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Una campaña reclama a Lula que nombre una mujer negra para el Tribunal Supremo

Una ministra y la televisiva Xuxa amplían el eco de la iniciativa lanzada por activistas del movimiento negro

Naiara Galarraga Gortázar
Lula da Silva
El presidente Lula, que perdió un meñique cuando era tornero, saluda al público en el desfile del día de la Independencia, este jueves, en Brasilia.UESLEI MARCELINO (REUTERS)

Era sabido que el actual presidente de Brasil designaría dos jueces del Tribunal Supremo durante su mandato porque los magistrados se jubilan de manera forzosa al cumplir los 75 años. Hace tres meses, Luiz Inácio Lula da Silva ya colocó en la corte a un hombre de su máxima confianza, el abogado que le sacó de prisión, Cristiano Zanin, de 47 años. Ahora, ante el temor de que nombrará a otro hombre blanco, movimientos de activistas negros, de mujeres, juristas, e incluso la ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, y hasta Xuxa, antigua presentadora de televisión, se han aliado en una campaña de presión para que Lula elija a una profesional negra. El mensaje ha llegado en forma de cartel publicitario hasta Nueva Delhi, donde el brasileño participa en el G20 este fin de semana.

El proceso para sustituir a la actual presidenta del Supremo, Rosa Weber, que cumple los 75 el próximo 2 de octubre, ha suscitado una inusual campaña a la que se han unido voces dispares. Y gana adeptos cada día. Reclaman al presidente Lula que la máxima corte se parezca más al Brasil real, donde las mujeres y los afrobrasileños son mayoría. Dos colectivos que, como han recordado ahora los promotores de esta campaña, fueron cruciales para que el líder de la izquierda brasileña ganara en las urnas al ultraderechista Jair Bolsonaro.

El Tribunal Supremo brasileño jamás ha tenido una jueza negra en sus 132 años de historia. Ahora mismo solo dos de los 11 togados son mujeres y todos ellos son blancos. Desde 1891, entre los máximos intérpretes de la Constitución solo ha habido tres juezas (y solo a partir del año 2000) y tres magistrados negros (el primero hace más de un siglo), según una de las webs informativas lanzadas con motivo de la campaña.

La ministra de Igualdad Racial desgranó sus argumentos para reclamar la entrada de una mujer negra en el Supremo en un reciente artículo de prensa: “Necesitamos dar un paso firme hacia el desarrollo democrático de nuestro país”, escribió Franco. En su opinión, nombramiento de una profesional del derecho negra “fortalece en lo práctico y en lo simbólico la salvaguarda de la Constitución Federal y las complejas decisiones de última instancia en el ejercicio de la justicia por parte del Estado brasileño”.

La campaña ha ganado tracción ante los datos que ilustran la histórica infrarrepresentación y porque ha coincidido con dos hechos que han levantado ampollas entre los progresistas brasileños: dos mujeres han sido las principales perjudicadas de los primeros cambios ministeriales y los primeros pasos del nuevo juez del Supremo, Zanin, el hombre que logró que los jueces anularan las condenas contra Lula, ha evidenciado una postura más conservadora de lo esperado por los movimientos sociales progresistas que apoyan al mandatario izquierdista.

La máxima corte es considerada un campo de batalla crucial en un momento en que el que Brasil ha elegido el Congreso más conservador de su historia. Jair Bolsonaro se aseguró de colocar en el Supremo a dos afines, incluido un jurista “terriblemente evangélico”.

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En materia de representatividad de género, Brasil está a años luz de toda la región. La comparación con México es sonrojante para este país que ya tuvo una presidenta, Dilma Rousseff. Dos mujeres son allí las favoritas en la disputa de 2024 por la presidencia, pero es que las parlamentarias mexicanas suponen un 50% frente al 18% de sus homólogas brasileñas. Y la Suprema Corte de México, que también tiene once miembros, incluye cuatro magistradas, tres de ellas nombradas por el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. En el otro extremo, Argentina, donde los cuatro miembros de la corte son varones y el quinto puesto está vacante.

Los promotores de la campaña brasileña han demostrado tener medios e ingenio. En vista de que informaciones de prensa aseguran que Lula busca alguien de plena confianza y que entre los nombres que más suenan no hay mujeres negras, aunque sí algunas blancas, Greg News, un programas dirigido por uno de los cómicos más seguidos del país, Gregorio Duvivier, ha creado una web desde la que cualquiera puede escribir al presidente de la república para presentarle e “invitarle a tomar un cafecito” con tres juristas negras de renombrado prestigio seleccionadas por el grupo Mujeres negras deciden. Son la jueza Adriana Cruz, la fiscal Lívia Sant’Anna Vaz y la abogada Soraia Mendes.

Decenas de miles de internautas han escrito a Lula a través de esa y otra web, titulada Por qué necesitamos una mujer negra progresista en el Supremo. Esta última es a la que se ha adherido en los últimos días Xuxa, que durante décadas reinó en la televisión como gran símbolo de un Brasil blanco y rubio, y difundió la campaña a sus millones de seguidores en redes sociales.

Los activistas advierten de que si la jubilada jueza Weber es sustituida por un hombre blanco, la corte seguirá siendo monocolor y habrá una única mujer, es decir, un retroceso a los primeros años de este siglo.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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