muertos) entre ese grupo y EE UU. El primer día de enero, un buque de guerra iraní entró en el mar Rojo. El 3 de enero, Washington y 12 aliados lanzaron una advertencia a los milicianos chiíes para que cesaran sus ataques y amenazaron con posibles “acciones militares selectivas”.
Consecuencias económicas
La situación ha llevado a algunas de las navieras más grandes del mundo y a los buques mercantes bajo su autoridad a redireccionar sus barcos que viajen desde y hacia Europa para alejarlos del mar Rojo y del golfo de Adén y han apostado por que naveguen alrededor del cabo de Buena Esperanza, en África, a pesar del aumento de los costes y del tiempo (unas dos semanas) que esto supone. La nueva fórmula y la escalada en la zona amenaza con tener graves consecuencias económicas para la UE en forma de aumento del precio de los bienes y carencia de productos. Además, podría tener un “efecto desestabilizador” en Egipto, un país con el que la UE trata de diseñar un pacto migratorio para que frene las llegadas de solicitantes de asilo a Europa. El Cairo, uno de los actores más relevantes para desescalar la crisis en Oriente Próximo, ha visto disminuir sus ingresos por los problemas de tránsito por el canal de Suez. Todos estos motivos explican la propuesta de la nueva misión, que acompañaría a algunos de los buques en su navegación para tratar de frenar los ataques.
En diciembre, Estados Unidos lanzó la misión Guardián de la Prosperidad para garantizar la libre navegación por el mar Rojo. Washington pidió entonces a sus aliados —entre ellos a la UE, con la misión Atalanta, que se dedica a combatir la piratería— que se unieran. El SEAE respaldó la idea, pero no se logró la unanimidad de todos los socios. España, que además acoge en Rota (Cádiz) la base de la operación Atalanta y pone la fragata Victoria, no aceptó unirse a la misión de EE UU, a la que se ha sumado una veintena de países, entre ellos, Francia. Italia se sumará en marzo.
La UE propone ahora una nueva misión especial para situaciones de crisis con una duración de un año. Plantea dos modalidades: una de acción más reducida al mar Rojo y otra más amplia, por la que apuesta, que operaría en ese mar, el estrecho de Bab el Mandeb, el mar Arábigo, el estrecho de Ormuz y el Golfo. Quiere aprovechar las capacidades y experiencia de una operación lanzada en el estrecho de Ormuz, en el golfo y en el mar Arábigo (Agenor) y que vigila la presencia o tránsito de más de 400 embarcaciones al día y también hace tareas de “acompañamiento”.
Bruselas quiere que la nueva misión analice la zona, mantenga un seguimiento constante y también acompañe a los buques mercantes (navegar a su lado si han percibido algún tipo de amenaza) si se considera que necesitan protección debido al pabellón de la embarcación, la nacionalidad del armador o de los tripulantes, la carga, el cliente o el seguro. Lo hará “en estrecha coordinación con Estados de ideas afines y otros actores militares involucrados, incluidos Guardián de la Prosperidad y Atalanta”, dice la propuesta del SEAE enviada a los Estados miembros.
De salir adelante, la misión priorizaría los activos y los intereses europeos, pero el comandante de la operación podría decidir también acompañar a buques no pertenecientes a la UE. El SEAE pone como modelo la operación Agenor, que desde su inicio ha acompañado “con éxito” a una media de siete buques por semana.
Además, la nueva misión compartiría también con Atalanta parte de su área de operación. “Sin embargo, no debería haber superposición de tareas ejecutivas y de coordinación”, dice la propuesta del SEAE. “Debería garantizar una implementación eficiente de los mandatos”, añade.
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