El asedio de las fuerzas israelíes obliga a excavar una fosa común en el principal hospital de Gaza
Los responsables del complejo sanitario Al Shifa aseguran que están dando sepultura a más de 120 cadáveres en descomposición, entre ellos los de bebés prematuros desconectados de las incubadoras
El cerco al que las fuerzas israelíes someten desde el pasado viernes al principal hospital de Gaza ha obligado a excavar una fosa común en el complejo sanitario Al Shifa, en la capital de la Franja, para decenas de cadáveres en riesgo de descomposición, entre ellos los de siete bebés prematuros desconectados de las incubadoras por falta de energía. Los responsables del hospital aseguran haber dado sepultura a entre 120 y 180 cuerpos, según distintos testimonios citados por las agencias internacionales de noticias. El hospital carece de comida, agua y electricidad. Junto a unos 650 pacientes, entre ellos 36 bebés prematuros, que no pueden ser evacuados, se agolpan unos 7.000 civiles desalojados de sus casas por los combates y que buscaban refugio junto a sus instalaciones. “La situación en Al Shifa es inhumana”, ha advertido Médicos Sin Fronteras a través de las redes sociales.
Israel mantiene bajo asedio militar el recinto hospitalario, donde considera que se oculta uno de los principales puestos de mando de las milicias de Hamás. La Casa Blanca ha asegurado este martes que contaba con información de sus servicios de inteligencia que confirmaba que Hamás estaba utilizando Al Shifa para llevar a cabo operaciones militares “de comando y control”, y previsiblemente para almacenar armas, lo que equivale a “crímenes de guerra”, según anunció el portavoz de Seguridad Nacional, John Kirby.
En las últimas horas, el ejército se ha ofrecido a enviar incubadoras portátiles y combustible para los generadores eléctricos, pero ni la dirección del centro ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) creen que se den garantías de seguridad para los pacientes ante la presencia de francotiradores y drones armados cerca de Al Shifa, situado en el centro de los enfrentamientos, con los tanques israelíes a sus puertas. Según el director del centro hospitalario, Mohamad Abu Salmiyeh, la vida de 30 bebés prematuros corre peligro al no funcionar las incubadoras. Los portavoces militares israelíes también afirman haber abierto una vía de evacuación, lo que desmienten los responsables sanitarios palestinos.
Todos los hospitales del norte de Gaza han dejado de funcionar, con la única excepción del Al Ahli. “Están fuera de servicio debido a la falta de electricidad, suministros médicos, oxígeno, alimentos y agua, además de los bombardeos”, según la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU. Mientras, la OMS ha insistido este martes en que evacuar el hospital Al Shifa es una “tarea imposible”. La OMS ha notificado 20 muertes de pacientes en ese mismo centro en las últimas 48 horas. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha advertido de que “el hospital debe ser protegido” y ha pedido a las autoridades israelíes que ejecuten “acciones menos intrusivas” en su entorno.
Los portavoces castrenses de Israel aseguran haber tomado el control de los principales edificios públicos de Ciudad de Gaza —como el Parlamento, los ministerios y los puestos policiales—, convertida en un campo de batalla arrasado en el norte de la Franja, de donde han huido más de un millón de personas desde el inicio de la guerra. “Hamás ha perdido el control de Gaza y sus combatientes han huido hacia el sur”, aseguró en la noche del lunes el ministro de Defensa Israelí, Yoav Gallant. El ejército, que ha mostrado vídeos y fotografías de presuntas armas almacenadas por Hamás en el sótano del abandonado hospital Rantisi de Gaza, ha reconocido hasta ahora la muerte de 46 militares en sus filas desde el inicio de la guerra.
4.600 niños muertos
Un ataque de las milicias islamistas causó el pasado 7 de octubre la muerte de unas 1.200 personas (tres cuartas partes de ellas civiles) en Israel y otras 240 fueron secuestradas y llevadas a Gaza. Dos terceras partes de los 2,3 millones de habitantes de la Franja se han visto desplazados por el conflicto, que se ha cobrado la vida de al menos 11.320 personas en Gaza, entre ellas más de 4.600 niños y 3.100 mujeres, según las autoridades sanitarias locales. La misma fuente sostiene que 25 de los 35 hospitales del territorio costero palestino han quedado fuera de servicio.
