Ivanka Trump declara en el juicio por fraude contra la familia que no conocía al detalle las cuentas
La hija del expresidente, convocada como testigo, era ejecutiva de la empresa familiar antes de que el republicano llegara a la Casa Blanca, gestionó dos propiedades y logró un crédito ventajoso con el aval de la fortuna paterna
Con su propio abogado, independiente del equipo legal que representa a su padre y a sus dos hermanos, Ivanka Trump ha acudido este miércoles al Tribunal Supremo de Nueva York para prestar declaración como testigo en el juicio civil por fraude contra su progenitor, Donald Trump, y Donald Jr. y Eric, en los que el republicano delegó la dirección de la Organización Trump mientras ocupó la Casa Blanca (2017-2021). La hija del expresidente, empresaria en su día de su propia línea de negocio (textil, a diferencia de la familiar, de bienes raíces) y consejera áulica durante el mandato del republicano, intentó evitar la declaración, pero el juez Arthur Engoron, que instruye la causa, echó por tierra sus deseos, convirtiéndola en el cuarto miembro de la familia que sube al estrado.
Tras un año de investigaciones, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, acusó en septiembre al expresidente Trump de inflar su patrimonio en 2.200 millones de dólares [unos 2.055 millones de euros] a lo largo de una década para obtener préstamos favorables de los bancos y mejores condiciones de las aseguradoras. Ivanka Trump fue inicialmente acusada, igual que su padre, sus dos hermanos y la propia Organización Trump, pero un tribunal de apelación desestimó en junio el caso contra ella. Lo que no ha podido evitar es tener que subir al estrado, así como el mediático paseíllo ante una nube de cámaras, a primera hora de la mañana (hora local) de este miércoles. “¡Triste!”, escribió el exmandatario la víspera en su red social sobre el hecho de que su hija se haya visto obligada a declarar.
Al comenzar el interrogatorio, la testigo dijo que durante su etapa como ejecutiva de la compañía, entre 2011 y 2017, se centró en la reurbanización de un complejo de golf en Florida y en una propiedad de Washington, para lo que contactó con entidades financieras avalada por la fortuna de su padre, y que conocía solo “de manera general” las prácticas contables, sin ser una especialista en la materia. No opina lo mismo la fiscal James, que en declaraciones a las puertas del tribunal, dijo: “Hoy intentará distanciarse de la empresa, pero desgraciadamente los hechos revelarán que, en la práctica, estaba muy implicada”. El testimonio de Ivanka Trump parece corroborar las palabras de la fiscal, ya que al referirse en concreto a un préstamo del Deutsche Bank que ella gestionó, avalado por la fortuna de su padre, informó a un colega de la compañía en 2011 de que los términos favorables del mismo solo habían sido posibles con la garantía de su patrimonio neto.
Ojito derecho de su padre, se la consideraba la heredera natural de la empresa, pero optó por seguirle a la Casa Blanca, donde ejerció de consejera ejecutiva, reuniéndose con mandatarios internacionales y con voz y voto en el Despacho Oval, una influencia que muchos consideraron desmesurada por su falta de preparación en carteras tales como la política exterior. Gracias a esa proximidad, Jared Kushner, su esposo, fue muñidor de los llamados Acuerdos de Abraham, mediante los cuales Israel estableció relaciones con cuatro países árabes.
No se esperaba que el testimonio de la hija de Trump arrojase mucha luz sobre el maquillaje de las tasaciones de activos, incluido el valor de la mansión de Mar-a-Lago (Florida), escenario de una de las cuatro imputaciones penales contra el exmandatario, la de los documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca. Los tres acusados han reconocido que los estados financieros de la Organización no fueron siempre del todo precisos (recalcando que pudo haber imprecisiones, pero no fraude), pero atribuyeron la responsabilidad a Mazars, la empresa de contabilidad externa. Durante su desafiante y farragoso testimonio del lunes, hilvanado de monólogos y por el que el juez Engoron le reprendió varias veces, Trump aseguró que los errores en las valoraciones de sus propiedades no fueron relevantes para las entidades financieras a la hora de cerrar créditos y cláusulas de seguros.
Varios correos electrónicos y otros documentos mostraron la semana pasada que los tres acusados pueden haber estado más involucrados de lo que su testimonio indica. El candidato republicano favorito para las elecciones de 2024 (según los sondeos) pese a sus problemas legales, protestó ruidosamente el lunes por la actuación de Engoron, que pocos días antes de empezar el juicio declaró responsables de fraude a los tres acusados y a 10 compañías del emporio, y descalificó al magistrado y a la fiscal ―que pide una sanción de 250 millones de dólares― por parcialidad política e “interferencia electoral”. Ninguno de los acusados se enfrenta a penas de cárcel al tratarse de un juicio civil, pero el fallo podría despojar a Trump del control de algunas de sus propiedades, incluida la Torre Trump, el símbolo de su fortuna, así como inhabilitarlos para hacer negocios en Nueva York.
Tras la derrota electoral de su padre en 2020, Ivanka Trump trató de distanciarse de la empresa familiar y sus problemas legales. Fue entonces cuando decidió contratar a su propio abogado, al margen del equipo legal que representa a su familia. Ya testificó contra su padre ante el comité especial del Congreso que investigaba el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. En su declaración, emitida en directo en horario de máxima audiencia, reconoció que su padre había perdido las elecciones de 2020. Trump no ocultó su enfado y la relación entre ambos pasó por momentos de tensión, ya superados.
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