Una explosión en el puente de Crimea causa dos muertos y detiene el tráfico entre Rusia y la península ocupada
Moscú acusa a Ucrania de estar detrás del ataque a esta infraestructura clave, que sufre el segundo golpe desde la invasión rusa a gran escala
Una explosión ha dejado maltrecho la madrugada de este lunes el puente que une Crimea, la península ucrania ocupada por Moscú, con Rusia por el estrecho de Kerch. Además del frente de batalla, Crimea es clave para Kiev en la guerra contra el invasor ruso. El supuesto ataque ha dejado dos muertos y ha obligado a cortar el tráfico rodado y ferroviario. El Kremlin ha acusado al ejército ucranio de estar detrás del sabotaje, pero Kiev, que ofrece muy poca información sobre sus acciones en territorio ocupado, apunta a “una provocación de Moscú”, según la portavoz de su comando militar en el sur del país. Sin embargo, medios ucranios, como el diario Ukrainska Pravda, responsabilizan a fuerzas ucranias, y un portavoz del Servicio Secreto de Ucrania (SBU) ha declarado que los detalles de lo ocurrido se revelarán “tras la victoria”. Es el segundo ataque contra este puente estratégico para Rusia, después de que el pasado 8 de octubre un camión estallara mientras lo atravesaba, lo que obligó a cerrarlo temporalmente.
La explosión de este lunes forzó a detener la circulación después de que parte de la infraestructura del puente se derrumbara, según las autoridades rusas de ocupación. “A las 03.05 hora local (02.05 en la España peninsular) el puente de Crimea fue atacado por dos aparatos acuáticos no tripulados ucranios”, señaló en Centro Nacional Antiterrorista (CNA) de Rusia en un comunicado. “Como resultado del ataque terrorista quedó dañada la calzada del puente”, agregó el CNA. Además del tráfico rodado y el ferroviario, se ha interrumpido también la conexión marítima mediante transbordadores, asegura el Gobierno de Moscú. El gobernador de la región rusa de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, ha informado de la muerte de un matrimonio que viajaba en un coche particular para hacer turismo. La hija de los fallecidos, menor de edad, ha resultado herida.
El presidente ruso, Vladímir Putin, reaccionó este lunes por la tarde al afirmar que Moscú responderá “al ataque terrorista del régimen de Kiev”. Tras una reunión gubernamental de urgencia, retransmitida por televisión, para tratar el ataque al puente que conecta Crimea con la región rusa de Krasnodar, el presidente ha declarado que “habrá una respuesta de Rusia” y que “el Ministerio de Defensa está preparando propuestas apropiadas”. “Pido a los líderes de la región y a las autoridades federales que brinden toda la asistencia necesaria a la niña herida y sus familiares, y tomen este tema bajo control especial”, ha sentenciado el mandatario ruso, que ha definido el ataque como “un acto cruel y sin sentido” y ha anunciado que las “tareas de reparación comenzarán cuanto antes”. El vice primer ministro ruso de Desarrollo Urbano y Construcción, Marat Jusnulin, ha asegurado que el puente funcionará a pleno rendimiento “antes del 1 de noviembre”.
Kiev no ha reconocido de manera explícita su participación en el ataque en Crimea. La portavoz del Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Natalia Humeniuk, señaló que podría tratarse de una “provocación” del Kremlin. El domingo, las autoridades rusas denunciaron a través del Ministerio de Defensa que habían logrado repeler un ataque enemigo contra la ciudad crimea de Sebastopol, en el que aseguran que destruyeron siete drones aéreos y dos marítimos. Otra gran explosión sacudió ya este mismo puente el 8 de octubre. Rusia responsabilizó entonces a las autoridades ucranias. Esta infraestructura, inaugurada por Putin en 2018, es esencial para que Moscú pueda mantener su control sobre la península ucrania, que ocupó en 2014. Tiene 19 kilómetros de largo y permite el paso tanto de vehículos como de trenes.
La agencia pública de noticias de Ucrania, Ukrinform, sostiene, como algunos medios de comunicación ucranios, que Kiev es el responsable de la explosión. La agencia apunta que el ataque se ha llevado a cabo con drones marinos y cita fuentes no identificadas del SBU y de la Marina ucrania. Además, Artem Dejtiarenko, portavoz del SBU, ha declarado a Ukrinform que los detalles sobre lo sucedido en el puente “se revelarán tras la victoria [de Ucrania en la guerra]”. Dejtiarenko ha agregado que observa “con interés cómo uno de los símbolos del régimen de Putin ha vuelto a ser incapaz de resistir la carga militar”, en referencia al transporte de armamento que se realiza a través de esta estratégica infraestructura.
Uno de los principales objetivos de la contraofensiva que Ucrania puso en marcha a principios de junio es cortar el paso a las tropas rusas por el corredor terrestre que va a orillas del mar de Azov desde la ciudad de Melitópol (región de Zaporiyia), a las puertas de Crimea, a Mariupol (región de Donetsk), junto a la frontera con Rusia. Romper ese pasillo e incomunicar Crimea por el estrecho del Kerch dificultaría mucho la presencia rusa en la península y complicaría, al mismo tiempo, el abastecimiento de los militares rusos asentados desde el año pasado en algunas zonas de las regiones de Zaporiyia y Jersón.
Posible cambio de estrategia
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, contrario a negociar mientras un solo kilómetro cuadrado de su país siga ocupado, puede estar pensado en un cambio de estrategia. Esta pasaría por tratar de avanzar con sus tropas hacia las cercanías de Crimea. Una vez a tiro de artillería, se trataría de hostigar a Moscú y forzar a Putin a afrontar conversaciones que lleven al final de la guerra y a la salida de Rusia de Ucrania, según confirmó Zelenski en una entrevista con la cadena estadounidense CBS el pasado 9 de julio. “La retórica lógica indica que, en el momento en que Ucrania llegue a la frontera administrativa con la península ucrania temporalmente ocupada, Crimea, es muy probable que Putin se vea obligado a buscar el diálogo con el mundo civilizado, a diferencia de lo que ocurría antes de la invasión a gran escala, porque se debilitará”, declaró el mandatario. Hasta ahora, Zelenski había insistido en que no negociaría sin la salida previa de todas las tropas del Kremlin.
Pese a estos ataques, la guerra se vive en Crimea con menos intensidad. Eso permite a Rusia echar raíces como autoridad más tranquilamente pese a no tener reconocimiento alguno de la comunidad internacional. El proceso de rusificación lleva en marcha años y parte de él es la imposición a los ciudadanos ucranios del pasaporte ruso. “En Crimea hay que reiniciar el Estado ucranio desde cero”, admitió la vice primera ministra Irina Vereshchuk en una entrevista con EL PAÍS el pasado marzo. En ese sentido, el Gobierno de Zelenski, de forma paralela a afrontar la guerra, prepara un programa para formar un cuerpo de funcionarios en la reserva (policías, médicos, profesores...) que esté listo por si llega el día en que Kiev recupere el control de la península. No es, en todo caso, algo que vaya a ocurrir ni a corto plazo ni de forma sencilla.
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