El portavoz del Ministerio de Sanidad palestino, Asharf al Qidra, declaró a la agencia Reuters este martes que había decenas de cuerpos en descomposición en el recinto de Al Shifa que no podían ser trasladados al exterior, al no poder contar con la protección del Comité Internacional de la Cruz Roja. Este organismo humanitario ha reiterado que los hospitales se encuentran bajo la protección del derecho humanitario internacional para tiempo de guerra. “Pero si ocultan a combatientes sanos o depósitos de armas pueden perder dicha protección”, ha resaltado un responsable de la organización.
En un inusual gesto, los ministros israelíes de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, y Salud, Uriel Menajem Buso, han defendido en Ginebra el cerco del ejército por razones de seguridad a varios hospitales de Gaza ante la Organización Mundial de la Salud, según informa la agencia Efe.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, en sus siglas en inglés) ha alertado de que con los suministros que ahora mismo entran en Gaza solo tiene comida para el 39% de las personas que se refugian en sus colegios en plena ofensiva israelí. Según datos de la propia UNRWA, en la actualidad acoge a unos 137.000 refugiados en sus 80 escuelas en la Franja. Hasta el momento, en el territorio palestino solo han entrado por el paso de Rafah, que une el enclave con Egipto, unos 980 camiones con ayuda humanitaria, según datos de Naciones Unidas. Antes de la guerra, unos 500 camiones de ayuda humanitaria entraban a diario a Gaza para cubrir las necesidades básicas de sus habitantes, según datos de la ONU. Un segundo grupo de 74 españoles ha logrado salir este martes del enclave palestino a través del paso de Rafah y se dirige a El Cairo. Se van a unir al primer grupo que el lunes salió de la Franja, formado por 40 españoles. Entretanto, decenas de miles de desplazados por la guerra dentro de la franja de Gaza se disponían a pasar la noche bajo lluvias torrenciales.
En Tel Aviv, decenas de familiares de israelíes secuestrados por Hamás en la franja de Gaza han iniciado este martes una marcha de cinco días en dirección a Jerusalén, en un nuevo desafío al Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, al que responsabilizan de no estar haciendo lo suficiente para liberar a las 240 personas secuestradas en la masiva incursión de Hamás del 7 de octubre. Los manifestantes prevén finalizar su protesta el sábado ante la residencia del primer ministro en Jerusalén, tras un recorrido de unos 65 kilómetros.
Hamás ha asegurado que está dispuesto a liberar a 70 de esos rehenes (mujeres y niños) a cambio de una tregua y de la liberación de 275 palestinos (mujeres y niños incluidos) presos en cárceles israelíes. El presidente Biden se ha mostrado este martes “convencido” de que se va a lograr una próxima liberación de los rehenes, en un proceso en el que está mediando Qatar. “Aguantad. Estamos llegando”, les dijo en un mensaje desde Washington.
En Cisjordania, mientras tanto, al menos ocho palestinos, presuntos miembros de milicias, han muerto este martes a manos del ejército israelí, siete de ellos en una escaramuza en la localidad de Tulkarem, de acuerdo con fuentes sanitarias locales.
En el complejo frente del norte, el ejército israelí ha lanzado nuevos ataques contra el sur de Líbano en respuesta al disparo de cohetes por parte del grupo proiraní Hezbolá. Aviones de combate israelíes han bombardeado también posiciones del partido-milicia chií en el sur del país vecino. Los sistemas de defensa antiaéreos interceptaron además un “objetivo sospechoso” en las costas de la ciudad de Acre, en el noroeste del país. Desde el comienzo de las hostilidades en el frente norte se han registrado al menos 103 muertos: 10 en Israel (siete soldados y tres civiles) y al menos 93 en Líbano, incluyendo 72 miembros de Hezbolá, ocho integrantes de milicias palestinas y 13 civiles. En el frente situado más al sur, en la ciudad de Eilat en la costa del mar Rojo, el sistema antimisiles Arrow tuvo que ser activado este martes ante la amenaza de un cohete disparado por los rebeldes proiraníes de Yemen.
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